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MISS UNIVERSO EN ISRAEL

Gabriel  Resh

Este domingo se celebrará el certamen de belleza “Miss Universo”. Ya sé que este concurso no debería existir porque imponen estándares de belleza, etc. No obstante, como la judía mexicana de origen sefardí que soy, me concierne que la sede de este año es Eliat, Israel.

Esta ciudad fue elegida por dos razones:

La primera es que Israel es el país que mejor ha controlado la pandemia del COVID-19. Esto es gracias a su reducida población de alrededor de 10 millones de habitantes, a su enorme porcentaje de alfabetismo (95%) y educación que impide que la desinformación afecte la salud pública, y a que la religión principal es el judaísmo que, desde tiempos bíblicos, se ha caracterizado por tener leyes sobre salud e higiene. De hecho, como no era común que lxs judíxs enfermaran durante alguna epidemia en la Europa medieval, se les culpaba de ser lxs causantes de estas, lo que terminó en persecución, tortura y asesinato.

La segunda, es gracias a una selfie que se tomaron Miss Israel y Miss Irak en el certamen del 2018. Este suceso generó mucha polémica, ya que Israel ha sido una nación muy repudiada especialmente por algunas naciones extremistas del Medio Oriente al contar con leyes a favor de las mujeres y de la comunidad LGBT+, y por no tener al Islam como religión oficial, aunque musulmanxs, cristianxs, y atexs residen en Israel.

Estas tensiones políticas y religiosas causaron que Miss Irak incluso recibiera amenazas de muerte por parte de sus compatriotas por haberse tomado una selfie con una ciudadana israelí. Por otra parte, abrió una conversación de tolerancia y paz que los organizadores quisieron retomar tras todo el caos que ha pasado en esa área en el último año.

Los ataques antisemitas no se hicieron esperar y llamaron a un boicot contra este certamen  a favor de Palestina. Lamentablemente no es nada raro que esto suceda. Siempre que se habla sobre Israel sale a relucir ese tema. Esta vez cobró mayor fuerza debido al reciente enfrentamiento en mayo.

Cuando sucedió preferí no hacer caso de todo el odio que abundó en redes sociales y en varias ciudades del mundo en contra de Israel y de la comunidad judía. Sin embargo, aprovecho el certamen de este año para por fin responder a todas las personas que desean que Israel y lxs judíxs no existamos, y simplemente para aclarar el conflicto, porque gran parte de ese odio surge por la desinformación, el antisemitismo/antisionismo, y la tergiversación de los hechos. Explicaré el concepto de antisemitismo y antisionismo, ya que ambos están ligados, aunque muchxs lo nieguen.

El antisemitismo “hace referencia a la hostilidad hacia lxs judíxs basada en una combinación de prejuicios tipo religioso, racial, cultural y étnico”. Puede ir desde comentarios sobre nuestro aspecto físico (típicamente de nuestras narices), creencias populares (como que somos millonarixs), hasta genocidios como el holocausto o la inquisición que existió en Europa y Nueva España, donde se obligaba a lxs judíxs a convertirse al cristianismo o eran torturadxs y asesinadxs.  

El cristianismo ha interiorizado el antisemitismo en sus feligreses por siglos. Siempre han dicho que nosotrxs somos los culpables del asesinato de Jesús cuando él y sus seguidores eran judíos, y su muerte tuvo que ver totalmente con una cuestión totalmente política, no religiosa. Al final, fueron los romanos, que habían invadido Israel, los que llevaron a cabo su ejecución.

Ese antisemitismo es totalmente ilógico, considerando que ya se acercan las fechas donde ponen una familia judía debajo de un arbolito que nunca debió haber sido talado porque deforestación y cambio climático. Asimismo, adoran a un judío cuando él mismo dijo que el único que debía ser adorado era Dios porque eso creemos lxs judíxs. Aparte, el cristianismo surgió un siglo después de su muerte, apropiándose culturalmente del judaísmo, y usan nuestros textos, la Torah y el Tanaj (Antiguo Testamento), para sometimiento, colonización e injusticia.

Otro ejemplo más reciente fue el que llevo a cabo la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, mejor conocidos como “mormones”. Realizaron bautizos y conversiones “post mortem” de víctimas del Holocausto, entre ellxs Ana Frank, sin conocimiento ni consentimiento de la comunidad ni de sus familiares. Víctimas que fueron asesinadas por mantenerse fieles a sus creencias y a sus orígenes judíos. Pero bueno, que se puede esperar de una religión fundada por un estadounidense llamado Joseph Smith que tuvo 40 esposas, que pensaba que Jesús visitó a los indígenas norteamericanos para evangelizarlos, y que su ideología ha sido la base del autoritarismo norteamericano.

Por último, hablaré sobre antisionismo. El sionismo es la búsqueda de la libertad y de la autodeterminación del pueblo judío. Es un movimiento creado a finales del siglo XIX por el periodista judío Theodor Herzl como respuesta al antisemitismo que estaba cobrando mucha fuerza en Europa. 

El antisionismo es básicamente la privación de esta libertad. Fue muy asqueroso que meses atrás surgieron posts antisionistas que comparaban este movimiento con el nazismo, cuando son dos cosas completamente diferentes. No tiene nada que ver con la guerra u odio contra Palestina. Yo soy sionista, y estoy en contra de la guerra y el odio. Tampoco tiene que ver con la Islamofobia.

Lxs musulmanes y judíxs somos medios hermanxs. Según la tradición, ambxs descendemos de Abraham y sus hijos. Lxs judíos descendemos de Isaac, y lxs musulmanes de Ismael (el hijo que tuvo con Agar, la egipcia). Somos religiones monoteístas, y tenemos las mismas reglas de alimentación como no comer cerdo, sólo que lxs judíxs sí podemos consumir alcohol (por algo el judío más famoso aprendió a convertir el agua en vino).

Simplemente, posterior a la expulsión de los judíos de Israel en el siglo I, hubo una guerra de cruzadas, una inquisición, persecución, y finalmente un genocidio de alrededor de 6 millones de judíxs que nos dejó en la total vulnerabilidad, sin nada. La única opción fue regresar a nuestro hogar original, Israel, sólo que con otro nombre, Palestina. Después a la ONU se le ocurrió dividir ese hogar en dos.

La Guerra Fría surgió, y Estados Unidos y la URSS empezaron a militarizar y a desestabilizar todo el Medio Oriente, usando el Islam y el Corán como pretexto de autoritarismo y sometimiento. Ya no existía sólo el antisemitismo, nació la Islamofobia y un conflicto sin fin, donde los derechos humanos van desapareciendo. Y fuera de Asia, personas que no son musulmanas, ni judías, ni residen en Israel o Palestina, opinan con ignorancia y esparcen el odio cada que “Islam” o “Israel” se menciona, aunque sea en torno a algo muy banal como un certamen de belleza.

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