Meditación
Alejandro G Chavez
Para Spinoza estamos en un mundo dónde aquello que está fuera de nosotros crea en nuestro cuerpo sensaciones que denominamos afectos, dichos afectos pueden ser buenos o malos más ¿de qué depende?
El hombre y la mujer pueden entenderse desde sí mismos, esto implica que la búsqueda será interior y relacionada con la naturaleza de cada cuál, algo íntimo y propio. Más no negamos la existencia de los otros pues están allí y ejercen fuerzas que no podemos controlar produciendo en nosotros ideas que muchas veces difieren de quienes somos pero que al final terminamos somatizando/aceptando.
"El dolor es inevitable, el sufrimiento opcional"
Para Spinoza la naturaleza es el mundo y todo lo que nos rodea, comprendernos como parte del mundo natural significa visualizarnos sin privilegios, es decir; no hay un Dios que nos procure, no somos el centro del universo, tales pautas dan paso a un entendimiento del cuerpo y la mente que no habíamos comprendido antes sin la ayuda de Dios.
El lenguaje según Foucault es parte de una estructura, dicha estructura está antes de nuestro nacimiento y seguramente persistirá cuándo ya no estemos en el mundo, esto nos enseña que el lenguaje crea realidades al hacernos vivir las instituciones, valores morales y éticos propuestos por nuestra cultura y tiempo.
Los otrxs en el uso del lenguaje codifican la realidad a modo mecánico, encontramos frases que atentan a nuestra sexualidad, principios, oficios. Estas fuerzas son avasallantes debido a la repetición, vemos su resultado en sujetos que no se conocen así mismos e ignoran su naturaleza y no es de sorprender que esto suceda en el acto púes nosotros mismos estamos codificadxs por estos usos cotidianos, es por esto que nacen herramientas como la terapia dónde el sujeto se enfrenta así mismo y sobre todo a los demás.
La meditación también es un espacio de encuentro, lugar que siempre ha existido y que está repleto de lo que somos y no somos; veremos de manera parecida a la terapia una serie de imágenes-emociones que nos brindarán alegría o tristezas en diferentes grados, la meditación como forma autónoma del individuo es capaz de tomar las imágenes-emoción y direccionarlas bajo principios amorosos (acorde a nuestra naturaleza) que conducen a un lugar seguro, libre de los otros, encuentro con nosotros.
En la meditación encontramos un lugar cerrado, un lugar disponible para nosotros mismxs, en la meditación buscamos que el círculo gire de lado opuesto, un lugar para cuestionar lo aprendido, las cosas que nos han hecho sufrir, un lugar para preguntar y responder desde la sinceridad.
Se da una repetición distinta mediante el ejercicio de la meditación, cambiamos las palabras que nos quitan el aliento, así se aprende a modular las emociones, como ejemplo podemos hablar sobre la esperanza y el optimismo dónde la esperanza nos sobrepasa al llevarnos a un deseo profundo de lo que buscamos mientras el optimismo implica una intensidad más adecuada para no perdernos en el anhelo.
La meditación crea una nueva realidad utilizando el rechazo de ideas, formas oscuras, nos invita a abrazar la claridad, atesoramos palabras y aprendemos así la importancia de la calma y la pérdida de tiempo que nos da la prisa, la ayuda que nos da la respiración, el amor que nos otorga la paz: la meditación nos muestra que no estamos vacíos, que no necesitamos más.
