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    Punto de quiebre

Por Rodrigo Chávez 

 

Entre narcos, policías y mucha sangre se ha desarrollado la vida nacional desde hace poco más de 2 sexenios que fue en donde la violencia se recrudeció y nos envolvió a todos en un río insaciable de sangre y miedo. 

Lo ocurrido hace un par de días en Culiacán Sinaloa nos pone un panorama complejo. 

En diversas ocasiones he mostrado y afirmado mi simpatía y apoyo para con el gobierno de Andrés Manuel pero hay cosas que hace dos días llegaron a su punto de inflexión. 

El voto masivo que recibió Obrador estaba en gran parte sustentado con el abandono de la estrategia de guerra que había costado cientos de miles de vidas humanas y la esperanza de la pacificación del país a como fuera lugar pero a pesar de los esfuerzos en el plano de la política pública… tratar de negar lo evidente sería irresponsable. 

Sinaloa se convirtió en el punto de no retorno para la 4T que enfrenta ahora la crisis más profunda hasta el momento. 

 

Las críticas al gabinete federal han sido contundentes con respecto a diversos personajes, Barlett y Rocío Nahle son nombres que circulan por diversos motivos pero hoy hay que hablar claro y señalar a Alfonso Durazo (secretario de seguridad ciudadana), Luis Cresencio Sandoval (secretario de defensa) y José Rafael Ojeda (secretario de Marina) de lo acontecido en Sinaloa. 

Si bien es cierto que la crisis de violencia es una situación heredada y un problema de la obsesión por debilitar el estado hay cosas que son injustificable e imperdonables en la dialéctica de sentar una transformación de la vida pública nacional. 

A pesar de ser un creyente e impulsor de la 4T hay límites éticos y morales que uno no debe cruzar jamás y este es uno de ellos. 

Resulta inadmisible que Durazo, Sandoval y Ojeda vuelvan a presentarnos una estrategia de combate frontal irresponsable, es absurdo que los mismos señores quieran venir a vendernos la idea de un patrullaje común con mucha (des) fortuna para poder encontrarse con un capo peligroso, es iluso creer que los elementos de la fuerza del Estado fueron atacados mientras ellos viajaban en caravana, todos juntos, sin remover la mierda sobre la que estamos parados como nación. 

Es estúpido creer que como Estado estamos preparados para ir a los lugares centrales de operación y vida de los narcotraficantes, levantar a los líderes y poder responder de manera implacable, es simplemente estúpido que los cambios dialécticos y políticos en lo general nos conlleven de manera automática a un divorcio entre el narcotráfico y el Estado mexicano. 

 

No, Andrés Manuel, el problema no fue liberar a Ovidio, el problema no fue salvaguardar a la ciudadanía de Culiacán, el problema fue haber iniciado una batalla que claramente no podíamos ganar, uno no puede meterse a la cueva del lobo, patear a los cachorros, jalarle la cola a la hembra alfa, escupirle en la cara al macho más viejo y esperar que los lobos nos muevan la cola emocionados. 

La versión del patrullaje casual, el arresto y el despliegue militar y táctico del narcotráfico es algo que ya habíamos visto en el pasado, el 1 de mayo de 2015 para ser exactos cuando el cártel de Jalisco Nueva Generación derribó un helicóptero de la SEDENA, un incidente que entre nosotros (los zurdos) nos hizo exigir la renuncia del comandante Cienfuegos y recibimos a cambio una incondicionalidad de Peña a su secretario. 

Tú mismo, Andrés, exigiste la salida del comité de seguridad por no poder resolver la situación y bueno, el tiempo y el Narco te demostraron en Sinaloa que la 4T aún no está lista para entrar a las trompadas con el narco. Lamentable, sí, demasiado pero es tiempo de tener coherencia discursiva e ideológica, te estás jugando la legitimidad de la 4T en estos días y algo bien importante es entregarnos a los culpables, ya ofreciste el apoyo diplomático de la crisis pero queremos ver la dimisión del cuerpo de seguridad que demostraron no sólo una carencia táctica sino una irresponsabilidad social al haber buscado una detención imposible. 

 

Soltar o no a Ovidio es tema de análisis y estudio imposible (al momento) por la falta de información pero repetir estrategias fallidas en el pasado es imperdonable, arriesgar a la ciudadanía, medir fuerza con un ente que es mucho más fuerte que tú es ser irresponsables y si bien puedo creer que la tarea de fortalecer el estado y separarlo del narco es algo complejo, cansado y muy delicado creo que hacer correr, de nuevo, sangre por las calles va a provocar una crisis política y social grave. 

 

Insostenibles las decisiones tomadas en Sinaloa por el Estado mexicano, quedó evidenciada la debilidad institucional de un Estado y un gobierno con contradicciones de origen. 

Con un Estado en reconstrucción, unas fuerzas armadas en transición, un gobierno enarbolado en el ego, una sociedad que brinda un culto y una legitimidad enormes al narcotráfico. una frontera norte en la que las drogas y las armas son el trueque del día a día y un cartel con presencia en el 70% del mundo resulta muy iluso creer que las acciones podrían derivar en resultados distintos.

 

A la gente de Sinaloa quiero decirle que lamento la situación, es injustificable el actuar de los dos bandos, tratemos siempre de cuidarnos y cuidar a nuestros seres queridos, fuerza y mucha suerte… 

Que amargo es desearle <suerte> a alguien cuando lo que se juega en la mesa es su vida y lo peor es que esa persona no puede jugar ni decidir. 

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