EN PIE DE LUCHA
Por Elsa Guadalupe Flores Hernández
Las instalaciones de la Facultad de Filosofía y Letras han sido entregadas después de 5 meses de ser tomadas e iniciado un efecto domino en los demás planteles pertenecientes a la UNAM, donde se visibilizo y señalo el problema de violencia machista e ineficiencia de los directivos al tratarla y frenarla.
Las Mujeres Organizadas de la FFyL’s nos dieron fuerza a todas las compañeras de diferentes planteles para que comenzara a surgir una organización entre nosotras y exigir que se deje de minimizar nuestra presencia en los pasillos, para que se escuchara nuestra rabia por ser olvidadas y vieran las lágrimas que cargamos cuando fuimos violadas. Pararon para atender los casos de violencia que han sido empolvados, haciendo temblar a los agresores por el alma que nos destrozaron pues decidieron que ya no tendrán, nunca más, la comodidad de nuestro silencio.
De acuerdo al comunicado que se leyó en la entrega de las instalaciones, la toma finalizo por la emergencia sanitaria que está atravesando el país, aunque muchas de nosotras lagrimeamos y sentimos el pecho destrozándosenos al ver como quitaban la manta que durante 5 meses apartaba a nuestras compañeras y hermanas encapuchadas de relacionarse con una sociedad patriarcal, adentro, ellas que con mucha valentía enfrentaron no solo a su Director José Enrique Linares Salgado pidiendo su renuncia sino también la del Secretario General y el titular de la Oficina Jurídica (las cuales, estas últimas dos, se lograron) de dicha Facultad, también voltearon el discurso que Rectoría nos da sobre la violencia de género y pudieron ejercer tanta presión que lograron llevar a cabo la reforma del artículo 96, 98 (próximamente) y 99 del Estatuto General donde la UNAM, por fin, reconoce la violencia de género como una falta grave y con la próxima reforma del artículo 98 podrá ser sancionado.
Sí, las MOFFyL’s decidieron retirarse de las instalaciones pero no por eso la lucha que iniciaron significa que terminó, pues hemos visto y vivido este momento histórico donde las mujeres cansadas de la inoperancia administrativa hemos hecho que varias Facultades, FES, Prepas, CCH’s comenzaran a tomar sus planteles yendo en contra de toda una comunidad estudiantil que no logra dimensionar el problema y solo se preocupa por las clases, haciendo que las paredes griten los nombres de Lesvy, Aídee, Jenifer, Miranda, etc, gritando en las asambleas: ¨UNAM VIOLADORA, ACOSADORA, MISOGINA, MACHISTA Y ENCUBRIDORA¨ para que todos sepan que nuestra Universidad, a pesar de que es considerada la mejor del país, nos obliga a compartir salón de clases con nuestros agresores y no le importa en lo más mínimo nuestra seguridad.
La lucha sigue, hermanas, y aunque nos tiemble la voz a la hora de exigir las demandas de los Pliegos petitorios entregados ya no daremos un paso atrás porque no estamos solas, porque todas sentimos esa violencia, porque nos hicieron enojar, porque no somos débiles ni tontas ni frágiles, porque somos mujeres y eso no nos hace menos. Porque ahora que prendieron la hoguera quemaremos toda esta estructura patriarcal donde nos han obligado a vivir pero nos negamos a seguir sobreviviendo aquí, dejaremos que el viento se lleve las cenizas de todo lo que las llamas abrasen detrás nuestro y si nos llega alcanzar el fuego: recuerden que nunca seremos olvidadas.
