top of page

El fascismo mata

Por Rodrigo Chávez

Desde hace ya algunos meses que en la vida pública nacional hemos tenido la nada grata presencia de un grupo minúsculo de la sociedad, pero con un riesgo potencial impensable; me refiero, por supuesto, al autodenominado “FREnte Nacional Anti Amlo” encabezado por Gilberto Lozano, un antiguo director regional de la empresa FEMSA, encargada de distribuir marcas transnacionales como Coca-Cola, y quien fuera también parte del gabinete de Vicente Fox. Este sujeto pareciera haber revivido en la vida pública después del sexenio tan nefasto en el que participó, motivado principalmente por el odio a quienes piensan distinto a él.

Este grupo de personas pasaron por diversos intentos de organización previos al funesto frenaa, uno de ellos fue “chalecos amarillos México”; mientras en Francia se desarrollaban movilizaciones sociales para evitar que se vulnerara el derecho a una vejez digna a través de una reforma a la ley de pensiones, la derecha mexicana decidió colgarse del renombre de este movimiento francés para posicionarse en contra del entonces candidato electo Andrés Manuel López Obrador. Desistieron de su intento después de que el propio movimiento francés se desligara de ellos por representar una ideología contraria a la de chalecos amarillos.

El problema de raíz con el grupo de frenaa no es su animadversión por los procesos democráticos como las elecciones federales de 2018, sino su irracionalidad ante cualquier propuesta de apertura o diálogo. Por ejemplo, en la resistencia que los ciudadanos hicimos ante el sexenio de Enrique Peña Nieto existía una agenda política y social clave de acción, analizamos las propuestas, trayectorias y acontecimientos del sexenio para exigir, por ejemplo, el esclarecimiento de las elecciones con el caso MONEX: ante la negativa del Tribunal Electoral por revisar el proceso y la ridícula sanción de una multa económica para el PRI exigimos la renuncia de Peña Nieto pues, en efecto, no había sido electo en libertad como la propia Constitución establece que se elijan a los representantes. Una vez que Peña se quedó con la silla y comenzó a promover sus reformas estructurales no pocos de nosotros estudiabamos en las aulas, en los círculos de estudios y otros espacios las problemáticas que estas reformas traían consigo: en las marchas de la CNTE en la Ciudad de México, que pasaban por Av Constituyentes, los maestros de la sección 22 repartían volantes a los interesados para informar sobre puntos específicos de la reforma educativa que podrían servir para perseguir políticamente a quienes desde las aulas resisten, además de las problemáticas presupuestales que suponía y la manera en que una reforma laboral para el magisterio era disfrazado de reforma educativa.

Estudiar a fondo las propuestas nos brindó una mirada crítica y una posibilidad de unidad entre los profesores de la CNTE, los estudiantes centralizados, la izquierda nacional y los disidentes del entonces presidente. A pesar de que los medios masivos de comunicación estaban al servicio del poder en ese momento, la cohesión social que venía gestándose desde 2006 encontró una explosión en el 2014 con la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. Esa es la principal diferencia entre el grupo de frenaa y el movimiento que se gestó en contra de Enrique Peña, pues este último lo hizo en tiempo y espacios prolongados, nos politizamos, aprendimos sobre leyes, sobre procesos legislativos y sobre la traición y entreguismo de un gobierno que ponía a disposición del capital privado los pocos recursos que quedaban del país, vimos y analizamos los casos de corrupción con esa mirada crítica y estábamos comprometidos a aprender sobre los procesos que conlleva.

Al frenaa no se le puede ni se le debe considerar un movimiento porque no tiene un fin específico más allá de convencer, de algún modo, a Andrés Manuel de renunciar, pero no hay un compromiso de dejarse las suelas de los pies recorriendo las calles, de ponerse en los zapatos del otro, no hay una politización activa que conlleve la escucha y el aprendizaje continuo de las realidades y necesidades de los demás, este grupo pareciera haber salido del CLUB un viernes por la tarde en polanco y disfrutando de su comida en el Pujol, haber llegado a la conclusión de que no toleraban la idea de que el presidente quisiera cambiar la política, así sin profundizar, sin interiorizar y sin un análisis real de la condición nacional se organizaron para poner a circular sus autos de lujo sobre Avenida Reforma y presumir ser millones cuando hemos podido ver constantemente que no tienen una base política real.

El presidente haciendo mofa de este grupo dijo que si lograban juntar 100,000 manifestantes el fin de semana pasado él renunciaba, los números del frenaa rondan entre los 150,000 a los más de 300,000 asistentes, no obstante las cámaras del Zócalo capitalino y los cálculos independientes rondan entre los 5,000 y los 10,000 asistentes. Con una imagen bastante repetida de Av 5 de Mayo y un vídeo de 10 segundos se nos trata de convencer que el contingente era inconmensurable, pero para quienes hemos recorrido las calles sabemos que la entrada al Zócalo por esa avenida se conflictúa por la estrechez característica de la misma, de ser ciertos los números manejados por el grupo de frenaa tendríamos que haber visto imágenes similares a los mítines de 2005 en contra del desafuero o a las manifestaciones en apoyo a los estudiantes de Ayotzinapa en las que visualizar palacio nacional se hace imposible por la cantidad de personas que están en ese lugar.

