top of page

Movimientos feministas desde la periferia – Más allá del género

Por Ankaret Alfaro

Los movimientos feministas y de mujeres son muy diversos a lo largo de toda la región latinoamericana, incluso dentro de sus respectivos contextos, por ejemplo así como en el contexto mexicano existen diversos movimientos feministas y de mujeres organizadas dentro de la centralidad de la ciudad, están aquellos que se extienden hasta las más marginadas  periferias, y además es sumamente importante dejar de invisibilizarlos y reconocer sus particularidades, pues son esos movimientos tan dispersos los que han trabajado por los derechos y necesidades de las mujeres histórica y sistemáticamente subalternizadas. En ese sentido, se ha buscado pluralizar el objeto de estudio del feminismo: que el género no sea la categoría central de su análisis, sino poner sobre la mesa otras categorías que implican interseccionalidad: lo que también nos atraviesan además de ser mujeres, como la raza y clase.

Por otro lado, también quisiera introducir al sentido colonial dentro de los feminismos latinoamericanos, basándome en el texto de Yuderkis Espinosa, en donde comenta en principio, que la historización del movimiento basada en las famosas olas del feminismo presenta una problemática de interpretación eurocentrista y es aquí donde comienza la colonialidad del feminismo. El texto de Espinosa también aborda la problemática del movimiento al ser formado principalmente por mujeres blancas de las clases medias y de la élite intelectual, razón por la que los discursos producidos desde los feminismos latinoamericanos traen una colonialidad intrínseca, por lo que el feminismo decolonial, el feminismo del Abya Yala, se configuró principalmente por las experiencias de mujeres racializadas en la región latinoamericana a partir de la herida colonial. Este feminismo considera al colonialismo como la institución de la modernidad occidental que dio paso a la concreción de la colonialidad global, traducida principalmente en la clasificación racial de las poblaciones, la división internacional racista del trabajo entre los centros y periferias; y la conformación de Estados-nación modernos y occidentales. Por otro lado, sugiere que el progreso y liberación de las mujeres blancas de clase alta, está basada en la explotación de mujeres racializadas y de clases pobres.

Por otro lado, sobre los feminismos populares, afirma Claudia Korol: “Me refiero a la irrupción en la política de colectivas de acción, pensamiento, sentimientos, sueños, que asumimos el feminismo como una propuesta que desafía a las múltiples opresiones producidas por el capitalismo colonial y patriarcal. Feminismos indígenas, campesinos, barriales, de trabajadoras de doble y triple jornada. Feminismos de sujetas no sujetadas, que respondemos colectivamente a los desafíos de la sobrevivencia, y vamos haciendo realidad la propuesta: «si tocan a una, tocan a todas».” (Korol, 2016)

Los diversos feminismos de la región latinoamericana tienen luchas diversas: se ha pensado que en el feminismo todas las mujeres tienen y buscan resolver las mismas necesidades, cuando en realidad según el territorio y condición social es diferente. Pero algo que tienen en común es la búsqueda de alternativas reales que además cambien el imaginario colonizante que tiene como consecuencia la centralización de las necesidades y el querer huir de nuestros pueblos.

La apuesta por los feminismos comunitarios y populares es algo que beneficia al resto de luchas feministas y de mujeres, como las luchas por el rescate, resguardo y protección del territorio y la reconexión con él, de la comunidad y la memoria histórica de los pueblos. Pero para esto es importante también observar cómo se configura el contexto económico, social, geográfico y político de las periferias, además de las violencias estructurales y sistémicas que la habitan, como el racismo y la homofobia.

bottom of page