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Fuera agresores de aulas virtuales.

Por Ankaret Alfaro

Hace unos días, me encontraba a media clase vía zoom cuando noté que alguien colocó una imagen frente a su cámara que decía “compartiendo clase con un agresor” y en seguida un par de compañeras comenzaron a escribir  en el chat repetidas veces “agresor” por lo que una compañera decidió prender su micrófono para decirle al profesor que ella no estaba dispuesta a compartir clase con un hombre que tiene dos denuncias. El profesor estaba desconcertado, nervioso, no sabía qué hacer y su respuesta no fue lo más acertado al decir que si nos queríamos salir, entonces lo hiciéramos, hasta que finalmente, por la vergüenza de haber sido expuesto, el agresor abandonó la clase.

Dentro del contexto en el que nos encontramos les estudiantes de la FFYL, me pregunto: si las mujeres organizadas mantuvieron tomada la facultad, luchando y resistiendo alrededor de cinco meses por los casos de acoso y abuso sexual ¿No fue tiempo suficiente para que el profesor se cuestionara y reflexionara entorno a la toma? (también todes les profesores y todes les alumnes).

Obviamente no sólo se trata de este caso específico, pues me parece increíble que ni unx sólx profesorx mencionara algo relacionado a la toma, ni las razones por las que se hizo, las demandas por la seguridad de todas, sus logros o sus consecuencias, no hubo una sola palabra, pareciera que todes somos cómplices de haber contribuido a su invisibilización e irrelevancia que tanto anhelaban las autoridades de la facultad.

De manera general, a todas las mujeres que nos encontramos en el contexto de las clases en línea, de las que ya expresé mi desacuerdo, nos ha atravesado la convivencia y enfrentamiento con los agresores en las aulas virtuales, las víctimas ya no sólo tenemos que lidiar con nuestra situación en la cuarentena, la violencia que podríamos estar sufriendo en  casa y como consecuencia, el mal estado emocional, sino que nos obligan a compartir espacios de educación con ellos haciéndonos sentir inseguras.

Es importante tomar postura frente estas situaciones, ser firme y comenzar a sacar agresores de los espacios que se supone deberían ser seguros, no tenemos motivos para aguantarlo y mucho menos para callarnos. Creo que debemos organizarnos entre compañeras de clase para actuar y seguir luchando por crear espacios seguros, comenzando por nombrar a los agresores. No dudes en pedir ayuda a tus amigas o compañeras si te sientes insegura para intervenir.

Nunca más tendrán la comodidad de nuestro silencio.

A la compañera valiente y rifada que interrumpió la clase, y las demás mujeres que resisten y siguen luchando, les envío un abrazo sororo.

Dejo contactos con colectivas que podrían ayudarles a enfrentar diversas situaciones que estén sufriendo durante el aislamiento:

  • El espacio terapéutico y de acompañamiento emocional con perspectiva feminista “Hablar Sana” ofrece contención emocional, acompañamiento en crisis y servicio de terapia en línea, pueden agendar por dm en su twitter @hablarsana o al teléfono 5539850188. (Más información en https://hablarsana.wordpress.com/)

  • La asociación de psicólogas feministas “sorece” ofrece psicoterapia feminista individual y de pareja online vía zoom, whatsapp, Skype o por llamada telefónica. Citas en https://sorece-ac.appointlet.com

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