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30

Por: Gabriel Resh

Después de 6 años de espera, Adele lanzó su nuevo álbum: 30. Ya sé que todos sus álbumes tienen números como títulos, pero es porque ella los nombra de acuerdo con la edad que tenía cuando empezó a escribir las canciones de cada álbum. Esta vez, Adele empezó a escribir este álbum a los 30, o sea hace 3 años, justo cuando atravesaba por un periodo de depresión, ansiedad y desconcierto después de su divorcio.

En 30, ella canta sobre el desamor, el amor propio, y le dedica algunas canciones a su hijo. Sin embargo, no debemos reducir este disco simplemente a una obra terapéutica post-divorcio. Según la misma cantautora inglesa es el disco más personal que ha escrito en toda su carrera.

Podemos escuchar a una Adele más experimentada en la composición que sale un poco más de su zona de confort de baladas acompañadas por un piano. Ya no teme a mostrar su vulnerabilidad, y juega con la música como cuando sacó el éxito que la lanzó al estrellato: “Rolling in the Deep.”

El álbum nos remite a los años 50 -- Jazz, ecos de Broadway, Frank Sinatra, y de la época dorada de Hollywood -- pero con un toque fresco y algo experimental. No obstante, llega a sonar como Amy Winehouse en algunas de sus canciones; por ejemplo, en “Cry Your Heart Out”y “All Night Parking”. Asimismo, este disco contiene el tema “To Be Loved”, una canción de 6 minutos que, aunque cae en lo mismo de balada con piano, es una de sus mejores interpretaciones vocalmente hablando.

En resumen, aunque no seamos fans de Adele, 30 es un álbum que vale la pena escuchar.

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