Tripofobia
Por Bruno Rico Gómez.
El mundo de las fobias es increíblemente basto y hasta en ciertas ocasiones bastante raro, hay quienes le tienen fobia a las arañas y otros a las palabras largas. Una de las fobias más comunes es la tripofobia, miedo o repulsión a patrones repetitivos de agujeros, aunque esta fobia se empezó a esparcir por mediados de 2008 cuando imágenes con patrones repetitivos de agujeros comenzaron a circular por las redes sociales.
Pero bueno, en realidad no les quiero hablar de las fobias, yo les hablaré sobre los poros en general. Aunque olvidados, los diferentes tipos de poros forman parte de la vida rutinaria y ciertamente sin ellos no tendríamos la vida que tenemos.
Una de las aplicaciones principales de los poros es en la construcción, donde menos lo esperan. Los ladrillos tienen características importantes que deben de cumplir para ser utilizados en la construcción: la compresibilidad, la baja conductividad térmica, flexibilidad bajo compresión y algunas características químicas para procesos especiales como lo es la fundición de hierro en alto horno o la fundición de acero en convertidores BOF.
Estas características están ligadas a diferentes propiedades pero principalmente se refieren al material de composición y a su estructura, tanto microestructural como macroestructural.
Los tabiques tienen una cantidad elevada de poros en toda su estructura, esto permite que tenga una permeabilidad superior (propiedad física de los materiales de dejar pasar fluidos a través de su cuerpo) cualidad que permite pegarlos de manera muy íntima con cemento en las construcciones, por esta razón la mayoría de los ladrillos son de arcillas o cementos. Los mismos poros actúan como soporte estructural para las edificaciones, a esto le llamamos compresibilidad, debido a que presentan valores muy altos para el soporte de esfuerzos muy grandes, este tipo de materiales siguen siendo utilizados en la construcción al día de hoy.
Otra de las utilidades principales de los materiales porosos es en la fabricación de filtros, esencialmente filtros de agua, ya que estos materiales logran retener los contaminantes dentro de su malla porosa. La utilidad del filtro se determina por el tamaño de los poros u oquedades, entre más pequeños mejor es la calidad del filtrado y viceversa. Este tipo de filtros novedosos se utilizan en casas inteligentes, proyectos de filtración de agua de ríos contaminados para comunidades dependientes de estos mismos.
Para mí, la utilidad que mejor representa el uso de materiales porosos en la filtración es en el uso de este tipo de cerámicos y esponjas para la protección de agua contaminadas con aceites, gasolinas y petróleo en los derrames del golfo de México y otras partes del mundo. Este uso representa una innovación tecnológica sin igual para el combate de la contaminación por derrames.
Finalmente, los poros han llegado a las aplicaciones más complicadas del mundo: Las prótesis quirúrgicas. Las porosidades de las matrices fungen como cavidades para que el calcio de los huesos se incruste en ellas, entre mejor sea la unión hueso-prótesis mayor es la cantidad de calcio dentro de los poros. Otro de los usos más técnicos es en la fundición, donde se colocan mallas de materiales cerámicos para reducir la velocidad de vaciado hacia el molde, provocando una pieza con deformidades menores pues entre más lento el vaciado mejor es la calidad de la pieza.
“Oficio noble y bizarro entre todos el primero, pues que en la industria del barro Dios fue el primer alfarero y el hombre el primer cacharro.”
– Refrán antiguo.
