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Evo, Lula y AMLO

Por Rodrigo Chávez

 

Paco Ignacio taibo II comenta, en una entrevista que le realizaron a principio de año que, “este país crea la imagen del caudillo y cuando la crea la sustenta y eso es maravilloso...” Pero, como usted bien sabe, aquí no estamos de acuerdo con casi nada y la definición de Paco parece quedarse un poco corta, pues aunque es acertada limitarla al caso mexicano es reducir una definición tan precisa de un rasgo  cultural latinoamericano.

No es casualidad que la imagen de Zapata, Bolívar, Sandino o incluso Marcos sean reconocibles en toda la región, latinoamérica entera crea caudillos y cuando los crea los sustenta y eso es maravilloso. Pero también es necesario comprender el significado de la palabra misma, un caudillo es aquella persona que guía o manda a un grupo de personas (casi siempre armadas) y si hay 2 cosas que comparten Evo, Lula y AMLO son su identidad latinoamericana y su increíble manejo popular. 

Es importante trazar una línea entre las 3 figuras más que por su identidad política y su figura caudillista por lo que sucedió en Brasil, Bolivia y lo que en días previos denunció el presidente de México. 

 

Para poder trazar esta línea de una manera más certera es necesario seguirles los pasos desde hace un tiempo pero por razones obvias nos limitaremos a los sucesos últimos que han conectado a los 3 caudillos.

Por un lado, Lula salió de prisión el viernes pasado, después de pasar 580 días preso por una persecución política que terminaría con el triunfo de Bolsonaro para la presidencia de Brasil, en el documental “al filo de la democracia” disponible en Netflix, se analiza a fondo el golpe institucional que sufriera la entonces presidenta de Brasil, Dilma Rousseff y la manera en que el poder judicial se prestó a ser partícipe de una persecución política que derivó en la aprehensión de Lula, en ese entonces pre candidato a la presidencia por el Partido de los trabajadores. Lula fue encarcelado por delitos no probados y además tuvo que enfrentar un juicio bastante turbio pues el juez que indicó la prisión para Lula había sido parte de la supuesta investigación, violando así el derecho de un juicio justo y objetivo, como bien se comenta en el documental, el aprehender a Lula fue la estocada final al gobierno de Dilma y dejaba la elección presidencial con un candidato único, un ex militar, ultra conservador y fanático religioso que jamás ha dudado en hacer público su desprecio a las comunidades indígenas del Brasil. La liberación de Lula fue una victoria política que no ha dejado pasar de largo pues ni tardo ni perezoso amenazó con volver a hacer política y esto fue bien recibido por buena parte de la población brasileña que aún confía en su caudillo, Lula ha dado entrevistas denunciando el “golpe blando” que sufrió el gobierno de Dilma y enalteciendo su figura  a través de una proyección de mártir, quienes celebraron en el pasado la aprehensión de Lula no pudieron demostrar su culpabilidad ni mucho menos dañar la imagen del ex presidente, podemos creer que los días de bolsonaro en Brasil están contados, el odio a las comunidades más vulneradas le costará caro y muy probablemente veremos a Lula volver a conformar un movimiento sólido.

 

