Tendencias: ¿Seguirlas o adoptarlas?
Por Regi Baca
Si hay algo constante en esta vida es el cambio, de estaciones, humor, de clima, etc. A inicios del 2022 todxs sabemos que hay eventos que pueden cambiar el mundo entero de la noche a la mañana (hola, COVID), y estos influyen en nuestra cotidianidad inclusive sin que nos demos cuenta. Prueba de esto se encuentra en la manera en la que vestimos.
El ambiente global tiene una influencia directa en la industria de la moda, en las tendencias. Mismas que llegaban a marcar la estética de toda una época y definían toda una década. Con la llegada del internet y la inmediatez esto ha cambiado drásticamente. Ahora la vigencia de una tendencia puede ser reducida a tan solo un par de semanas, condenadas a caer en el olvido al pasar este tiempo. Marcando así, un ritmo inalcanzable que puede llevar a señalar o juzgar a aquellos que no lo siguen o mantienen. Seamos honestxs, esta forma de consumo es insostenible y francamente irresponsable.
La conversación sobre el consumo de fast fashion se ha ido abriendo cada vez más y es súper válido cuestionarnos, incluso necesario. ¿De verdad es necesario comprar ropa cada semana? ¿Lo compro por qué me gusta o por qué creo que lo necesito? ¿Lo voy a usar más de una vez? ¿Lo seguiré usando cuando pase de moda, cuando deje de ser tendencia? ¿Esto debería limitar mis elecciones al vestir?
Usar tendencias religiosamente no es lo mismo qué tener estilo y considero que el estilo personal debe ser prioridad sobre verse trendy. La consolidación de nuestro estilo al vestir puede tomar años y este mismo puede llegar a experimentar cambios, igual que nosotrxs como personas.
Tampoco se trata de satanizarlas, creo que todxs hemos pecado de seguir alguna tendencia y jamás volver a tocar esa prenda, a veces esas fotos en instagram se ven muy bonitas. Así que en lo personal les aconsejo ver las tendencias no como una regla a seguir sino como una invitación a experimentar algo nuevo, a probar si nos gusta, nos hace sentir comodxs, si va con nosotrxs o no. Recordar la importancia de vestirnos por y para nosotrxs mismxs.
