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EL GIGANTE SE MUEVE

Por Rodrigo Chávez

 

En diversas ocasiones Chavela Vargas hizo alusión al poder de américa Latina describiendola como “gigante dormido”. Una vez dijo que ella no entendía, “porque si los volcanes en latinoamérica estaban despertando los latinoamericanos no podíamos despertar”. En el documental <Hecho en México> que data del 2012 Chavela dijo que ella estaba segura que México es demasiado fuerte pero está dormido, “el gigante ésta dormido, dejenlo pasar su siesta y vuelve a resurgir con una fuerza brutal”.

 

Pero esta descripción cosmogónica no responde únicamente a los mexicanos, es una característica del pueblo latinoamericano; latinoamérica es la región más grande, diversa y hermosa del mundo, compartimos raíces socio-culturales, idioma, historia, tradiciones, gastronomía pero sobre todo compartimos sangre con hambre de lucha y revolución.

 

Históricamente hemos compartido procesos de revoluciones que se desarrollan en efecto sucesorio, un territorio con 20 países y 7 <dependencias> o colonias que a lo lejos se comportan en origen e ideología igual, que luchan y sobreviven a pesar de sus problemas y sobre todo que tienen las tasas de felicidad más altas en el mundo, esto por supuesto contrastando con las tasas de desigualdad, los latinoamericanos son cosa seria; somos 626 000 000 + de habitantes que soportamos todo tipo de atrocidades, climas de -10° celsius en las montañas que delimitan Chile y Argentina hasta los arrolladores 50° de los desiertos del norte de México, soportamos 300 años de invasión colonial que arraigó en nosotros una hermandad e identidad que nos hacen sentirnos mucho más cercanos, soportamos ciclones, sequías, terremotos, maremotos, tsunamis, saqueos por parte de las potencias, malos gobiernos, corrupción, violencia, los latinoamericanos podemos soportar muchas cosas y ponemos buena cara, somos cálidos pero hay siempre un punto en el que la sangre hierve y gritamos ¡BASTA!, ¡NO MÁS!

El gigante latinoamericano ha estado dormido o peor aún, adormecido por los aparatos institucionales, pero de vez en vez el gigante latinoamericano se mueve, muchos lo creen muerto, muchos creen que pueden hacer lo que sea y que el costo no puede ser tan alto, creen que son intocables que el pueblo no se da cuenta, creen que el gigante está demasiado dormido para hacer algo, pero a veces, a veces el gigante se mueve, manotea y aunque ese movimiento sea mínimo la fuerza con la que lo hace es imparable y capaz de hacer temblar al mundo entero.

Esta ocasión el gigante decidió resurgir en uno de los sitios más pequeños, en una de las islas más asediadas y que sufre una condición colonialista de olvido y abandono de parte de su potencia U.S.A. estamos hablando obviamente de la hermosa y combatiente lucha de Puerto Rico, esa bella isla que nos ha dado grandes exponentes de la música popular como Don Omar, Tego Calderón, Calle 13, diversos cantantes de salsa y música caribeña, un territorio que desde 1917 fue anexado a Estados Unidos pero no ha obtenido reconocimiento social real por el gobierno. 

 

Una isla abandonada por el gobierno de Donald Trump quien despues del huracan “Maria”, que dejara grandes daños en la isla, dijo que sus gobernantes deberían ser más competentes, lo cual no es gracioso, o Trump no sabía que él era presidente de Puerto Rico o hizo pública una postura que domina en muchos niveles el gobierno de Estados Unidos y que entiende a Puerto Rico como “otros”, como “ellos” y no como parte de los estadounidenses.

