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MIOPÍA SELECTIVA

Por Rodrigo Chávez

Siguiendo con el tema de la semana pasada es importante señalar que la ideología neoliberal no solo desprecia las ideas, sino también desprecia la consecuencia directa de la historia; esta impermanencia exigida por el modelo político-económico es como vivir sin pasado, el ayer no importa, y en medida de que no importa entonces el hoy es producto irrenunciable de una nada que no se explica…

Claro que esto no es así, la realidad consta de medidas precisas para poder ser vista, los hechos, las interpretaciones y más concretamente EL CONTEXTO. En política mientras más contexto, mejor.

El hoy es consecuencia lineal de las decisiones de ayer, de las concepciones previas y de los vicios pasados; el futuro, será el resultado del hoy. Pareciera una obviedad, e incluso es incómodo leer (y escribir) algo tan obvio, pero allá afuera pareciera que esa obviedad será el descubrimiento del próximo premio Nobel. Volver a arraigar un concepto tan sencillo como “causa-efecto” en la vida política es algo muy complicado en un país en el que se tiene un gran porcentaje de electorado con miopía selectiva.

La miopía selectiva es una grave enfermedad que acecha a la población mexicana, y que resulta no solo bochornosa sino cansada. Este fallo óptico generalizado es ya una pandemia que en lo muy personal me preocupa demasiado, y es que tampoco hay que ser oculista para verlo, basta con hacer un análisis sencillo al respecto de los vertidos tanto en las redes sociales como en la vida cotidiana; por mucho tiempo caí en el error de creer que había una mala intención, que los sesgos ideológicos personales eran quienes hacían que estas cosas sucedieran…

Hoy lo he descubierto, no es que no lo quieran ver, es que su visión está afectada, y bastante.

Analicemos uno de los argumentos más comunes y que ha causado gran furor entre todos los usuarios de twitter en días recientes, El titular de El Financiero reza: “AMLO supera en aprobación a sus antecesores en primer año de gobierno”

Y la gran mayoría de los usuarios de la red social se biparten: por un lado tenemos #AMLOVERS, que ven en la encuesta de El Financiero una completa perfección del presidente; por el otro lado tenemos a los #AMLOHATERS que buscan siempre la manera de “demostarnos” cómo AMLO no es querido por <nadie>.

Ambos bandos sufren una miopía severa, pues aunque los primeros pudieran llegar a justificar su postura a través de la legitimidad popular y la gran aceptación de Andrés Manuel, olvidan, por ejemplo, introspectar sobre la pérdida de confianza en la estrategia de seguridad, tema urgente que podría costarle a Obrador esos números positivos.

El bando opuesto pareciera tener un problema relativamente mayor, pues ensimismados y con tremenda egolatría tratan de legitimar su postura posicionando Hashtags en twitter, pregonan que nadie quiere a AMLO por cómo se comportan las tendencias en la red social y juran que nunca, jamás, se había odiado tanto a un presidente…

Pareciera que el segundo bando olvida que con trabajos cerca del 60% de la población cuenta con acceso a Internet, y que de ese 60%, aproximadamente el 40% tiene una cuenta de twitter; de ese porcentaje debemos considerar que más o menos la mitad está a favor de AMLO y la otra mitad en contra…

En otras palabras, parece que olvidan que twitter no es un Estado, que no se puede votar ahí, y peor aún, que no es una muestra de la realidad, aunque les gustaría que lo fuera.

Esta creación de realidades alternas responde a la manipulación mediática que surge en la plataforma y emana de la ignorancia de los usuarios con el saber cómo funciona una tendencia. Hablemos, por ejemplo, de los “tuitstars”: antes de la llegada de los influencers estaban los tuitstars; eran cuentas, en su mayoría personajes, con grandes cantidades de seguidores que juntaban algunos “clanes” o “teams” para ganar seguidores y sobre todo posicionar tendencias. Supongamos que hay un team con 200 personas que se coordina para escribir “los perros son mejores” a las 7:00 PM y cada uno puede generar, en espacio de 10 minutos aproximadamente 10 tuits, eso nos generaría una cantidad de 2,000 tuits en 10 minutos con un Hashtag, y entrará a las tendencias en el minuto 11, y entonces se retroalimenta con tuits de otros usuarios y retuits de los usuarios ligados al clan. Eso no hace, por sí sólo, que los perros sean mejores, simplemente hubo una coordinación para posicionar una tendencia.

