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No sé ser una amiga

Elsa Flores

La ansiosa noche ha dejado ese sentimiento de nostalgia por saber que no poseo algo en común con quienes creí el corazón lleno, al retroceder un poco encuentro momentos en los que me sentía muy insegura, si somos lo que buscamos ¿cómo es posible que haya encontrado estas amigas? Yo, que lloro cada dos días o diario si mi alma lo necesita, que mis nervios vuelan cada vez que no logro concentrarme por andar divagando de más, que existen tantas anécdotas silenciadas en mí vida por pena y dolor ¿cómo puedo ser amiga de alguien sin que realmente me conozcan?

Por educación escuche la vida de cada una, por empatía creí poder vincularme de manera sana, por ansiedad deje de contestar mensajes, por autocuidado decidí no asistir a esa salida al ser consciente de la incomodidad que iba presentar, por tristeza acepte no ser lo suficiente para ellas, por paz creí que alejarme era lo correcto antes de que pudieran lastimarme.

Regreso, por convicción a no creer todo lo que dice mi mente, para plantearme una nueva idea respecto a que si ellas no me quisieran no estarían conmigo, no me mandarían ese mensaje por la mañana y no insistirían tanto para que nos veamos. Pero llevo una vida peleando conmigo misma y aunque quisiera creer esto, la voz en mi cabeza tiene más poder. ¿Por qué quisieran quedarse si yo ya me he ido? Si soy yo la que no tiene voluntad suficiente para levantarse de la cama e ir a verlas o si lo hace se queda muda al no desear llorar.

Soy yo la que no sabe cómo ser una amiga, escondiendome donde nadie pueda ver lo lastimada que estoy, dudando todos los días si seré capaz de poder vivir. No creo que les haga falta, las veo como personas extraordinarias desbordando amor en plena resistencia, las veo como mujeres fuertes, las veo pero no me veo con ellas. ¿Qué fue lo que hice para cruzarme con ellas? ¿Por qué la diferencia me hace querer huir? ¿Cómo es que la fragilidad no hace desear mantenerme cerquita?

No debería ser el feminismo, en este caso, una herramienta para hacerme notar qué estoy cayendo en las redes del patriarcado al sentirme sola, ajena y rota siendo más vulnerable y facilitando sus múltiples violencias. Lo peor de todo es que lo sé, pero estoy cansada de estar atenta todo el tiempo y resistirme, llevo días bajo el velo de la tristeza patriarcal, llevo meses pensando qué tal vez sea mejor simplemente seguir, llevo años cansada. Lo peor de todo, es que soy consciente de lo que está sucediendo desde la estructura y qué es lo que ocasiona todas estas dudas de forma personal, lo he sobrepensado tanto que cada vez va aumentando este desgano respecto a mis amistades, sobre cómo soy con ellas y ellas conmigo. Me estoy permitiendo el miedo, la duda, la vulnerabilidad, la crítica, la tristeza, la lucha, me estoy permitiendo pensar en mí.

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