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Fácil como 1, 2 y 3

Por Bruno Rico Gómez

Mientras platicaba con mi hermano sobre algunas cosas de su carrera me pregunto algo que en realidad nunca habría imaginado, “¿Cómo descubrieron los números imaginarios?”, pero a pesar de buscar y buscar en mis conocimientos no pude darle una respuesta especifica.

Tras analizarlo por suficiente tiempo y conociendo el principio básico de los números “imaginarios” mi mejor interpretación fue que este tipo de números fungen como una balanza que permite existir a los demás números, algo similar a lo que sucede con la antimateria. Aunque no sé si sea cierto o falso, esto me genero una duda aún más grande, ¿Cuántas personas no saben lo que significan los números en la vida?

Recordando las primeras clases de aritmética básica tenemos diferentes clasificaciones: Naturales (N), Enteros (Z), Racionales (Q), Reales (R) y los complejos. Los números reales incluyen todos los números de la recta numérica conocida, pero dentro de todos estos números hay algunos números que tienen funciones o interpretaciones únicas.

Esto me trajo muchos recuerdos sobre el número pi, que a pesar que muchos lo utilizan en las clases de trigonometría en realidad no saben que significa. Viéndolo del lado sencillo, pi es 3.14159 y demás dígitos, pero su representación gráfica y sobre todo su comprensión va más allá que un número infinito. Si buscas “Número pi gif” en google vas a encontrar muchas animaciones que facilitan la comprensión del sentido grafico del número pi, pero a pocas palabras, si extendiéramos la circunferencia de un circulo unitario tendríamos una longitud de 2π, por lo que la mitad es π. Esto acapara sentido cuando se comparan las funciones seno, coseno y tangente entre sí mismas, ya que si evaluamos en -1, 0 y 1 obtendremos valores que se establecen en el círculo unitario trigonométrico y facilita los cálculos para las funciones en la derivación e integración.

Otro de los números más importantes es el número Euler. Este digito descubierto por John Napier (1550-1617) quien estableció una relación entre las multiplicaciones que dio origen a los logaritmos, pero no fue hasta que Leonhard Euler (1707-1783) oficializo el número Euler como esa relación entre las multiplicaciones y los logaritmos. Fue hasta que Jacob Bernoulli estableció una conexión entre el número e y el interés compuesto, gracias a él la mayoría de los bancos se ven obligados a calcular las tasas cada determinado tiempo, pues observo que si se recalculaban las tasas diariamente en lugar de tender hacia infinito, estas irían al número e lo que aumentaría la cantidad a pagarle al banco.

Finalmente, la proporción aurea es una unión entre la matemática y el diseño armónico de espacios. Desde los inicios se veía a la proporción aurea como una relación y no como un digito, fue hasta que Fibonacci propuso su sucesión, con la que establecia un valor a cada sector agregado de forma consecutiva pues la división de un numero por su anterior lograría obtener el valor de Phi, el número de oro. Este número de oro se utiliza hoy en la mayoría de los diseños que utilicen la regla de oro o sucesión de Fobinacci para generar un aspecto de armonía en la pieza per se. Lo más icónico de este número es que hay un episodio de Disney en donde le explican al pato Donald que es la proporción aurea y como es que esta se puede ver reflejada en toda la naturaleza.

“Si la gente no cree que las matemáticas son sencillas, es solo que no se da cuenta de lo complicada que es la vida”

– John Von Neumann.

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