De igual manera durante el fin de semana y después de varias semanas de protestas derivadas de una elección bastante controversial Evo Morales renunciaba a su cargo como presidente, Evo había resultado ganador en los comicios por un margen apenas superior al requerido por la ley para evitar la segunda vuelta, el opositor Carlos Mesa había señalado algunas irregularidades durante el proceso y convocó al pueblo de Bolivia a luchar por la democracia y consiguió apoyo principalmente en las grandes ciudades del país sureño, a pesar de ello Evo se había mantenido firme en su decisión y dijo que esperaría el recuento de votos que sería auditado por la OEA y fue entonces cuando la cosa se torno algo obscura pues la OEA en un comunicado algo ambiguo daría la razón a Mesa y anunciaba algunas irregularidades sin dar más detalle, cosa que la oposición utilizó para golpetear de manera social y mediática al mandatario, las protestas comenzaron rápidamente a escalar y convertirse en disturbios violentos en la capital y otras grandes ciudades, Evo llamó a la paz y aceptaba abiertamente la posibilidad de realizar la segunda vuelta electoral pero en este punto Carlos Mesa ya no estaba dispuesto a enfrentarse en las urnas, por el contrario pediría a los policías y militares dar la espalda a Evo y consumar un golpe de estado, ante la amenaza de las protestas violentas y el atentado contra su domicilio y el de su hermana Evo decidió renunciar el sábado en sus palabras “para evitar el derramamiento de sangre de sus compatriotas” además de que horas antes los generales del ejército le “solicitaron” abandonar el cargo y en días recientes dió a conocer que le ofrecieron a uno de sus hombres de seguridad 50.000 dólares para entregarlo o matarlo, ante la tensión y el evidente peligro que representaba para Evo quedarse en su país el gobierno mexicano, fiel a su tradición de país mediador no interventor ofreció la posibilidad de brindar asilo político a Evo, quiero señalar aquí, para los descontentos, que el asilo político es un derecho humano y está consagrado en la constitución en el artículo 11 constitucional en el párrafo segundo:  “En caso de persecución, por motivos de orden público, TODA PERSONA TIENE DERECHO A SOLICITAR ASILO, POR CAUSAS DE CARÁCTER HUMANITARIO SE RECIBIRÁ REFUGIO”.

Ayer nos enteramos que el golpe de estado en Bolivia no tenía la intención de fortalecer la democracia como algunos despistados crían pues en un acto fáctico se nombró presidenta a Jeanin Añez, una votación realizada sin el quórum requerido y con la entrega de la banda presidencial por un militar, además de las lastimosas imágenes de los golpistas entrando al palacio de gobierno en Bolivia con la biblia y la consigna de “pachamama nunca más, aquí manda cristo”, retiraron la Wiphala y la incendiaron además de enviar fuerza militar a “El Alto”, una comunidad indígena que abiertamente había sido base social de Evo.

Aplaudir lo sucedido en Bolivia es ruin, no porque Evo fuera bueno o malo sino por todo lo que políticamente representa, es estar en contra del estado laico, de las comunidades indígenas, es ir en contra de todo principio democrático, estar a favor del golpe de Estado es simplemente ubicarse en un punto del espectro político muy obscuro.

 

Con estos precedentes de un golpe blando y un golpe de estado consumado apenas este fin de semana es importante traer a la luz lo sucedido a principios de mes con AMLO y un general del ejército, AMLO decía en su cuenta de Twitter que el país no aguantaría un golpe de estado, que contaba con una gran base popular y que México no sería tierra fértil para los  “Huerta, Franco, pinochet ni Hitler” haciendo alusión a entes históricos consumados en el poder a través de la vía fáctica, todos tacharon al presidente de ser un paranoico y de no tener sustento para haber dicho algo así, apenas 24 horas después salía un militar a decir que si los empresarios y los ciudadanos pedían que el ejército diera un golpe de estado ellos lo harían y el día de ayer por la noche en Twitter apareció ya el primer “valiente”. Con el nombre de Gilberto Lozano, líder de la organización “Congreso Nacional Ciudadano” solicitó por escrito a la 7ma zona militar un escrito en el que solicita un golpe de estado para derrocar al “ganso boliviano”. Una fórmula que el militar Mauricio Ávila Medina sugiere en su vídeo en el que de manera ruin utiliza la tragedia con fines políticos.

 

Le recuerdo a usted estimado lector que la diversidad de ideas y la confrontación de las mismas a través del debate público son la base de una sociedad democrática y por ende el ejercicio de nuestra libertad de expresión conlleva siempre el derecho de réplica de aquel que quiera tomarlo, además me permito decir que el apoyo abierto o implícito a los golpes de estado militares o blandos no debe figurar dentro de sus ideas y no es algo que se deba tomar con ligereza, la democracia es débil cuando entre quienes la sostienen consideran desprenderse de ella por ir en contra de sus propios intereses políticos.

Si bien, los 3 caudillos son y deben ser cuestionados desde la militancia de las ideas personales, con nuestras filias y fobias,  es inadmisible creer que la solución a los problemas de los caudillos es la implementación de un régimen militarizado, nunca más para américa latina una operación condor y nunca más un Pinochet.

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