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Ni patria ni dueño

Por Rodrigo Chávez

En mi poema favorito Bendetti dice:

 

“Olvidaban poner el acento en el hombre.

La culpa no era exactamente de ellos

sino de otros más duros y siniestros

y estos sí

cómo nos ensartaron

en la limpia república verbal

cómo idealizaron

la vidurria de vacas y estancieros

y cómo nos vendieron un ejército

que tomaba su mate en los cuarteles.”

Seguramente esta columnas sea leída bajo efectos adversos del festejo patrio y con un tremendo dolor de cabeza que les lleve a lxs lectorxs a pensar “¿cómo llegué aquí?

Por años hemos visto cómo los intelectuales no alineados al poder en turno han generado diversas resistencia en contra del nacionalismo mexicano y mundial a decir verdad. La famosa y trillada frase “nada que celebrar” se ha incrustado en los discursos que rodean estas fechas. En lo personal comparto la postura aunque ahora bajo ciertas reservas. Dichas reservas se deben a tener por primera vez en mis años de vida la posibilidad de tener confianza y un atisbo de esperanza en el proceso político y de gobierno vigente.

A pesar de esta esperanza no puedo olvidar mi formación como disidente del nacionalismo, no puedo olvidar las palabras de los hermanos Flores Magón al respecto “¿De qué patria hablan los pobres si no tenemos ni en qué caernos muertos”. Nos enseñan desde pequeños a hincharnos el pecho cuando suena el himno, nos llevan al punto de encharcarnos los ojos cuando vemos ondear un trapo que bien podría ser de cualquier color o tener cualquier escudo en el centro. Pero, ¿qué es el himno sino música y letra sin más?, ¿qué es una bandera sino un pedazo de tela?, ¿qué es la patria sino la idea que se nos ha impuesto?

¿Qué nos hace mexicanos? Esa es una pregunta que debemos tener presente alrededor de esta reflexión, será que ser mexicano es haber tenido la suerte suficiente de haber caído dentro de estas fronteras que hemos construido sin sentido o tiene que ver con una autoadscripción…

¿Qué nos hace mexicanos?, ¿las culturas prehispánicas? Lo dudo porque más allá de la propia cultura mexica (que no azteca) la mayoría de culturas se suelen invisibilizar y mientras mas nos alejamos del centro más desdibujadas encontramos las fronteras en las que habitaron diversas culturas, hacia el sur podemos ver presencia Maya desde Campeche hasta algunas regiones de sudamérica.

La patria no es más que un cuento más de aquellos que nos contaron para estar dispuestos a tomar las armas y matar a quien se atreva a atentar contra los intereses de grupos económicos y políticos. Grupos a los que no pertenecemos.

Pero también es cierto que la patria son los ojos de mi abuela, que existe un sentimiento de arraigo más que a la tierra, al himno o a la bandera a las personas que han hecho de mí lo que soy, con las que crezco y comparto. Quizá la patria no es mala, quizá debemos re-apropiarnos del concepto y comprender que la patria son les amigues que te sostienen. 

La patria tiene que ver con sentarse a la mesa en un 15 de septiembre o cualquier día del año. Compartir un plato de comida, un trago y cantar para poder sostenernos los unos a los otros. Como decía Galeano, “Por el pretexto” aún cuando ese pretexto sea un mito fundacional.

¡VIVAN LXS AMIGXS QUE NOS DAN INDEPENDENCIA!

¡VIVA LA FAMILIA QUE NOS DA LIBERTAD!

¡VIVAN LXS COMPAS QUE NOS BRINDAN SU APOYO!

 

¡VIVA LA PATRIA QUE SOMOS JUNTXS!

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