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Graue “el enérgico”

Por Rodrigo Chávez

 

esta es la segunda columna con respecto a la elección de rector de la universidad nacional autónoma de México, la primera se titula “más que una torre” y los invito, por si acaso no lo han hecho, a que vayan a leerla.
 

El día de hoy y como prometimos la semana pasada abordaremos a una persona bastante polémica por decir lo menos y quien ha ostentado el cargo de rector en la unam desde hace 4 años, Enrique Graue. quien busca ser reelecto este año por un período más.

Ya hablamos anteriormente de la importancia de la ideología política de quien es rector y como cuando esta va acorde con el gobierno eso se traduce en beneficios para la UNAM, José narro era priista y al dejar la UNAM en 2015 ascendió al poder Enrique Graue, un rector bastante allegado al PRD y con quienes mantuviera una relación bastante buena, digamos que Graue comenzó su mandato en la universidad sin el respaldo Federal pero al menos en la Ciudad de México existía una coordinación entre gobierno y universidad que se vería, para desgracia del aún rector, interrumpida en 2018 con la llegada de la 4T al poder total de la ciudad.

Los primeros 2 años de la rectoría del señor Graue ocurrieron sin pena ni gloria, una administración sin muchos cambios en lo académico ni en lo administrativo, Graue mantuvo casi intacta la estructura de gobierno de Narro con algunos cambios superficiales pero esa situación cambió el 13 de julio de 2017 con el feminicidio de Lesvy Berlin Osorio en las instalaciones de la universidad, Graue y la UNAM decidieron en ese momento hacer uso del apoyo que recibía por parte de Miguel Ángel Mancera y en lugar de esclarecer de manera pronta el proceso, la UNAM se cerró para la familia de la afectada convirtiéndose en un lastre y deslindandose de su responsabilidad, aún hoy no existe un posicionamiento mayor del rector que una triste y patética “condena enérgica”, a partir de ahí la comunidad estudiantil de la UNAM comenzó a cuestionarse sobre el liderazgo de Graue y las cosas en el futuro solamente irían a peor, el 2 de febrero de 2018 ocurrió uno de los eventos que más resonó en el foco público, unos narcotraficantes se enfrentan a balazos en los frontones de la universidad, ¿la respuesta? una condena enérgica a los hechos y el desplazamiento (no por ello arrestos) de los vendedores de drogas de los frontones al interior y cercanía de algunas facultades, el caso de Lesvy y la balacera serían el comienzo de la debacle para el mandato de Graue. Apenas 19 días después de la balacera en Ciudad Universitaria nos enteramos de la violación de una compañera de CCH Vallejo en los baños del colegio, un caso que se apagó pronto debido a la presión de las autoridades quienes aún contando con un supuesto protocolo de género fue señalada de ser poco empática, de haber revictimizado a la joven estudiante y de no haber brindado ni una asesoría jurídica ni un acompañamiento psicológico adecuado una vez más se extendía desde la rectoría una condena enérgica, condena enérgica que no pudo siquiera traducirse a un proceso legal y que terminaría dejando al culpable en plena libertad.

Además la seguridad del campus central se vería cada vez más comprometida por los asaltos y robos constantes a la comunidad dentro o en las inmediaciones de la UNAM caracterizadas siempre por un abandono institucional hacia las víctimas.

También el 22 de febrero salía a la luz el asesinato de una profesora en uno de los accesos de la FES Acatlán un caso al que el gobierno del EDOMEX dio pronto carpetazo y que obtuvo la misma respuesta desde rectoría que los demás casos.

Pero las cosas se le saldrían realmente de las manos cuando debido a los “ajustes” administrativos dentro de la UNAM comenzaron a ocurrir problemas con el profesorado y los alumnos, por un lado se buscó retirar a un gran número de profesores, en este sentido una de las escuelas más afectadas fue CCH Naucalpan quien perdió a muchos profesores y fueron obligados a cambiar su lugar de trabajo hacia CCH Sur. el CCH Azcapotzalco por su parte, respondió al desorden administrativo con una toma del plantel por parte de los alumnos, un paro que resultó en el ataque de grupos porriles contra ellos y por lo cual los mismos decidieron marchar a rectoría el 3 de septiembre de 2018, una manifestación pacífica que terminaría con grupos porriles provenientes de CCH Vallejo, CCH Naucalpan y algunas prepas, atacando a los estudiantes de bachillerato. Se esperaba una respuesta contundente por parte del rector pero en cambio obtuvimos una condena enérgica y cansados de eso los planteles de la Universidad comenzaron una movilización masiva, la facultad de derecho y de medicina se unieron a la huelga y las protestas en respuesta a lo ocurrido el 3 de septiembre, unos días después saldrían algunos videos del encargado de la seguridad en C.U. (designado por Graue) coordinando el ataque porril y conviviendo con los agresores antes y durante el ataque a los jóvenes, cerca de 10,000 manifestantes de todas las escuelas de la  UNAM tenían claras 2 demandas, ¡FUERA PORROS DE LA UNAM! y ¡DEMOCRACIA EN LA UNIVERSIDAD!. La rectoría comenzaría un proceso de “limpia” para los alumnos involucrados, limpia que aún hoy no da muchos frutos, apenas unos 10 expulsados de la UNAM fue el trabajo exhausto del rector y su gobierno. 

