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Claroscuro

Por Rodrigo Chávez

31 de diciembre de 2020, las últimas horas de este año están corriendo y seguramente para cuando lean esto las casas olerán a bacalao o algún platillo propio de las fechas, uno piensa que termina otra etapa y vaya que esta vez ha sido bastante dura…

El 2020 fue un año bastante difícil, entre el insoportable encierro, el enfrentarnos a nuestros demonios internos y no poder escapar, los contagios endémicos y los lamentables decesos; por lo mismo, solo nos queda decir que seguimos vivos.

Esta columna es más un ejercicio de autoreflexión que de análisis. Con el fin de este periodo en puerta no puedo hacer más que pensar en cómo ha sido este año para mí; quizá puedo comenzar por lo más obvio y agradecer profundamente el seguir vivo, el haber consolidado este proyecto hermoso llamado Revista Columnas, mirar al pasado con cierto aire de frustración por no haber podido comenzar la Traja Polaka de acuerdo a lo estipulado o recriminarme por no haber pasado (como lo prometí) más tiempo con amigues y con mi pareja, pero también es momento de soltar esos sentimientos de frustración y asumir que hay cosas que, por más que uno planee, de algún modo son cosas que no podemos controlar.

Este año conseguí lo que por momentos me pareció casi inalcanzable: entrar a una carrera tan enriquecedora y a la vez tan desvalorizada es un placer que hoy puedo decir que he concretado, pude acercarme de manera profesional a los micrófonos como nunca pensé que podría hacerlo, pude conocer sobre locución y narración desde el ejercicio profesional y eso es algo con lo que sin duda me he de quedar siempre.

Conseguimos por primera vez un ejercicio de participación con nuestra audiencia y eso es algo que hace poco pensábamos imposible. De pronto esto dejó de ser un proyecto para empezar a ser una familia entre sus participantes y las ideas han ido tomando un curso que estoy seguro que va a ser bastante bueno y profundo.

En el aspecto familiar puedo decir que fue un buen año durante los primeros meses, y a pesar de los retos presentados pudimos salir avantes.

La música ha sido una de las mejores acompañantes desde siempre para mí, y este año no ha sido la excepción, tuve oportunidad de reencontrarme con un par de artistas a quienes agradezco haberme salvado de las noches de desesperación.

Para mis personas no puedo decir más que ¡GRACIAS! Gracias por haberme apoyado durante todo este año, haberme motivado a hacer más y permitirme explotar mis capacidades, gracias a todxs ustedes por no haberme soltado, aún cuando los momentos me vuelven insoportable.

Para el gran equipo de la Revista me gustaría agradecer, como siempre, su compromiso con la Revista, sus letras y columnas, sus análisis de los que no dejo de aprender día a díaMi admiración y completo respeto a cada una de las personas que conforman esta Revista:

Gracias a Bruno por ese compromiso férreo y sus columnas tan explicativas sobre temas tan complejos.

A Alex y Justine, gracias por sus columnas que me ayudan a entender un poco mejor sobre enfermedades y cosas de las que no tengo ni idea- Gracias por poder abrirse un espacio para escribir a pesar de lo demandante de sus carreras.

A Anka muchas gracias por ayudarme en este eterno proceso de mejora continua; sin tus letras no podría entender lo mucho que me falta por mejorar.

A Sam Vega le agradezco sus columnas y su apoyo incondicional, fuiste de las primeras personas en confiar en la Revista y espero poder leerte pronto, tus letras nos faltan.

A Jimmie, gracias por soportarme con la presión. Las recomendaciones musicales y de series son una joya que me tienen pegado a los servicios de streaming.

A Gabriela, gracias por venir a reforzar este equipo y por tus apuntes, debo admitir que me he descubierto escuchando Taylor Swift de vez en cuando.

A Jorge, gracias por tus críticas y puntos sobre las íes en materia política, sin duda en más de una ocasión he reculado sobre posicionamientos que resultan desmontados ante tu brillantez.

A Elsa, gracias por apachurrarme el corazón cada semana y por encharcarme los ojos con tus columnas, siempre tocas fibras muy hondas en mí.

A Ángel no me queda más que agradecer la confianza plena y el apoyo que me has dado en tan poco tiempo, no puedo pensar en un mejor partner para las cosas que hemos hecho que tú, sin duda la idea de tener un podcast no habría prosperado igual sin tu análisis.

A mis padres, gracias por el apoyo y la paciencia, no descansaré en las metas planteadas, hay rumbo.

A mi pareja, gracias por el apoyo, por las palabras de motivación y la retroalimentación constante; prometo seguir creciendo.

A nuestrxs lectorxs, mi compromiso con ustedes es claro, si ustedes siguen allí afuera leyéndonos y dándonos la oportunidad de compartir las ideas y los enojos yo estaré de este lado del ordenador compartiendo y analizando como cada jueves, hablando en el micrófono cada miércoles y ahora, produciendo cada jueves en un espacio nuevo.

A todes les mencionades y les que faltaron, gracias de verdad, nada de esto podría existir sin ustedes. Por un 2021 lleno de nuevas cosas y de mejoras continuas.

SEGUIMOS VIVOS Y ESE COMPROMISO NOS OBLIGA A SEGUIR INTENTÁNDOLO

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