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La explotación sexual en medios nacionales

Por: Gabriel Resh

En la mañana abrí Instagram y me topé con un post de la cuenta @lunaepf donde la activista feminista Arussi Unda habla sobre la glorificación al proxenetismo que se ha suscitado recientemente debido a varias entrevistas, especialmente la de Yordi Rosado, a tres mujeres y a su explotador, llamado Alex Marín.

La verdad es que yo no sabía nada al respecto hasta que leí la infografía, y posteriormente vi parte de la entrevista porque no toleré mucho del asco que me provocó. Una de esas mujeres está casada con él; se conocieron cuando ella tenía 17 y él 30. Este detalle fue pasado por alto cuando lo relataban, como si de una simple “historia de amor se tratase”. Aquí se denota una pedofilia normalizada por parte de lxs entrevistadxs, de Yordi Rosado, y del staff del programa.

Aparte, se da a entender que la que tomó la decisión de entrar al mundo de la prostitución y la pornografía fue ella cuando tenía 19 años, inclusive ella afirma que su sueño desde niña era ser actriz porno. Honestamente, no creo que ninguna niña sueñe con ser actriz porno. Pienso que a través de esta idea ella trata de justificar a su agresor y lidiar con algunos traumas que le ha generado las diferentes violencias a las que ha sido sometida, muy probablemente desde su infancia.

Otra de las mujeres entrevistadas “mantiene una relación” con ambxs, y es madre de una niña que tuvo con Marín. Ella conoció a Marín y a su esposa durante un “casting” en un motel cuando tenía 18 años, después de huir de su anterior explotador con el que vivió desde que tenía 14 años, y que le quitaba todo el dinero que ganaba cuando trabajó en un table dance.

Esta chica, de ahora 21 años, pensó que Alex Marín la ayudaría a salir de su situación ya que imaginó que él tendría el dinero suficiente para mantenerla, pero no fue así. Una semana después de conocerlo sólo accedió a trabajar para él porque que su anterior proxeneta le robó todas sus cosas y la corrió. En realidad, ella no tuvo otra opción ni otro lugar a donde ir.

La tercera mujer no cuenta muchas cosas, sólo que igual tuvo un proxeneta muy celoso y posesivo, y que decidió huir con Marín ya que le ofrecían más dinero y libertad. De todas, ella es la continuamente recalca que llegó ahí por el dinero, y llamaba mi atención el que mostrara una cara de disgusto a lo largo de la entrevista.

Asimismo, ella es la primera que menciona que grabar películas pornográficas es siempre doloroso, y que en realidad no lo disfruta, teniendo que fingir placer. En respuesta a esta confesión tan fuerte que expone la verdadera cara de la industria pornográfica, a Yordi sólo se le ocurrió decir un: “A ver giman”. No le importó ni escandalizó que estas mujeres sean violadas frente a una cámara.

La relevancia que ha tenido esta serie de entrevistas sólo demuestra que, aunque los medios nacionales se pongan una bandera feminista por moda, en realidad no les importa y siguen reproduciendo estos modelos de violencia. No es nada raro que Televisa permita estos formatos, si recordamos que desde siempre han cosificado a las mujeres en programas de “comedia” como La Hora Pico, o en telenovelas.

Sé que lamentablemente esto sucede en otros países de Latinoamérica, Estados Unidos e Italia, no obstante, México es uno de los países con mayores índices de feminicidios, de abuso sexual y de trata de mujeres (vinculada en su totalidad con el narcotráfico). Por lo que la continua normalización de la explotación y violencia hacia las mujeres es alarmante.

Tratan de mostrar la explotación sexual como algo chistoso o exótico, cuando es un abuso hacia mujeres jóvenes y adultas vulnerables, que vienen de lugares de violencia y precariedad económica. Muchas mujeres han recurrido a la prostitución en todas sus formas (hasta las más sutiles como OnlyFans) para poder tener alimentación y vivienda, o incluso para mantener a sus hijxs.

Mi crítica no va hacia esas mujeres que han tenido que recurrir a esto por necesidad, sino a los medios y gran parte de la sociedad y gobierno que, en vez de asegurar leyes que protejan y aseguren el bienestar económico, físico y psicológico de las mujeres, prefieren categorizar la prostitución y la pornografía como un modus vivendi, cuando se trata de un crimen llamado VIOLACIÓN. Y esto lo hacen bajo la etiqueta de que estas mujeres son liberales, y no se sienten inhibidas de experimentar con su sexualidad.

Una cosa es abogar por la libertad sexual como lo ha hecho Madonna desde sus inicios, y otra muy diferente es cosificar y defender que las mujeres sean violentadas. Aparte, estos medios hacen ver la libertad sexual desde un enfoque totalmente patriarcal donde la mujer no es dueña de su sexualidad, sino que a cambio consigue la aprobación y algún beneficio por parte de los hombres.

Asimismo, este modelo refuerza la idea de que hay 2 tipos de mujeres, las “putas/femme fatale” y las “niñas bien/de casa”, mejor conocido como The Madonna-Whore Complex. De hecho, Alex Marín en la entrevista mencionó que no es fácil meter a las “niñas de casa” en este medio, lo que traduzco a que, más bien, las jóvenes sin ninguna precariedad económica no entrarían en ese modelo de violencia por voluntad propia.

Es sumamente importante reflexionar al respecto, y como mujeres no hay que dejarnos llevar por ideas que nos quiere imponer el patriarcado sobre la libertad sexual. La libertad sexual consiste en que tú mismx, o dos o más personas tengan contacto sexual consensuado, responsable, con respeto, sin atentar contra la dignidad de algunx, sin dolor o incomodidad, y únicamente a cambio de placer, satisfacción y diversión. No hay más.

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