Después de eso, al volver a cierta normalidad el gobierno cambiaría de bando y entonces Graue se encontraba completamente solo, el primer enfrentamiento con la administración actual se dio de cara a la propuesta de AMLO de abrir 100 nuevas universidades, pues en un inicio AMLO creyó que Graue apoyaría esto pero no es así, Graue es un fiel partidario del acceso privilegiado a la UNAM y un promotor del “orgullo universitario”, en este forcejeo político AMLO amenazó con reducir presupuesto a la UNAM y Graue se reunió con él, logró echar abajo la reducción pero aún hoy se mantiene firme en mantener el examen de admisión a la universidad.

Ya para este año la figura de Graue está demasiado desgastada entre la población estudiantil y por si fuera poco el 29 de abril una estudiante del CCh Oriente fue herida de muerte mientras tomaba clases en un laboratorio, su muerte volvió a encender a la comunidad y nuevamente hubo un fallo institucional enorme, no se pudo hacer nada para esclarecer el caso y nos quedamos con la versión de que una bala proveniente de una instalación militar había sido la que arrebatara la vida a la joven, unos días después el 9 de mayo se presentaría de nuevo una balacera, esta vez en la Facultad de filosofía y letras que dejará un muerto, la respuesta “una riña entre vendedores ambulantes”, de nuevo carpetazo y ya está.

 

Apenas ayer proceso sacó a la luz una entrevista al rector en la que él asegura que los problemas de violencia de género, narcomenudeo y amenazas a la autonomía están resueltos, que el diálogo con la comunidad han resuelto todos los problemas, aún así asegura que existen entre los jóvenes “inquietudes irracionales” y asegura que hay mucha desesperanza entre los jóvenes.

La pregunta es, señor rector, ¿Por qué si todo está resuelto y en orden la Fes Cuautitlán la Facultad de filosofía y la facultad de Ciencias Políticas están en paro exigiendo un alto a la violencia de género? las demandas de las compañeras que han decidido tomar las instalaciones, han intentado seguir los protocolos proporcionados por la universidad y no han tenido respuesta a sus casos, los tendederos de denuncias cada vez son más frecuentes y los casos de acoso pululan en la universidad, ¿Por qué si el asunto del narcomenudeo está resuelto se sigue vendiendo droga en las instalaciones de la UNAM? Todos los que conocemos la universidad incluido el personal de seguridad y podría incluso afirmar que hasta usted mismo sabemos en qué puntos y quienes son los narcomenudistas, dígame entonces, de qué ha servido tener un escuadrón con cuatrimotos que acosa a los estudiantes constantemente y que no es capaz de resolver el problema de fondo.

 

Tenga un poco de respeto a su comunidad, no mienta en los medios de comunicación con el afán de intentar blanquear su imagen de cara al proceso que se le viene, reconozca abiertamente que no ha logrado más que acosar a las compañeras y compañeros que se organizan y a quienes usted este semestre en todos los planteles ha retirado espacios ganados, admita y esclarezca su relación con organizaciones como el MTS, AJA y Pan y Rosas que sirven para cooptar asambleas y perseguir a los alumnos que no entran en su juego y a nivel personal, señor rector, le digo: NO, lo mejor no es mantener tranquila a la universidad y tratar de tapar el sol con un dedo, lo mejor es escuchar a quienes hartos de los abusos levantan la voz y yo junto a ellos hoy condenamos enérgicamente su apatía y su incompetencia.

 

Y a usted estimado lector le pregunto, ¿Es Graue la persona que la UNAM debería tener al frente? 

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