Por si la mentira deliberada y la ausencia de agenda política no fueran suficientes, hemos visto a través de diversos vídeos en las redes sociales cómo los simpatizantes de este grupo y sus integrantes manejan diversos discursos peligrosos y heredados de las peores épocas históricas de la humanidad, el grupo es abiertamente antisemita, misógino, clasista y fascista; vimos, por ejemplo, al propio Lozano dar declaraciones en las que dice que Andrés Manuel y la presencia policial en el Zócalo son igual a poner a judios en ghettos. No solo minimiza el holocausto y lo rídiculiza para sus propios intereses, sino que se mofa del pueblo judío al tratar de posicionarse como victima de opresiones, y mientras dice eso a los micrófonos de todos los medios nacionales, dice también en la misma declaración que Andrés convirtió a México en una dictadura militar. Pareciera que el señor Lozano es un ignorante del dolor continental sobre los golpes militares y las dictaduras, pues el señor equipara las ejecuciones de más de 35,000 hermanos chilenos a manos del régimen de Pinochet, a los más de 7,000 muertos y más de 10,000 desaparecidos a manos de Videla en Argentina.

No solo es ridículo creer que en México se vive una dictadura, sino que es peligroso. El uso desmedido y banal de los términos políticos tan duros como el de “dictadura” hace que estos pierdan el sentido. Las palabras, al igual que cualquier cosa, se pueden desgastar y ese pareciera ser el plan de este grupo, desgastar tanto la palabra “dictadura” hasta hacerla perder su valor y significado abriendo paso a que ellos puedan acceder al poder y entonces poder instaurar mecanismos dictatoriales en el país. No es secreto que el propio Bolsonaro en Brasil usó una estrategia similar para comenzar a obtener simpatizantes.

Una de las muestras más claras de lo peligroso que puede ser este grupo son las amenazas de muerte recibidas recientemente por el Monero Rape, al que enviamos nuestra solidaridad, y el intento de asesinato de Camila Martínez, a quién no solo enviamos solidaridad, sino respaldo. Camila difundió un vídeo en el que demostraba que el supuesto plantón de frenaa era en realidad una farsa: estando en Av Juárez, Camila se grabó levantando casa de campaña completamente vacías, y al día siguiente recibió una amenaza de muerte, y al salir del trabajo encontró los cables de su automóvil cortados.

Estas amenazas se suman a las reportadas por Abraham Mendieta, quien después de su investigación sobre el sexenio de Felipe Calderón fuera fuertemente amenazado de muerte, obligándolo a disminuir el ritmo de la investigación; no deberíamos ser ni parecer ajenos a estas prácticas, pues hablamos de un grupo de personas de clase media con los recursos suficientes para amedrentar y coartar la libertad de expresión con el fin de ganar no solo adeptos sino fieles seguidores; la irracionalidad del grupo de frenaa se debe al abandono de la política como un medio para la resolución de conflictos y trata de imponer su visión subjetiva y personal sobre los demás, es por esto que los que integran y simpatizan con este grupo no necesitan reflexionar ni analizar sobre lo que rodea o exige su afinidad al grupo, por el contrario, minimizan las acciones de propios integrantes y legitiman discursos como el de Martín Moreno quien abiertamente propone un genocidio en contra de quienes no compartan sus ideas. Desde el momento en el que se habla de eliminar personas y eso no incomoda a los miembros del frenaa, nos damos cuenta de la disposición de estos a matar para imponer una visión política.

Otro aspecto que habría que analizar con bastante fuerza es la religiosidad de este grupo, los hemos visto hacer performances religiosos con bastante ímpetu, rezan furiosamente, odian de rodillas mientras le piden a un Dios la muerte de una persona, y el propio Lozano en uno de sus vídeos pide a sus simpatizantes armarse “como cristeros”. Resulta, para cualquier persona que mire con ojos críticos estos sucesos, muy curioso como el líder de este grupo acusa a Andrés de ser la reencarnación de Hitler mientras él difunde discursos que minimizan las acciones del alemán hasta hacerlas parecer ridículas; habla de asesinar a comunistas y socialistas como el propio Adolf y tiene grandes motivaciones católicas.

Basta de reírnos de este grupo, la ultraderecha nacionalista, católica y conservadora está tomando las calles con el fin de ganar adeptos, esto pone en peligro la democrcia y la vida de muches de nosotres. Si el frenaa sigue teniendo cobertura mediatica y adhesión política podría llegar a ganar elecciones en algún momento (no parece cercano pero no debería siquiera existir la posibilidad) y una vez ostentando el poder la mujeres, lxs miembrxs de la comunidad LGBTTTIQ+ y los comunistas y socialistas seríamos los primeros en morir a manos de un régimen militarizado y muy probablemente dictatorial.

Debemos exponerlos como lo que son: fascistas que han intentado matar a una activista y han amenazado la libertad de expresión, sobre usan términos como "dictadura" con el fin de restarle importancia, y finalmente debemos recordar que:

¡Al fascismo no se le debate, se le combate!

bottom of page