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El Rock no ha muerto

Por Gabriela Del Reyo

No es nada raro escuchar a personas, principalmente hombres, criticar a artistas pop como Taylor Swift o Billie Eilish, o a bandas de rock como Muse o The 1975, bajo el pretexto de que “eso no es música, sólo es mercadotecnia” y, en caso de los nuevos grupos de rock, son atacados bajo el lema “el rock ha muerto” y les inventan o adjudican nuevos géneros o subgéneros musicales como ‘Pop Rock’ o ‘Edgy Pop’. También debido al avance tecnológico tanto en la producción como en la difusión, con el nacimiento de las plataformas por streaming, han surgido nuevas artistas y bandas de manera más continua y rápida.

Siendo honestos, el Rock no tiene ni siquiera un siglo de existencia, y el Pop apenas lleva 40 años, considerando su nacimiento desde el debut de Madonna y Michael Jackson. El Rock surgió a partir de la fusión de géneros principalmente de influencia afroamericana, como el Gospel, el Jazz y el Blues, que permitieron la creación del Rock N’ Roll, cuyo mayor representante es Elvis Presley; después, en la década de los sesenta, principalmente en Inglaterra, se consolidó lo que hoy conocemos como Rock gracias a bandas como The Beatles, Led Zepellin y Pink Floyd.

Estas bandas aparte de crear música con los instrumentos característicos de este género que son bajo, guitarra y batería (también se podría agregar el piano o teclado), escribían canciones con un enfoque de revolución y de crítica social y política. Este enfoque llegó a tal punto que se desarrollaron subgéneros como el Punk Rock (Sex Pistols, The Clash) y el Rock Psicodélico (Jimmy Hendrix, The Doors). Posteriormente, se fusionó con otros estilos y sonidos, y surgieron los subgéneros Grunge, Heavy metal, Hard Rock, etc., y por ejemplo, la banda inglesa Queen fusionó el rock con elementos de música clásica, lo cual sirvió de inspiración para que Muse hiciera lo mismo en nuestro siglo, sólo que con más tecnología y, por ende, sonidos más electrónicos.

El Rock no fue introducido sólo como un género musical en la sociedad, fue un parteaguas para que la población joven se volviera presente, fuera escuchada y expresara su opinión con respecto a las decisiones políticas, económicas y sociales que tomaban los adultos del siglo pasado; recordemos que era un período posguerra en el cual existían el muro de Berlín, las crisis económicas en Europa e iniciaron conflictos bélicos como la guerra de Vietnam. No hay duda de que el Rock unió a toda una generación; el poder de la música, es capaz de unir incluso a toda una nación, por eso existen los himnos.

Definitivamente el Rock nació como respuesta a esas circunstancias y al estilo de vida y de pensamiento que surgía después y durante las guerras del siglo XX. No obstante, la sociedad y las necesidades cambian, la humanidad está en constante evolución y afortunadamente. El filósofo peruano, José Maúrtua, menciona que “la música tiene una fuerza de adaptación evolutiva y por ello ha servido para la evolución del hombre en su larga carrera por la supervivencia y lo continúa haciendo”.

Así como el Rock fue una fusión de géneros, la música actual combina el rock, el pop, la música electrónica, el hip-hop/rap, los ritmos latinoamericanos e incluso el flamenco, como lo podemos notar con la cantante y compositora Rosalía. Ella de hecho dijo en una entrevista que “cada vez [está] más segura que todo está inventado” y que “la música no tiene dueño”. Gracias a ello, estos últimos años hemos escuchado a artistas como la misma Rosalía, Billie Eilish o Grimes, quienes toman inspiración de diferentes géneros y estilos, y a partir de estos crean un sonido muy particular que nos confunde a veces, porque pareciera que lo hemos escuchado antes pero a la vez no. No hay que menospreciar tampoco a las bandas de rock actuales como HAIM, The 1975, Muse, Green Day o The Neighbourhood; aunque llegan a utilizar recursos sonoros del pop, llevan consigo la tradición del rock.

De igual modo, muchos podrían decir que la música cada vez es más vacía y banal y que no es crítica como lo era el rock, lo cual no es cierto. Las nuevas artistas no sólo hablan del amor y del desamor como comúnmente se piensa de las mujeres que creamos arte: Madonna con “God Control” y Lana Del Rey con “Looking For America” y “When The World Was at War, We Just Kept Dancing” cantan acerca del comercio de armas en Estados Unidos que ha generado masacres en escuelas y lugares de ocio. Taylor Swift en “Only The Young” expresa su descontento con la política supremacista y obsoleta y nos anima como generación a seguir luchando para cambiarla, y en “You Need To Calm Down” canta en contra de la homofobia. Miley Cyrus y Ariana Grande le cantan al feminismo con “Mother’s Daughter” y “God Is A Woman”. Rosalía con su álbum Malamente enfrenta las dinámicas machistas en las relaciones. Grimes en su nuevo disco Miss Anthropocene canta sobre la maternidad y el calentamiento global, y Billie Eilish, con su álbum debut When We All Fall Asleep, Where Do We Go, toma como referente la salud mental, la depresión y el ser una adolescente en nuestros días.

Cada vez el hacer arte es más accesible, y lo mejor de todo es que, gracias a esta accesibilidad, más mujeres nos hemos sumado en diferentes ámbitos del arte, especialmente en la música y eso permite que evolucione en mayor medida. La música al ser una creación humana está en constante cambio, como nuestra sociedad, como nosotros, sólo que ahora se hace más evidente, por lo que podemos decir que el rock no ha muerto, porque la música sigue viva.

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