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Rompamos los vestigios coloniales

Por Ankaret Alfaro

"Esto puede ser polémico, pero ¿no deberíamos hacer un estudio en África donde no tienen mascarillas ni tratamientos ni reanimación? Se hace en estudios en el caso del sida, donde usan prostitutas para probar ciertas cosas porque saben que están muy expuestas y no tienen protección"

Esta fue la propuesta que hizo durante una entrevista, el Médico Jean Paul Mira  jefe del servicio de reanimación del Hospital Cochin de París, sobre las pruebas de la supuesta vacuna del COVID-19, idea  apoyada por Camille Locht, médico del Instituto nacional Francés de sanidad e Investigación Médica, el pasado primero de abril. Esto sólo puede afirmar una cosa: la mente colonizadora sigue arrasando y sometiendo continentes enteros y con ello a su gente y por lo tanto los sistemas de opresión sacan a relucir la real desigualdad por el complejo de superioridad y deshumanización eurocentrista.

A principios de marzo, los países del continente africano aún no presentaban los casos de COVID-19 de la misma forma que ya se presentaban exponencialmente en Europa y América, fue entonces, cuando las cabezas racistas comenzaron a cuestionarse lo anterior haciendo aquellas alusiones a la resistencia o inmunidad hacia el virus por cuestiones de raza.

Si no se le considera a alguien inferior, ¿entonces por qué si quiera se piensa con comerciar con sus propias vidas? El sur del globo entero, considerado como inferior ante los países hegemónicos, ha sido el fuerte de políticas coloniales y esclavistas y por lo tanto con el comercio de la gente que ahí habita.

Y a pesar de que el director de la OMS haya reprobado las palabras de aquél médico, no es nada nueva ésta situación. Ejemplo,  en 2014 cuando se sufrió una epidemia de ébola en el occidente de África, laboratorios de países como Francia, Reino Unido y Estados Unidos tomaron muestras de sangre -sin consentimiento- para hacer pruebas y comenzar lo más pronto posible a comerciar con medicinas y vacunas que obviamente más tarde, por el precio, no sería accesible a elles mismxs. Y de la misma forma sucede con experimentos para conseguir vacunas contra el sida, que bien menciona el médico en la entrevista con palabras completamente  racistas, clasistas, machistas y en resumen, inhumanas.

Otro ejemplo, en 1996, en Nigeria surgió un grave brote de meningitis, la empresa Pfizer de investigación farmacéutica con potente presencia mundial, durante la búsqueda de un medicamento, experimentó con pacientes y gracias a esto murieron 11 niños y alrededor de 200 terminaron con daños cerebrales, entonces la empresa decidió que todo se arreglaría pagando 75 millones de dólares al gobierno del estado de Kano en Nigeria y 175.000 dólares a los padres de cuatro de los niños que murieron.1

Estos experimentos, insisto, se hacen en el sur del globo, ¿por qué no se hacen en países europeos, o en los mismos Estados Unidos? ¿Es acaso que evitan a toda costa aquellos largos trámites burocráticos que por lo menos facilitarán que les participantes (voluntarixs) se expongan a las pruebas de manera totalmente consensuada ya que tendrían toda la información de las consecuencias que puedan tener esas pruebas en su cuerpo y por lo tanto estarían segures de que de cualquier modo siempre estarán bajo el cuidado de aquelles médicos que les someten a esas pruebas y por ende, tendría un seguimiento y completo financiamiento? ¡Por su puesto!  Les parece más fácil probar con aquellos países a quienes parece que la gente es un producto más de reserva de aquellos países hegemónicos.

Los procedimientos de experimentación no son consensuados ni por los propios países africanos, pues se disfrazan de vacunas gratuitas sin advertir de las posibles consecuencias, y paradójicamente, si las pruebas llegasen a funcionar, cuando comienza su comercio, esas vacunas serían imposibles de comprar para elles mismxs.

Estamos hablando de un continente entero, África se compone de 55 países, y siguen siendo subordinados bajo la mentalidad colonial de aquellos países que usan a ésta población a manera de reserva, para ellos, la raza y la clase sigue siendo un intento de justificar atrocidades.

¿Qué pasa con las enfermedades que se encuentran en ese continente y que desde hace años matan a cientos de personas? No se apresuran a conseguir vacunas ni medicamentos porque no habría ganancias en una región en la que su sistema sanitario no puede financiarlas.

La gente que habita el continente reclama el inhumano trabajo de éstos investigadores, saben que en ningún momento se les sale lo filantrópicos, pues nunca han hecho el mínimo esfuerzo por acercar servicios médicos para toda la población afectada por el ebola, por ejemplo, porque si no se trata de la población blanca, no es una emergencia sanitaria.

Debemos desarticular y dejar de reproducir el sentido colonial esclavista que se representa en políticas racistas y clasistas que van de la mano con las diversas opresiones que han causado dicha desigualdad. Usar a la población negra, africana como laboratorio de experimentación sólo demuestra que seguimos reproduciendo los vestigios de la colonia en simples cuestionamientos que traen detrás el ego eurocentrista, y consigo mucho odio, racismo y clasismo.

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