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Opaco

Por Bruno Rico Gómez.

Esta semana ha dado mucho de qué hablar, desde el covid-19 hasta lo del “artista” que no merece ser mencionado. Y es que esta columna no involucraré mucho la innovación y la tecnología, pero si el uso de estos para repartir los mensajes de odio.

Los crímenes de odio llevan existiendo en la humanidad desde el día en que dos culturas chocaron, y no es raro que esto suceda pues el ser humano siempre ha tenido miedo al cambio y a lo extraño.

Cuando alguien tiene mucho poder de convencimiento y mucha gente detrás se vuelven prácticamente intocables y su egocentrismo se vuelve elevado. Tomemos como ejemplo a uno de los criminales más poderosos del mundo, Adolfo Hitler. Hitler peleo para Alemania en la primera guerra mundial y el como muchos otros vio a su país devastado, pagando deudas internacionales. Cuando todo recobraba estabilidad; Alemania se dividió en dos bandos, tal y como pasa en todo el mundo, conservadores y liberales, pronto Adolfo entendió cual era su misión en este mundo.

Después de tiempo y esfuerzo, y unos cuantos asesinatos de miembros de la mesa directiva, Hitler se volvió el director del partido nacionalsocialista obrero alemán y formo un plan de guerra sucia contra los liberales. Hitler instauro el odio hacia los invasores de su “patria” (judíos, gente afrodescendiente, gitanos) prácticamente a todos los que no fueran católicos y alemanes. Se ganó el apoyo del pueblo cuando les juro que devolvería la vieja gloria Alemania sin importar el costo. Mucha gente fue en contra de este movimiento, pero lamentablemente fueron asesinados. El partido Nazi utilizo todas las imprentas y los medios de comunicación del país para dar a conocer los planes de Hitler y así ganar más y más seguidores.

Todos, o la mayoría, sabe en que acabo el movimiento nazi pero lo que esta prohibido olvidar es el holocausto, pues guiados por el odio personal de Hitler, los soldados de Alemania mataron alrededor de 11,000,000 millones de personas segregadas en el lapso de 1941 a 1945.

Y así como fue el holocausto han existido miles de masacres y homicidios a lo largo de la historia, todas llevadas a cabo por el odio y los ideales de una sola persona. Otro ejemplo, más actual, fue el genocidio de Camboya en el régimen comunista mato aproximadamente a 2 millones de personas entre 1975 y 1979.

Como podemos observar, para que algo así suceda solo falta una mente perversa con odio hacia la vida de sus semejantes y mucha gente que lo respalde.

Pero ¿Por qué hablar de estos casos antiguos, cuando eso no ocurre desde hace años? Porqué los medios de comunicación antiguos lograron una difusión masiva en unos cuantos meses en esos tiempos. Para ponerlo en contexto, la noticia del “artista” esta semana le dio la vuelta al país en menos de una semana y así como se unió la gente para evitar que su “música” siguiera en plataformas digitales puede hacer que la gente haga lo contrario.

Como punto final de esta columna solo quiero añadir que el odio hacia otras personas es de los sentimientos más dañinos hacia la mente del humano pues a mi parecer este puede llegar a nublar nuestros pensamientos y causar acciones indeseables.

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