Recalentado

Por Rodrigo Chávez

 

Aaah, 2 de enero, un año que acaba de comenzar y que nos llena de metas, propósitos, momentos lindos y todas las cosas bellas que suelen conllevar las fiestas decembrinas pero sobre todo nos llenan de comida que sobra de las fiestas y que se encargaran de alimentarnos un par de días más.

Pues así mismo como uno es capaz de repetir platillos hasta por una semana entera en estas fechas la derecha mexicana y latinoamericana ha tirado las primeras cartas sobre la mesa política del 2020 y ha decir verdad no ofrecen una lectura muy nueva, es más como si nos trajeran el recalentado congelado del pavo de hace 3 años que se habían olvidado que estaba ahí.

 

El acoso provocado a la embajada mexicana en Bolivia por un gobierno de facto mostraba lo que parece la primer gran tensión entre un autoproclamado régimen militar-religioso y el gobierno mexicano, el 25 de diciembre y toda la semana se mostraba el excesivo patrulleo alrededor de la sede mexicana e incluso se mostraba a las afueras de la misma hombres fuertemente armados o con actitudes bastante amenazantes hacia nuestros diplomáticos.

Momentos que, en teoría, deberían haber sido el punto clave de llevar a la práctica lo que los ahora opositores llevan más de un año diciendo, era el momento ideal para que “ni chairos ni fifís, mexicanos” fuera la postura unánime y popular. Pero… la derecha no pudo dejar pasar el momento de golpetear al gobierno y dejar en claro que ellos y los otros no son iguales, la derecha mediática y la de a pie decidió comenzar a señalar al gobierno mexicano de responsable de los sucesos en Bolivia por haber dado asilo político a Evo Morales, desde la concepción de derecha el asedio es justificable, así como lo es la vulneración de la soberanía nacional por haber cumplido cabalmente con la constitución nacional y el derecho internacional, durante la semana anterior intentaron minimizar el asedio y justificar el actuar de la policía de Bolivia.

 

No obstante este momento de tensión se volvió aún más lamentable y vergonzoso cuando hace unos 6 días el ejército Boliviano sitió la embajada y comenzó a controlar los accesos y salidas de toda persona, es así como se dio el ataque a la diplomacia española que fue obligada a abandonar su transporte diplomático para poder llegar a la embajada mexicana en autos militares, encapuchados y demorados debido a la estrategia militar.

 

Después de estos sucesos la embajada mexicana decidió que había sido suficiente y buscó promover ante la HAYA recursos por violar la convención de Viena y la soberanía de las embajadas y diplomáticos y una vez más la derecha rancia y reaccionaria de México y de España terminaron intrépidamente haciendo crítica a sus gobiernos y legitimando los actos del gobierno de Bolivia, tanto en el país europeo como en el nuestro la derecha trata de hacernos olvidar el derecho internacional y conceptos políticos elementales para tratar de convencernos que es culpa irrenunciable de nuestros gobiernos el hecho de que se ultrajen las investiduras de nuestras misiones diplomáticas.

 

En México y a través de un muy incipiente tuit, León Krauze aplaudió de manera sutil el actuar de Jeanine Áñez y dejó en claro que él no estaba de acuerdo con el presidente y que no dudaría en apoyar este tipo de actos dado que “México no es de un solo hombre”.

 

Un par de días después Áñez pareciera haber vuelto a 1970 y expulsó a la embajadora mexicana y los representantes españoles por “conspiración socialista”, al más puro estilo de las novelas en donde la CIA y la KGB fragua desde las embajadas golpes a la soberanía de algún país Áñez creyó que en la embajada mexicana se estaba desarrollando un plan con la ayuda de España para derrocar su gobierno… como si no hubiera sido ella quien realmente articulo un golpe así.

 

El gobierno mexicano ya tomó postura al igual que su par español y el mensaje es claro, la 4T mantendrá el derecho de asilo y no entregará a los perseguidos al gobierno de facto, por su parte desde España se respondió a la expulsión de sus representantes con el mismo gesto y decidió expulsar a los representantes de Bolivia.

 

En el terreno político el gobierno de facto de Áñez requiere de respaldo internacional y de alianzas específicas que tanto en lo económico como en lo político y lo social sirvan de legitimadores, para un país como Bolivia las alianzas en la région se habían convertido en el eje central de su política pública pero eso difícil de mantener cuando el gobierno militar actual quiere romper con todo tipo de relaciones con aquellos que le representen una oposición ideológica, es decir, parece ser que el gobierno de Áñez va a terminar aislado pues en Argentina gobierna hoy la izquierda, con México y España la relación se agrieta y corre riesgo de romperse, ¿podrá un gobierno antipopular resistir el aislamiento internacional y los efectos negativos que representan romper las relaciones diplomáticas?

 

Y para la derecha mexicana, ya sabemo que ustedes se sienten orgullosos de ser mexicanos solo frente a la vista extranjera y que no comparten con el nuevo gobierno pero legitimar los actos que vulneran no al gobierno sino al país en el sentido más amplio los muestra como los conservadores del siglo XIX que inmersos en la individualidad decidieron apoyar un sin fin de intervenciones extranjeras causando muerte y desestabilidad, los invitamos a vivir en el siglo XXI y a tratar de limitar este deseo insaciable de ser lo que no son y de poder llevar a la práctica su propia consigna “ni chairos ni fifís, un México unido contra los gobiernos fascistas que buscan vulnerar nuestra soberanía”.