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Identidad única

Por Bruno Rico Gómez

Esta columna es el final del serial sobre motores de combustión y quiero aprovechar la oportunidad para agradecer a todos los que llegaron hasta aquí y no se perdieron las columnas anteriores.

El título de esta columna hace referencia a los motores que son únicos entre todos los otros modelos. Dentro de este escrito hablaremos un poco sobre los motores bóxer, los series W, el motor Wankel y sobre los casi extintos motores radiales.

Los motores bóxer son una variación del motor de 4 cilindros, con la diferencia que el bóxer tiene una posición horizontal y los 4 pistones son contrarios, por lo que genera un mítico sonido de ronroneo típico de los motores en los bochos y en el legendario Subaru WRX STI múltiple campeón de diferentes disciplinas del automovilismo. Lo que volvió tan famoso a este motor fue la posición, ya que debido a que cruza la bahía del motor pero no es muy alto tiene un centro de masa muy bajo lo que hace que el vehículo se maneje mejor a altas velocidades. Pero no solo eso, debido a la posición del motor, las versiones turbo y supercargados acomodan sus interenfriadores encima del motor, logrando así que pueda cruzar por cualquier tipo de terrenos sin que el motor se inunde o sufra daños por polvos de la carretera.

El Bugatti Veyron fue uno de los primeros vehículos en romper la barrera de los 400 km/hr y solo lo pudo lograr con el motor W16. Este motor tiene 16 cilindros, dos parejas de VR8, y contaba con 64 válvulas que generaban de 987 a 1,184 caballos de potencia. Este tipo de motores y vehículos son ciertamente incomprendidos, ya que no cumplen un objetivo real sino que solo está diseñado para altas velocidades que no son alcanzables en las carreteras públicas. Sin duda alguna esta proeza de la ingeniería logro su cometido y ha sido utilizado en nuevas producciones de Bugatti como lo es el Chiron, pero empresas como Koenigsegg han creado monstruos como el Jesko que lograron la hazaña con motores más pequeños.

En el límite de los años 70 con los 80 el mundo se enfrentó a una crisis petrolera enorme, lo que provoco que los motores V6, I6 e I4 reemplazaran a los famosos V8 por su alta eficacia y poco consumo de combustible, pero uno de las grandes empresas japonesas pondría un giro (literal) en la construcción de motores de alta eficiencia. El motor Wankel fue introducido al mundo por Mazda en el modelo Cosmo Sport 110S, un auto extremadamente ligero pero con gran impacto debido a la nueva tecnología que presentaría. El motor Wankel es a 4 tiempos (Admisión, Compresión, Combustión y Escape) solo que en lugar de usar pistones y cilindros este tipo de motores solo utilizan un compartimiento con una forma ovalada con un triángulo con los lados redondeados que gira a muy altas revoluciones. Estas altas revoluciones le dieron el sonido característico a una moto deportiva y logro identificar diferentes generaciones de la marca Mazda en toda su historia. Lamentablemente, la lubricación de los sellos en las esquinas del triángulo era la mayor falla, lo que provocaba que los motores sufrieran catastróficos accidentes y debido a la falta de experiencia y de piezas en todo el mundo el motor vio la luz por última vez en el RX-8. Afortunadamente llego a potenciar al infame 787B, un automóvil que compitió en Le Mans en 1991 donde consiguió la victoria por encima de competidores como Ferrari.

Finalmente, los motores radiales fueron la gran novedad al inicio de la primera guerra mundial, ya que estos motores incorporaban el sistema en forma de estrella en lugar de un bloque como los V8 o V10, lo que brindaba una mayor facilidad en el funcionamiento, alta potencia respecto a los motores en V o en línea y generaba una relación peso/potencia superior. Lamentablemente el principal problema es la aerodinámica del diseño, pues al parecer un gran rehilete era un bloque enorme ante las ráfagas de viento, cosa que los motores en bloque lograban evitar al poder ser protegidos por el fuselaje. A pesar de todo muchos fabricantes en el mundo siguen utilizando estos motores para aviones pequeños en donde dan clases a pilotos primerizos, ya que son muy fáciles de maniobrar.

El humano ha modificado sus herramientas para satisfacer sus necesidades a través del tiempo, esto ha logrado que la evolución se presente en el desarrollo de productos para el uso diario, pero si observamos la tendencia este tipo de motores están a la baja ya que se están presentando los nuevos motores eléctricos que sin duda alguna son el futuro inevitable del ser humano.

“Nada es demasiado hermoso, nada es demasiado caro”

– Ettore Bugatti, fundador de la empresa Bugatti.

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