Resistir a la adversidad
Por Rodrigo Chávez
Hace ya algunos ayeres que salió del puerto de Veracruz el mítico granma, cargado de 82 hombres que llevarían sobre sus hombros la esperanza y luz de la revolución cubana, 82 envalentonados que se prepararon en territorio mexicano para volver a la isla de Cuba a arrebatarle el poder a Fulgensio Batista y a demostrarnos que un mundo mejor es posible.
Una revolución socialista en territorio americano, en medio de la guerra fría y emanada de haber derrocado a un administrador de los Estados Unidos en la isla parecía cuando menos un sueño lejano para el gobierno estadounidense pero se convirtió en urgencia y anhelo irrenunciable para el pueblo cubano. Fue así que el primero de enero del 59 los barbados consolidaron el sueño de liberación.
El gobierno estadunidense en respuesta a la inminente victoria del triunfo cubano comenzaría una estrategia de asfixia económica para poder retomar el control de Cuba, desde 1960 el gobierno estadounidense comenzó a imponer sanciones económicas y a prohibir el comercio con la isla para generar entre sus habitantes un clima de desesperanza y de ingobernabilidad que terminara por devolverle la potestad a los Estados Unidos.
Desde 1962 los alimentos y medicinas entran dentro de las restricciones comerciales que impone el gobierno estadounidense y que generaría un desabasto profundo dentro de la naciente nación, sin embargo la resistencia heróica que el pueblo y el gobierno cubano ha emprendido desde entonces es digno de aplaudir en todo el mundo.
A casi 60 años de que el mal llamado país de las libertades decidiera de manera unánime que un pueblo no merecía la libertad de determinación política y por ende debía morir de hambre Cuba se ha consolidado a nivel mundial como uno de los mejores países para estudiar la medicina, un esfuerzo de autogestión y autonomía enorme pues en un mundo en el que la salud social se acerca vertiginosamente a la atroz privatización el pueblo cubano cuenta con un servicio médico garantizado en su totalidad.
Apenas el martes pasado la Organización Mundial de la Salud reconoció con un 92.28% de seguridad a la vacuna Abdala. esto convierte a Cuba en el único país latinoamericano en haber producido no una sino dos vacunas, una isla devastada económicamente, a la que el mundo occidental ha decidido dejar fuera del juego ha logrado solo durante la pandemia mundial enviar comitivas médicas a Italia, a México y a otros países mientras investigaba y desarrollaba sus vacunas.
También es importante resaltar que ayer, nuevamente, el gobierno cubano tomó la palabra en el estrado de la ONU para solicitar el cese del criminal bloqueo que ha imposibilitado que estos avances sociales y científicos puedan explotarse a mayores niveles, el necio y criminal bloqueo podría evitar que las dos vacunas producidas por Cuba cubrieran las necesidades de centroamérica, los intereses de Estados Unidos y su derrota ideológica no tiene porque seguirnos costando vidas en latinoamérica.
La supuesta pobreza de Cuba reposa sobre su imposibilidad de acceso a bienes de mercado, es decir, pensamos que Cuba es pobre porque su gente no puede comer en un Mc Donald´s, porque no pueden ir a un Starbucks a sentarse un rato y a tuitear desde su iphone, pero hemos perdido de vista que esto no es algo que deberíamos denominar “riqueza” y que Cuba no tiene estas cosas por decisiones ajena a ellos.
Debemos pues centrarnos en sus altos índices de educación, educación gratuita y asegurada en todos los niveles, algo que al menos en los estados Unidos es un sueño para una gran cantidad de jóvenes que no pueden acceder a la universidad, ver, por ejemplo cómo es que en Estados Unidos 2 de cada 3 personas en bancarrota caen en esta condición por no poder pagar el derecho humano a la salud en tanto la población cubana goza de un servicio gratuito y universal.
Dimensionar los problemas de Cuba nos ayuda a comprender que la necesidad más grande que tiene el país es terminar con el bloqueo impuesto pues solo así podríamos ver el verdadero potencial que tiene el pueblo cubano, además es siempre bueno reconocer la resistencia de la utopía que ha costado mucho en Cuba pero que sigue, día con día demostrandonos que el valor de la soberanía radica en lo habitantes de un territorio.
Por eso es importante posicionarnos, como la mayoría de naciones en favor de la liberación cubana, tan solo dos países se negaron al cese del bloqueo económico, Estados Unidos e Israel son las únicas naciones que consideran justa la estrategia de asfixia a un pueblo entero.
Que viva la revolución cubana, que viva Cuba libre pero sobre todo que viva la dignidad y resistencia del pueblo cubano.
