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Calaverita de Revista Columnas

Por Elo Rojas de Ceballos

¡Hola amigos columnistas!

Aquí me tienen ahora

Los saludo con señitas,

Para celebrar con todos,

El día de calaveritas.

El mundo está dando vueltas

 Y no se puede parar

Con eso de la pandemia,

la cuarentena y demás

No sabemos si reírnos

O sentarnos a llorar.

Pero los que aquí seguimos

Gracias tenemos que dar,

Que a pesar de los pesares

Aún podemos respirar.

Y no es que quiera espantarlos

Ni nada por el estilo,

Pero la parca anda suelta

Y acecha en cualquier camino.

Hoy, primero de noviembre,

Las 3 de la madrugada

Se apareció en “Las columnas”

Armada de su guadaña

Y a voz en cuello gritaba

“¡Las columnas! ¡Las columnas!”

Ahora sí valieron queso

Porque llegó la huesuda

Y esa no se anda  con cuentos,

Y a toda la producción

Les fue plantando su beso,

Y en ese preciso instante

Todos quedaron bien Muertos,

Así, como las columnas

Calladitos y bien tiesos.

A excepción del buen Rodrigo

Que todavía cuenta el cuento

Pues andaba en la “bohemia”

Y estaba rete-contento

Muy lejos de imaginarse

Que todos ya estaban muertos.

Y al llegar a la oficina,

A dos viejas horribles vio en la puerta

Una era la locura, otra la muerte,

Que lo esperaban con la puerta abierta.

Odio, dolor y miedo, todo junto

Sintió su alma muy acongojada

Después echó a reír, y en aquel punto

Volvió su ser en una carcajada.

Y dijo hablando en voz alta

“La vida no vale nada”

Es el día dos de noviembre

Y no hay ofrenda ni nada…

Prendan los cirios y velas

La sal, azúcar y el agua

Papel picado en las puertas

También calabaza en tacha

Que no falte en el altar

Nada para nuestras almas,

Y recemos un sudario

Y hagámoslo todos juntos

Pa’ que descansen en paz

Toditos nuestros difuntos.

Y les quiero recordar

Que tenemos una cita,

Presenciar el gran concurso

De calaveras escritas

Que cada año con mucho acierto

Festeja nuestra revista.

El jurado está en sus puestos

Comienza a deliberar

Y entre sorbos de chocolate

Y bocados de muerto… “el pan”

Están todos ya dispuestos

Listos a calificar.

Y ya me voy despidiendo,

Disculpen lo mal trovado

Aquí se acabó éste cuento

Y espero del juez el fallo

Para seguir escribiendo

Algo para el próximo año

Soy servidora de ustedes…

Elo Rojas de Ceballos.

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