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Un riesgo latente

Por Rodrigo Chávez

Uno de los principales problemas que acontece con la llegada de la izquierda al poder, sobre todo en latinoamérica, es un incremento en las expresiones de derecha y ultraderecha. La pérdida del poder político por parte de las élites de la derecha empuja a éstas mismas a conglomerarse desde las organizaciones públicas hasta expresiones de carácter mucho más peligroso. 

 

Lo que parecía difícil que pasara al interior de México principalmente por un enflacamiento electoral de los partidos tradicionales, incluso desde hace mucho en este espacio se hablaba del peligro que podría llegar a representar un colectivo como el FRENAAA pues a pesar de que apenas un par de años antes no conseguía movilizar ni a doscientas personas en la ciudad de México estas últimas semanas y de cara a 2024 parece que el terreno político e ideológico se disputa en esferas inusitadas en el país.

 

Hace apenas una semana se realizó en la ciudad de México un concierto de grupos neonazis con una asistencia de alrededor de 300 personas; el evento se pudo realizar debido a la discreción con la que operaron y que la ubicación no fue pública hasta apenas una hora antes del evento para evitar cualquier sabotaje u ofensiva de parte de las autoridades o de los grupos de izquierda.

 

Este concierto se combina bien con la reciente marcha en supuesta defensa del INE, no quiero insinuar ni decir aquí que quienes marcharon sean nazis o abiertamente fascistas sino las tendencias claras en que comienzan a operar muchas organizaciones de ultraderecha y cómo es que los discursos de la derecha partidista comparten con estos grupos y poco a poco pueden comenzar a gestar problemáticas mayores. Durante la marcha vimos expresiones de racismo y clasismo que son bastante fértiles para discursos aún más peligrosos.

 

Estos dos hechos se unen con la Conferencia Política de Acción Conservadora que es una convención internacional de políticos y actores de la derecha en la que se conglomeran este viernes en un hotel en Santa Fé, personajes que apoyaron el golpe de Estado en Bolivia como Camacho además de tener un espacio de avanzada con representantes del recién destapado Donald Trump para la presidencia estadounidense además de contar con siempre despreciable presencia de Javier Milei y algunos otros actores regionales.

 

Ir hacia la reflexión y la crítica es urgente en estos momentos; el gobierno progresista de México y esta segunda oleada no tiene resuelto el tema de las disputas por el poder en el continente y es siempre importante tener en el panorama que apenas en 2019 Bolivia vivió un golpe de Estado. Abandonar las calles para intentar conformar gobierno siempre es un riesgo y lo decía Rafael Correa “las clases medias que no se sienten parte de la revolución progresista son quienes terminan encantados por los cantos de sirena y fortalecen a la derecha”

 

Invito a quienes me lean a seguir de cerca estas acciones y tratar de hacer frente desde dónde sea posible y cómo podamos. De momento habrá movilizaciones antifascistas para los eventos del fin de semana en Santa Fé pero los invito también a no bajar la guardia y no permitir que el desprecio al gobierno democratico nos haga validar a estas ideologías que no dudarían un solo segundo en quitar nuestros derechos y pasar por encima de nosotros.

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