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Ahogarse en un vaso de agua

Por Bruno Rico

La vida rutinaria nos aleja cada vez más de lo crudo que puede ser la naturaleza y aunque normalmente la infraestructura donde habitamos siempre nos protege hay situaciones extraordinarias que nos recuerda quienes somos y particularmente nos recuerda que somos minúsculos ante la fuerza del planeta.

Uno de los ciclos naturales del mundo es el ciclo del agua, desde la evaporación hasta filtración son eventos que se han presentado en la naturaleza una infinidad de veces. Este ciclo describe la migración constante de agua mediante fenómenos 100% naturales, por lo que de cierta manera no puede ser modificado a gana del ser humano. Se han realizado intentos por detener las lluvias en lugares húmedos y viceversa para lugares secos, pero la naturaleza ya tiene todo bien controlado.

Este ciclo se ha cumplido desde que las primeras nubes de vapor de agua se formaron por las explosiones volcánicas del planeta lo que indica que el agua ha estado en este mundo por miles de millones de años. Este mismo ciclo ha sido el encargado de darle forma a nuestro planeta desde los ríos y lagos hasta la fosa de las marianas y los grandes cañones, todo gracias a la erosión causada por la filtración de tan preciado líquido. De esta misma manera se formaron los grandes océanos y las panorámicas playas, no es extraño que entre más cerca de las playas el tamaño de las piedras y sedimentos disminuyen.

Gracias a este líquido fue posible el origen de la vida y ha sido parte importante de los asentamientos de las civilizaciones más importantes de la vida como lo fue Tenochtitlán, Venecia, Holanda y como no mencionar la zona pantanosa de Florida. Muchas civilizaciones basaron su existencia con la cercanía a los cuerpos de agua más importantes del mundo como el rio Támesis y aquellos que no lo hicieron planearon infraestructura suficiente para mover el preciado líquido a sus ciudades como en su momento lo hizo Roma.

Pero así como ha dado forma y vida al planeta, este ciclo es altamente destructivo como se ha visto a lo largo de estas dos semanas con las inundaciones por las intensas lluvias que no han cesado. Inclusive desde antes, pues en la zona de Bélgica-Alemania-Países Bajos sufrió de grandes deslaves, inundaciones impresionantes y lamentables muertes por toda la zona. En realidad nadie tiene la culpa de estas situaciones ya que como mencione al principio la naturaleza es impredecible y altamente agresiva, tanto que de vez en cuando nos lo recuerda de esta manera tan impactante.

La devastación es parte de la naturaleza y aunque el humano ha luchado contra ella cada batalla que gana es como un grano de arena en una playa. Pueden poner murallas, construir diques o grandes represas pero el ciclo debe de continuar y no hay quien lo pueda parar.

“No pretendas apagar con fuego un incendio, ni remediar con agua una inundación”

- Confucio

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