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La molécula de Dios

Por Beatriz Velázquez

Tw: @bio_beatriz

Llueve y al mirar por la ventana me hipnotizan las gotas que resbalan por la ventana; hacia algún lugar tiene que irse toda el agua que cae sobre el adoquín. Sin embargo, en los llanos y praderas donde hay ganado, el agua recorre y humedece la materia fecal de las vacas y de equinos. Esa pastura fina, procesada y mejorada para alimentar el micelio, siendo éste una red de hifas (células de hongo), dará origen a vida más allá de la caca.

Sobre el excremento del ganado suelen crecer los hongos del género Psylocibe, que producen psilocibina y psilocinas, moléculas de la familia de las triptaminas, que son alcaloides con monoaminas, es decir, compuestos nitrogenados de anillos cíclicos. Estos funcionan como neurotransmisores, neuromoduladores o alucinógenos. La forma de ingerir la psilocibina de los hongos puede ser incluso directo del excremento de la vaca, es decir, cortándolos y mandarlos directo a la vía oral. Los hongos psilocibes, se tornan azules una vez que se cortan, porque la psilocibina se oxida y vira a color azul. Esa es una manera de reconocerlos, además, una vez que los has probado, el sabor es inolvidable.

Otras personas, secan el hongo y los consumen ya deshidratados, otros los sumergen en miel y esperan un tiempo y después los consumen. Al final, el resultado es el mismo. Las triptaminas se unirán a los receptores serotoninérgicos logrando que el individuo experimente otro estado de consciencia, euforia y percepciones distintas. Para quienes hayan consumido hongos, las experiencias pueden ser similares entre individuos, es decir, se puede “alucinar lo mismo”, fractales, animales, formas caleidoscópicas, pero el significado de la experiencia es totalmente personal y subjetiva.

Otra triptamina famosa, es el ácido lisérgico, del cuál ya les he hablado un poco en alguna otra columna, que a diferencia de los hongos, su duración es mayor, de 8-10 horas, mientras que la de los hongos es de 4-6 horas, además de que ya ha sido sintetizado, pero de lo que realmente les quiero contar hoy, es sobre la célebre molécula de Dios, o por su nombre formal, N,N-dimetiltriptamina (DMT) o para la banda, “el dimitri”. Esta molécula es biosintetizada de manera natural por varias plantas y animales, así que es común encontrarla en mamíferos desde ratas, conejos y primates, además de anfibios como el sapo Bufo alvarius, y en muchas plantas tropicales como la ayahuasca, la jurema, la chagropanga, chacruna y otras.

Es una molécula que se degrada muy fácilmente, por la acción de otras enzimas (proteínas que descomponen compuestos), llamadas “monoaminoxidas” (MAO), por lo tanto, los humanos que han extraído el DMT de animales y plantas para su consumo de manera chamánica o recreativa, añaden inhinibidores de las monoaminoxidasas (IMAO), para incrementar los efectos del DMT. Los IMAO también se encuentran en algunas plantas naturalmente, como en la chacruna (Psychotria viridis), que por cierto, cuando uno se encuentra con esa planta en la selva, es como si alguien nos sedujera candentemente con unos labios rojos para ser besados. Y también están presentes en la liana de ayahuasca, Banisteriopsis caapi. Generalmente, el DMT es extraído de algunas leguminosas (familia de los frijoles), de algunas Mimosa o Acacia, y son combinadas con otra mezcla de plantas que contengan IMAO.

Actualmente, existe una mezcla de plantas bastante popular, llamada “changa” o “xanga” entre los consumidores de DMT, que por cierto, no es algo que puedas consumir habitualmente ni algo a lo que puedas hacerte adicto y ahora les cuento porqué.

La xanga, es DMT, con otras plantitas para hacer que el viaje te dure más. Debes consumirlo en un lugar tranquilo, sugerentemente con música relajante o con la que te sientas muy cómodo, se ingiere de manera fumada o vaporizada, y debido a su extracción con solventes, es posible que al quemarla, se desprenda un olor plasticoso no muy agradable. Los efectos, son casi inmediatos después de las tres fumadas, tiene un efecto disociativo, es decir, no te permite estar de pie o sentado y la sensación de acostarse es inminente, las visiones suceden con los ojos abiertos, aunque si se cierran los ojos también pueden verse cosas. La mayoría de los usuarios experimentan euforia combinada con una sensación de paz que es difícil de describir en su totalidad. Los efectos no pasan de los 30 minutos, siendo el promedio 10 minutos de la duración total del viaje. Es común que también se experimente una sensación de comprensión del todo, o del universo, así como una unidad con el entorno y las demás personas. Los sonidos son más fáciles de percibir y es por eso que se debe estar en un lugar donde no haya demasiados estímulos sonoros indebidos, como alguien tocando un claxon desesperadamente o perros iracundos ladrando. Algunas de las personas que fuman xanga en el momento, como si no hubiera un mañana, suelen experimentar “eventos místicos” en sus alucinaciones, como apariciones de seres extraños, por ejemplo, ver aliens. Esto es una alucinación común entre varios, que ha llamado la atención de algunos estudiosos del tema.

Un libro recomendado sobre este tema es el de Rick Strassman, titulado “DMT, la molécula del espíritu”, en donde el doctor narra parte de los estudios clínicos que realizó en pacientes con dicha molécula, en los años noventa. Para muchos pacientes, el DMT facilitó la salida y entrada del alma al cuerpo (efecto disociativo), así como un potencializador de la introspección y sanación emocional. Así mismo, en el libro se aborda el tema, desde otras experiencias naturales, ya que se sabe que la molécula de DMT se libera desde la glándula pineal, sobretodo en experiencias trascendentales como el nacimiento, muerte y el sexo.

Ahora, ¿es fácil de conseguir? Sí y no, no es una sustancia que esté regulada por ninguna institución, y la calidad de su extracción dependerá del “bioquímico” que la esté realizando, muchas veces, estos bioquímicos, son gente aficionada, que encuentra un ingreso en este tipo de drogas. Para extraer DMT se necesitan grandes cantidades de raíces de leguminosas, y es común ver en el mercado naturista, costales de tepezcohuite, que no necesariamente irán a parar a jabones. ¿Es caro? Sí, es más caro que la mariguana, por ejemplo, un gramo ronda entre los 700-1000 pesos (MXN). ¿Causa adicción? No, después de la experiencia fuerte (casi siempre muy impresionante), no te quedan ganas de volver a hacerlo enseguida, digamos que el cerebro “se cansa”, pues se liberan mucha cantidad de neurotransmisores, e incluso si volvieras a fumar enseguida, ya no tendría la misma potencia que al inicio. ¿Da miedo? Sí y no, depende del estado emocional del usuario. ¿Me va a gustar? Es probable que sí y que no te arrepientas de hacerlo. No es recomendable consumirla con otras drogas o sustancias como el alcohol.

¿Por qué la molécula de Dios? Porque la experiencia es tan impresionante, y es algo hallado naturalmente, que no podemos explicarnos tanta perfección en una alucinación de diez minutos. Definitivamente es una sustancia que cambia la vida, así como el nacimiento, un orgasmo y la muerte misma.

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