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Más cerveza para la cabeza

Por Yuno Hernández @YunoHdz

Muchas y muchos de nosotros recordamos alguna fiesta épica en las etapas universitarias, aquella que te hace suspirar y anhelar esos tiempos de nuevo, en donde no importaba la hora o la clase que tendrías al día siguiente, lo que importaba era ese momento y si había suficiente alcohol para la noche.

Para algunas y algunos de nosotros, el alcohol fue un aliado para darnos valor, en esta ya mencionada celebración, para por fin hablarle a la persona que nos gustaba, para dar nuestro primer beso, para poder tomarnos de la mano, para invitarle a salir, para poder sacarla a bailar o para dormir, esa noche, en su casa de campaña. Esto ocurre porque el alcohol es un depresor del sistema nervioso central, es decir, esta sustancia bloquea algunos de los mensajes que intentan llegar al cerebro, por lo tanto, altera las percepciones, las emociones, los movimientos, la vista y el oído de una persona. Por ello es que después de un par de cervezas o unas copas de vino, uno se siente menos ansioso y mucho más relajado. Otra cerveza más hace que nos envalentonemos para hacer lo que ya platicamos.

A través de la red encontramos páginas que nos aseguran que una copa de vino diaria es beneficiosa para la salud, o que hablen de los beneficios que le deja la cerveza a tu cabello. Lamento darte malas noticias, pero nada de esto es cierto, de hecho, es todo lo contrario. Un grupo de investigadores e investigadoras de la Universidad de Pennsylvania se dio a la tarea de generar un estudio robusto de las personas que consumen alcohol y cómo se relaciona con la reducción del volumen de su cerebro. Las afecciones comenzaban en bebedores que eran moderados o con un consumo poco frecuente de alcohol, por supuesto que cuanto más fuerte era el uso, más diferencias se notaban cuando se comparaban con las personas que no bebían.

El estudio contaba con 36,000 adultos con características similares y los científicos procuraron las variables como la edad, la altura, el sexo, el tabaquismo, el nivel socioeconómico, la ascendencia genética y el condado de residencia; para eventualmente concentrarse en la comparación de los datos del volumen cerebral. Con esta población pudieron analizar los datos del uso del alcohol y notaron que de cero a una unidad de alcohol no suponía una gran diferencia en la medida del cerebro; pero pasar de una a dos o tres unidades al día, se asoció con reducciones tanto en la materia gris como en la blanca. Para podernos dar una idea del impacto, los investigadores compararon esta disminución en el tamaño del cerebro con la disminución que ocurre, de manera normal, con el envejecimiento. Según el modelo del experimento, cada unidad de alcohol consumida por día se refleja en un mayor efecto de envejecimiento en el cerebro. Los cerebros de los bebedores que tenían un promedio diario de cero a una unidad de alcohol, experimentaban el equivalente a medio año de envejecimiento. Pero para los consumidores que contaban con un promedio de entre cuatro unidades diarias, el envejecimiento de su cerebro era de más de 10 años.

Aunque esta investigación se dio con base en correlaciones, que son medidas estadísticas que expresan hasta qué punto las variables están relacionadas linealmente y se utilizan como herramientas comunes para describir relaciones simples, sin que necesariamente se tenga que hacer una afirmación sobre la causa y el efecto; los investigadores de la Universidad de Pennsyllvania aseguran que los hallazgos deberían de motivar a cuidar nuestra relación con este elixir dionisiaco.

Así que, si buscabas una señal para dejar la bebida, puede ser esta columna. Por otro lado, tampoco queremos asustar, solamente exponemos datos acerca de lo que consumimos, cada quien decidirá cual es su veneno.

Referencia:

University of Pennsylvania. "More alcohol, less brain: Association begins with an average of just one drink a day." ScienceDaily. ScienceDaily, 4 March 2022. <www.sciencedaily.com/releases/2022/03/220304090349.htm>.

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