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¿El rey escorpión o el alacrán musical?

Por Beatriz Velázquez

Tw: @bio_beatriz

Desde tiempos neolíticos, se tiene una concepción de los escorpiones o alacranes, como animales maléficos o que representan muerte y destrucción. Incluso en la actualidad, los nobles alacranes son comparados con nefastos personajes políticos. En la mitología acadia, asiria y sumeria, el escorpión se formó parte de uno de los demonios más temidos: Pazuzu, o el rey del viento, quien traía pestes, delirios y fiebres. Este personaje consistía de un par de alas de águila, cola de escorpión y pene de serpiente. A pesar de ser una figura malévola, también el escorpión formaba parte de los amuletos de protección. Estas cuestiones son abordadas por la etnoaracnología, una extraña disciplina que se encarga de estudiar la relación de los arácnidos con la cultura. Pazuzu, además de ser uno de los demonios más viejos, fue traído a la pantalla grande gracias a la novela El Exorcista de William Peter Blatty. De manera similar, a los sumerios y demás, en la cultura náhuatl y maya, los alacranes se asociaban con el dios del fuego, autosacrificio y con la diosa de la tierra Tlaltecuhtli y con dioses de la muerte. Y pues, siendo más cosmopolita, no por nada, existe una constelación llamada escorpio.

¿Pero quiénes son en realidad los escorpiones, si no son la gente nacida en noviembre?

Los escorpiones o alacranes, son arácnidos depredadores. Su historia evolutiva es bastante vieja, han estado en este planeta incluso antes de que los continentes se separaran como ahora los conocemos, alrededor del periodo Silúrico, por ahí de 444 millones de años. Los alacranes se encuentran en todo el mundo, excepto en regiones extremadamente frías como la Antártida. Su ambiente son los desiertos, aunque también se encuentran en una gama amplia de ecosistemas, desde zonas costeras hasta altas montañas. Aproximadamente hay 2,500 especies descritas y únicamente 25 especies son las de interés médico por poseer veneno tóxico para vertebrados de gran tamaño.

Generalmente comen insectos u otros arácnidos más pequeños, y también los alacranes son consumidos a su vez, por otros arácnidos de mayor tamaño como solífugos y arañas, así como por aves y suricatos. Éstos últimos han desarrollado incluso una resistencia ante el veneno y una técnica para quitarle la colita antes de consumirla. Reconocer a un alacrán es muy fácil, aunque hay de muchos tamaños, desde los más pequeños de 8.5 mm hasta los más grandes de 23 cm, la morfología del alacrán consta de tres partes principales: prosoma o cefalotórax, en donde está su pequeña cabecita con ojos muy primitivos, pero lo suficientemente funcionales para poder detectar la luz de las estrellas, el mesosoma o preabdomen, que es básicamente el cuerpito del alacrán, que también está segmentado, y el metasoma o la cola. En la cola se encuentra un aguijón, con el que se defienden o inyectan el veneno a sus presas. Además de estas partes, podemos ver en la parte de la cabeza, que hay unas pinzas enormes que se ven muy intimidantes, y por debajo de sus ojos, donde estaría su “boca”, se encuentran unos quelíceros que son piezas bucales con las que comen o cavan túneles. Igualmente que muchas arañas, los alacranes digieren su comida externamente, esto quiere decir que excretan jugos gástricos sobre su presa ya previamente capturadas, y posteriormente la ingieren de manera líquida. Todo lo que no les quepa (exoesqueleto), es separado por los quelíceros, y lo demás es succionado. Como viven en climas extremos, los alacranes son expertos en ahorrar agua, y desechan productos metabólicos insolubles como xantina, guanina y ácido úrico. Además, como son arácnidos, tienen 8 patas. Una característica importante, es que poseen “pulmones” o libros pulmonares que son una serie de láminas por las que fluye el aire y absorben oxígeno, se diferencian de otros arácnidos como garrapatas, ya que estos no poseen ese tipo de pulmones, mientras que las arañas y solífugos, poseen más pares de libros pulmonares.

Si invitamos a una fiesta neón a los alacranes, estos serán los más vistosos, más que Lady Gaga en un Met Gala. Los alacranes presentan en la cutícula de su exoesqueleto, ciertas moléculas fluorescentes que cuando se exponen a longitudes de onda de luz ultravioleta, estas brillan de color azul o verde. ¿Por qué brillan los alacranes? Algunos investigadores han observado este fenómeno y han concluido que los alacranes usan todo su cuerpo como detector de luz, debido a que sus ojos son pobres en detectar luz, su cuerpo les permite detectar fuentes de luz y por ende escoger mejores lugares para refugio. Lastimosamente para los alacranes, esta característica es aprovechada por los entomólogos para buscar fervientemente especímenes con una lámpara de luz negra en la oscuridad.

Los alacranes también tienen su corazoncito y buscan pareja para aparearse. En los alacranes, la reproducción sexual es la estrategia principal de reproducción, además de tener los sexos separados, es decir, no hay hermafroditismo. Las hembras emiten feromonas que son detectadas por los machos, entonces comienza el cortejo o baile del amor del alacrán musical. Los machos comienzan a caminar hacía delante y hacía atrás, y toma a la hembra con sus pinzas, y mirándose de frente, el macho dirige a la hembra hacía su espermatóforo, esta estructura es básicamente un conjunto de espermas pegado en algún sitio, entonces la hembra se tiene que caer o sentar en ese espermatóforo para lograr ser fecundada. El baile es básicamente dirigir a la hembra hacía esa estructura inmóvil ya sea en la arena, tronco o rocas. Ya que se haya sentado en el espermatóforo, el macho deposita una secreción gelatinosa para evitar que la hembra se vuelva a aparear y entonces asegurar su descendencia. También la hembra puede ser sometida con el aguijón del macho, pero una vez que se ha logrado el apareamiento se separan bruscamente. A diferencia de las arañas, los alacranes tienen a sus crías de manera vivípara, es decir, que no salen de huevos puestos por la alacrana, sino se desarrollan completos dentro de la hembra y luego salen inmaduros y completan su crecimiento hasta que puedan cazar por si mismos, dentro del mesosoma de la madre. Es común ver a la hembra alacrán cargando a sus crías, que dependiendo de la especie, varía el número. Si quieren ver con más detalle el apareamiento de los alacranes, hagan click aquí: https://youtu.be/nrdU0cwGgXA.

El alacrán más venenoso del mundo es: Leiurus quinquestriatus, del medio oriente, que si bien, su picadura no es mortal, es extremadamente dolorsa y podría matar a personas susceptibles como niños pequeños y adultos mayores, sin embargo, uno de los péptidos de su veneno (clorotoxina), es usado para tratamientos de tumores cerebrales. El escorpión que verán en películas suele ser el más grande, Heterometrus swammerdami, que llega a medir hasta 23 cm, su veneno no es mortal para humanos y mata a sus presas con sus pedipalpos. Si viste la película de la Momia, seguramente reconocerás a esta especie. México, uno de los países con mayor diversidad en alacranes, y también con el mayor número de picaduras registradas por estos invertebrados. Se suele decir que los alacranes güeros son peores que los negritos, pero no lo digan en Facebook, porque te suspenden la cuenta. En general, las especies de interés médico para México, están dentro del género Centruroides, y la picadura de estos se siente como si te quemaran con un cigarro. El cuadro clínico puede ser desde leve hasta severo. Recuerden que los alacranes son team calor, y vale la pena revisar zapatos, debajo de la almohada y remover tiliches viejos donde se puedan esconder. Si sufren de una picadura de alacrán, acudan al centro de salud más cercano.

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