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Pastoema

Por Beatriz Velázquez. Tw: @bio_beatriz

Hola, en esta ocasión, les traigo un poemita que he ya publicado en una revista de divulgación del Instituto de Ecología (INECOL), llamada Eco-Lógico (Les dejo la liga: https://www.flipsnack.com/deblith/volumen-3-no-1-primavera-2022/full-view.html). Ustedes comprenderán; han sido días santos dedicados al amor.

En deportes yo fui protagonista,

crecí como alfombrilla de beisbolistas. 

Zacate de Bermuda me decían, 

pero ya sólo en las banquetas me veían. 

Hablo el lenguaje del viento, 

el que toca tiernamente mis pequeñas espiguillas,

casi siempre asisto a conciertos urbanos,

con sonido de claxon sin necesidad de abejillas.

Para volar y moverme entre el gris concreto, 

no necesito alas ni patas,

me basta con mis estolones coquetos, 

y poco a poco arrastrarme entre delgadas grietas.

Mi carnal el Zacate blanco otra técnica posee,

como viajero entre las junglas del asfalto, 

las pequeñas cerdas dentadas entre sus flores, 

se adhieren a transeúntes y perros despistados.

Bello y feo cadillo, que protege al embrión

viaja entre calcetines causando comezón.

Llega a su destino, donde el polvo se acumuló,

y en donde la escoba no barrió.

Otra intención tiene mi primo el pasto rosado,

ser acariciado ansiosamente por manos inquietas,

que al sentir sedosas inflorescencias, 

el resultado son frutos en pedazos arrancados.

No gastes tus lágrimas por un desamor, 

mejor espera a la primavera por el Zacate amor 

porque con las lluvias veraniegas y el calor,

crecerá el perfecto follaje para follar.

En donde no llega el taxi en la periferia,

me abro camino creciendo en las orillas, 

mi familia es fuerte y aguerrida, 

en un año hago toda mi vida. 

Uno de mis parientes más vistosos y a la moda, 

es el Zacate Buffel o pasto cola de zorra. 

Forma pasarelas amacolladas en las esquinas,

en espera de una lluvia dorada canina. 

Ornamental y al mismo tiempo escapista,

pues no hay quien impida colonizar la avenida.

La única amenaza es la segadora asesina,

que, a las plantas banqueteras osa terminar su vida.

No conforme el zacate cola de zorra, 

además de ser estrella de jardinera, 

anhela conquistar adyacentes ángulos de muros,

y con sus tallos pájaros construyen sus refugios.

No se olviden tan rápido de los pastos, 

estamos en todos los platos y vasos,

Desde arroz chino, hasta un mexicano taco,

Tarro de cebada fermentada y vodka de centeno de un trago.

Canas verdes hacemos crecer a 

estudiosos taxónomos y agrostólogos,

pues nombrarnos y examinarnos ha sido complicado,

ni aunque fumen flores y coman pastos, pueden descifrarnos.

Fin

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