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Corrosión

Por Bruno Rico Gómez

El trabajo de los metalurgistas en este mundo es pelear constantemente contra la degradación de los materiales. Desde mi punto de vista, la medicina es una de las ramas científicas más complicadas del mundo por el puro hecho de tener que salvar vidas humanas, pero aunque en las ingenierías no se trate la salud humana directamente cualquier error de cálculo puede generar un daño enorme.

Uno de los problemas irremediables en la vida diaria y real es el paso del tiempo, así como los estragos que este genera en los productos que fabrica el humano. Un ejemplo de esto es la corrosión, efecto de la atmosfera en la superficie de los materiales en un rango de tiempo determinado. Este efecto es causante de miles de accidentes al año, siendo las explosiones de cilindros de gas los más comunes. Pero la debilitación de las estructuras es más que una simple reacción, la mayoría de los cilindros y tuberías son fabricados con aceros y hierros especializados que soportan grandes presiones, así como la degradación química de la superficie.

Hay muchas ecuaciones que determinan los efectos de la corrosión en las superficies, pero el más acertado son las ecuaciones de Fick para la difusión. Estas ecuaciones determinan la transferencia de electrones de un material a otro, o en su caso a una atmosfera, tomando en cuenta la temperatura y el grosor del material. De esta manera se puede calcular la vida aproximada de materiales destinados ya que se puede estimar el porcentaje de oxidación en relación con el ambiente y al tiempo.

Si no se hacen estos cálculos o estimaciones no se logra determinar el tiempo de vida de los materiales y es aquí donde se presentan los problemas. Hay muchos casos donde la corrosión causo accidentes catastróficos y curiosamente uno de magnitud enorme se presentó esta semana.

El accidente del ducto de la plataforma en Campeche se genero por la falta de mantenimiento a los ductos submarinos de la zona. Normalmente no observamos la escala del asunto y aunque se observo la bola de fuego aun no dimensionamos el tamaño de los instrumentos que fallaron. Estos ductos están sometidos a la presión hidrostática en el exterior y a la presión del crudo en el interior, provocando que cualquier daño o fisura por más minúsculas que sean fallen catastróficamente.

Similar a un sistema de diésel a cuatro tiempos, la presión hace estallar el combustible cuando se encuentran el uno con el otro, lo que explica cómo se “incendio el mar”. Este fuego también se alimento por varias horas gracias a la incontable cantidad de crudo que circulaba por la tubería al momento. Ciertamente se deberá de hacer un peritaje de la zona de fallos para observar si fue la tubería la que fallo o en su caso fue la soldadura que une a todo el sistema.

Han existido grandes propuestas para evitar la corrosión por muchos años, desde las aleaciones de aluminio ultra resistentes a corrosión hasta los recubrimientos anodizados que pasivan la superficie de los cilindros, pero lamentablemente todos estos son extremadamente caros y más difíciles de fabricar.

“Si el corrosivo de la duda llaga tu mente sólo podrás curarla aplicando el útil ungüento del escepticismo.”

– Cristóbal Zaragoza.

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