 

Como en cada movimiento popular de revolución los motivos por los cuales la lucha se desborda son distintos pero la gota que derrama el vaso, el pretexto, no siempre es tan imponente o impactante ante el espectador que no desea ver las condiciones ocultas, en Puerto Rico lo que derramó la lucha fue una serie de mensajes de su gobernador Ricardo Rosselló en los que despotricaba de manera sexista, misógina y homofóbica contra el pueblo y los opositores pero insisto en la importancia de ver el fondo; la pobreza asedia a la isla desde hace más de 3 décadas, en la calle sigue habiendo gente afectada por el huracán de 2017, los escándalos de corrupción y mal manejo gubernamental son pan de cada día como en toda la región, pero el pueblo explotó con el tema de los mensajes, fue lo que faltaba para terminar de minar la mala administración, sin titubear y sin perder un segundo René de calle 13 se hizo actor principal de las protestas y le siguieron artistas de la talla de Ricky Martin y Bad Bunny quien canceló su gira por Europa para poder encabezar las protestas, el pueblo entero de Puerto Rico paralizó las calles, muelles, zonas comerciales, fábricas y escuelas durante 15 días, todos con un fervor que resulta cuando menos motivante. 

 

Las protestas eran coloridas, llenas de felicidad, reggaeton y perreo pero con un motivo específico, derribar al mal gobierno, terminar el abuso policial y exigir la cabeza del gobernador, la isla entera cansada decidió salir a las calles y hacer valer no sólo su voz sino su condición de gigante, el aparato institucional comenzó a sentir miedo pero se mostraba firme “No voy a renunciar, no he hecho nada ilegal, los mensajes son polémicos pero no ilegales” decía Ricky mientras miles de puertorriqueños gritaban a su balcón <Renuncia Ricky>, aquellos grandes intocables no aguantaron más de 15 días antes de reconocer que el pueblo no iba a desistir en sus intentos de hacerlo caer, el músculo gubernamental es fuerte únicamente cuando el pueblo no está de acuerdo pero cuando deciden gritar juntos; cuando codo a codo salen a luchar no hay quien pueda soportar.

 

15 días en los que la indignación, el dolor y el deseo de triunfar del gigante se expresaron con alegría, bailes, comidas populares amplias y protestas mayoritariamente pacíficas fueron suficientes para hacer claudicar a aquel regente que creía poder soportar el huracán social que se le venía gestando, el pueblo de Puerto Rico consiguió una victoria, una victoria que hace que la piel se enchine, que hace que la sangre hierva y que nos recuerda a todos que el poder está en nosotros, no en ellos, no en los que desde un escritorio deciden tomar medidas y muchas veces afectarnos. 

 

El poder lo ejercemos nosotros y cuando unidos decidimos tomarlo y demostrar no solo que somos más, sino que podemos organizarnos, cerrar filas, dejar de creerles y pelear por lo que es nuestro ellos caen, <el miedo va a cambiar de bando> es común leer en los barrios populares y es que es así, una vez que el gigante se organiza el miedo invade a las cúpulas de poder que siempre son muy pequeñas cuando se trata de encarar a todos los que hartos salen a gritar.

 

El dolor de Puerto Rico se convirtió en lucha y en fuerza para derribar un gobierno inepto y corrupto, ¡Alerta que camina la movilización social por América Latina! los poderosos nunca han entendido que cuando una mecha se enciende en cualquier lugar de nuestra América la américa de verdad, amplía, la plural, la combatiente, no hay forma de apagarla, las protestas sociales, la revolución, la lucha por la justicia y por cambiar las cosas son algo que nos hermana y que cuando un pueblo se levanta no solo se levanta un país, no solo se levanta una generación o una población, lo hacemos todos, en cualquier lugar de esta nuestra América, la lucha de Puerto Rico es la lucha de 26 países más quienes respaldamos y apoyamos no solo en lo privado sino en lo público a nuestros hermanos.

 

 ¡MUERA EL GOBIERNO! el grito que le dio a México una mecha para encender una independencia es el grito que Puerto Rico dio y logró, esto nos recuerda sin duda el gigante está dormido pero puede despertar y cuando lo haga nada ni nadie en este mundo podrá pararlo.

 ¡VIVA EL PUEBLO, VIVA LA GENTE Y VIVA LA AMÉRICA LATINA UNIDA PARA DERRIBAR EL MAL GOBIERNO!

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