Pues esto mismo sucede en la actualidad con la política en twitter México. Con cuentas como “Tumba burros” o “GlodeJo07”, 2 personajes que opinan sobre política sin base teórica ni ningún rasgo de análisis serio, pero con gran alcance, convocan a sus seguidores a utilizar ciertos hashtags o palabras clave, coordinan con cuentas como “brinquitos, chochos, chumel torres” y algunos otros personajazos de la farandula mexicana para que los seguidores de estas cuentas participen y la tendencia tenga retroalimentación.

No poder ver que las tendencias como “kks” o “AMLOELMEJORPRESIDENTEDELMUNDO” están manipuladas por ambos bandos es simplemente negarse a ver la verdad.

Pero la miopía selectiva afecta también aspectos más importantes de la vida pública y sobre todo en estos momentos. Ante la crisis de salubridad internacional, el gobierno federal ha mantenido un trabajo impecable e incansable ante la pandemia y ante la desinformación; las conferencias diarias del subsecretario Hugo López-Gatell nos presentan informes detallados con cifras contrastables y metodologías confiables proporcionadas por el CONACYT, la UNAM, el IPN y grupos de expertos en diversos temas. Todos los días vemos a los expertos explicarnos gráficas que nos dan certeza de lo que sucede con la pandemia en el país. No obstante, ante este enorme esfuerzo, la miopía también afecta a ciertos sectores de la población, sectores que coinciden con lo que decíamos al inicio, lo de no tener pasado y vivir en un eterno hoy sin principio ni final.

Estos ciudadanos de la república de tuiter amanecen un día dispuestos a escuchar a personajes como, por ejemplo, José Narro Robles, quien es un médico, y entonces, sin pasado, sin contexto y sin más deciden tomar como ley universal lo que provenga de este sujeto.

Olvidan, con toda intención, la administración de Narro como secretario de salud; olvidan también su militancia en el PRI, sus roces con AMLO y sobre todo…

La animadversión que existe desde 1986 entre Hugo lópez-Gatell y José Narro Robles

Las diferencias político ideológicas entre los actores políticos rara vez consiguen un consenso y muchas veces trascienden al tiempo y espacio en el que surgen. La mayoría de estos desencuentros mucho tienen que ver con las corrientes ideológicas que se adoptan y las visiones de nación tan distantes. Narro pertenece al mundo pro capital, al neoliberalismo estatal y al desmantelamiento de los servicios públicos y sociales; Gatell, en cambio es parte de la 4T, de la justicia social y de la redistribución de la riqueza de manera justa… puntos encontrados, por supuesto.

Pero que Narrro busque minar la confianza en el doctor Gatell es simplemente ruin, y peor aún, que decidamos ver a José Narro Robles como una persona comprometida con el bienestar social, apolítica y objetiva es simplemente querer cerrar los ojos para cumplir con la satisfacción personal de poder despreciar a la administración en turno.

Narro no es el único: Calderón, Javier Lozano, Mariana Gómez del Campo y muchos otros actores públicos contrarios al gobierno creen que el golpeteo es parte de la oposición y transmiten eso a quienes desde la ciudadanía no comparten la visión del gobierno.

Desde este espacio mi posiciono en contra de las rencillas políticas que ponen en riesgo a la población y generan un ambiente de desinformación y caos político-social, persiguiendo intereses meramente personales.

Estar conscientes de estos sesgos y de nuestra propia miopía nos ayudará a entender mejor el panorama tan complejo que tenemos frente a nosotros.

Aprovecho también para recordar la fecha de natalicio de Karl Marx, quien sin lugar a dudas revolucionó la manera de comprender la vida, y sus postulados son, hoy más que nunca, necesarios para forjar un futuro mejor, más justo y equitativo para todxs.

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