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Más que una torre.

Por Rodrigo Chávez

 

La elección de rector de la máxima casa de estudios se acerca de manera estridente y este acontecimiento debe ser de interés públicos por muchas y muy diversas cuestiones.

A lo largo de las siguientes columnas analizaremos propuestas, posturas y corrientes ideológicas de los hoy postulados a la rectoría de la UNAM, tomando en consideración únicamente a Enrique Graue y a Angélica Cuéllar pues son los candidatos más fuertes y relevantes de este proceso.

 

Esta primera columna se titula <más que una torre> porque la elección de una nueva rectora o la reelección de Graue pone en juego mucho más que una oficina.

Ser rector de la universidad más grande del país no sólo significa tener un poder absoluto en las escuelas y procesos de la misma, significa contar con una base social capaz de convertirse en votos de cerca de dos millones de personas, esto lo hemos visto a lo largo de la historia, los grupos de poder político como el priismo dominan la nómina en algunas escuelas como lo es la FES Acatlán y la ideología partidaria se milita activamente desde sus aulas, es bien sabido por la comunidad universitaria que las escuelas de derecho están copadas en su mayoría por quienes fueran actores políticos del régimen priista y que su ideología se sustenta y prevalece por el acercamiento a los jóvenes durante su formación, en otras palabras, la UNAM sirve como una plataforma política-ideológica que ayuda a las estructuras a tener militantes y actores políticos.

 

Además de eso la UNAM cuenta con un modelo de autonomía de ejercicio presupuestal, es decir que el rector recibe un presupuesto millonario al año por parte del gobierno federal y tiene la libertad de ejercerlo a placer entre sus escuelas, en este rubro la facultad de medicina es la que más apapachada se ha visto durante la rectoría de José Narro y de Enrique Graue y al mismo tiempo las más castigadas han sido la Facultad de ciencias políticas y sociales y la Facultad de filosofía y letras. 

 

También es importante mencionar que el presupuesto federal no es la única fuente de ingresos de la universidad pues es el rector quien tiene capacidad de decidir o proponer el número de rondas por exámenes de admisión contando al momento con 3 al año y con un costo promedio de 400 pesos por cada aspirante que desea realizar el examen. 

 

Todo el dinero que entra a la UNAM es, como ya mencionamos, repartido a las unidades académicas por el rector pero también es decisión del mismo la creación de nuevos centros de estudio y en este rubro es donde menos se ha avanzado pues a pesar de la creación de algunas unidades nuevas en el territorio, la UNAM no ha logrado generar infraestructura suficiente para satisfacer la demanda cada vez mayor de aspirantes y poder ofrecer espacio dentro de sus aulas a los miles de alumnos que cada año quedan fuera de la misma. 

 

Así mismo hemos visto que cuando la ideología política del máximo representante de la UNAM es acorde a la ideología del gobierno federal este último suele ser permisivo e incluso amigable para con la comunidad de la universidad y es importante entonces conocer cuál es la corriente de los candidatos y su posicionamiento con respecto al gobierno actual pues eso determinaría cuál sería la relación entre gobierno y universidad al menos los próximos cuatro años. 

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