Alfarería
Por Bruno Rico Gómez
Dentro de la inmensidad de los materiales la cerámica es uno de los más antiguos y con mayor técnica de todos. Sus usos parten desde las vajillas y cubiertos hasta recubrimientos de fuselajes para aviones y naves espaciales.
En el mundo existe una gran cantidad de cerámicas, básicamente pueden catalogarse por el mineral de origen, siendo los minerales de hierro y de aluminio los más abundantes en la corteza terrestre. Por esta razón no sorprende que muchas culturas hayan usado este tipo de materiales para construir sus civilizaciones.
Este tipo de materiales tienen muchas características físicas que los vuelven deseables para diferentes aplicaciones, al ser materiales con alta refracteriedad (Resistencia a las temperaturas elevadas), gran resistencia a la compresión, elevada permeabilidad, gran resistencia al desgaste abrasivo y otra tantas propiedades físicas y químicas se vuelven ideales para diferentes trabajos.
En cuestión de estructuras, las cerámicas se utilizan en forma de ladrillos, blocks y recubrimientos, cumplen diferentes funciones. En el lado mecánico estos materiales suelen soportar grandes cargas como el peso de losas de al menos 500 kg. En el lado del comportamiento térmico al ser malos transmisores de calor, los cerámicos funcionan como excelentes aislantes térmicos. De manera estética se utilizan cerámicos vítreos para decorar de mil un manera las paredes con azulejos o se realizan acabados impresionantes con cementos, yesos o arcillas.
Increíblemente las arcillas también se encuentran en el sector de la salud, estos se encuentras de muchas maneras incluidas pastas, partículas y soluciones. Partiendo de las presentaciones más pequeñas empezamos con las pastas de dientes ¿nunca se han preguntado porque el color de la pasta clásica es blanca? Pues se debe a la presencia de óxidos de aluminio que en solución generan ese tono blanco pero no solo son culpables de la coloración, la alúmina al ser muy resistente a la abrasión hace que se vuelva un pulidor por naturaleza y gracias a este pequeño detalle la pasta sirve para quitar la placa de los dientes.
Ahora yendo a una escala un poco más grande, los cerámicos también pueden utilizarse para fabricar vidrios y entre mayor sea la pureza estos pueden volverse anteojos, esto se define por la pureza de la sílice con la que se fabrican aunque normalmente los vidrios se hacen a partir de arena con alto contenido de sílice.
Finalmente, los usos térmicos son de los más especializados ya que las temperaturas de trabajo sobrepasan los 2000°C. Estos usos van desde el recubrimiento de las bujías en los motores y los resistores en los circuitos hasta los grandes hornos de fundición y los motores a fusión de los cohetes espaciales. Debido a sus enlaces iónicos o covalentes estos materiales necesitan de gran energía para romper dichos enlaces, lo que los vuelve altamente ideales para trabajos con alta demanda térmica. Aunque su fabricación se vuelve muy especializada (Pulvimetalurgia) ahora está al alcance de muchas empresas y personas gracias al avance en la investigación.
A pesar de ser uno de los materiales más antiguos, la cerámica aún no ha sido explotada a su 100% ya que se han postulado más investigaciones en donde los cerámicos se involucran en ciencias aún más específicas como lo son las prótesis, los recubrimientos en pintura y sistemas de filtración a gran escala.
En esta columna no ocuparé una frase, sino una técnica de cerámica japonesa con un doble sentido.
El kintsugi es la técnica en la que se une una pieza de cerámica fracturada o rota con oro fundido. La idea detrás de esta técnica es que cuando algo ha sufrido daño pero es algo con mucha historia merece ser reparado para demostrar sus defectos con el fin de celebrar que la imperfección es lo que nos vuelve perfectos.
