Mamá no les creas, no hui de casa ni mucho menos sigo de fiesta. Fui subida por la fuerza a una camioneta donde me amenazaron y golpearon para que dejara de gritar, me llevaron a un cuarto sucio para arrancarme bruscamente la ropa y violarme en repetidas ocasiones durante semanas, llore lo suficiente para crear un río e intentar regresar a casa pero lograron hundir mi cabeza hasta asfixiarme. Mamá tengo miedo, no sé qué hago aquí, por favor no dejes de buscarme, encuentra el zapato que se quedó olvidado en la carretera. Estoy debajo de la tierra esperando florecer para ti y poder consolar un poco todo este dolor que cargas.

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Ellos me mataron, con su irracionalidad de querer ser dueños míos y privarme de todo lo que alguna vez fui. El sistema de justicia también me mato, con su nula respuesta a mi búsqueda, visibilizando una vez más el desinterés que hay hacia la vida de nosotras las mujeres. Todos ellos me mataron, a mí y a otras 8 más, hoy fuimos nosotras mañana serán ellas y nunca acabara esto. Me mataron y ahora me quieren olvidar mamá, pero sé que tú no lo harás, y que la rabia atraviesa ahora tu pecho, sé que no puedes decir mi nombre sin sentir como se quiebra una parte de ti, sé que tampoco entiendes cómo es que el Estado nos está matando y ahora quiere burlarse en tu cara poniendo en duda todas las pruebas que has recaudado.

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Mamá, haz temblar a los jueces y judiciales de miedo cuando los veas a los ojos mientras exiges justicia y gritas mi nombre, incendia todos los obstáculos que pondrán para ignorarte. Mamá no olvides como es que encontraron mi cuerpo gris y con la mirada al cielo esperando verte una última vez porque sabía que me encontrarías, no olvides las marcas de mi cuello que me hicieron al tratar de callarme. Pero por favor tampoco olvides todas esas noches donde me abrazabas al llegar a casa ni mucho menos lo mucho que te amo.

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Hoy me quitaron la vida mamá, pero encontraras mi cuerpo después de ocho meses el cual muestra el infierno que pase durante semanas, aún conservare el camino de quemaduras por los cigarros que apagaron en mis muslos, no traigo la ropa con la que salí de casa y algunas costillas están rotas de los golpes que me dieron.

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​Hoy me quitaron la vida mamá, y desde hace semanas mi rostro circula por la redes con un cartel de ‘’Desaparecida´´, en ocho meses los medios de comunicación sacaran una nota con fotos de mi cuerpo sin censura revictimizándo a mi familia y a mí. Y en 10 meses la fiscalía le dará carpetazo a mi caso sin siquiera haber encontrado al culpable de mi feminicidio.