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Historia del feminismo en México

Por Ankaret Alfaro

Las mujeres hemos sido uno de los grupos subalternos de la historia, y por lo tanto, del Estado mismo. Durante el devenir histórico hemos sido borradas, ignoradas, rechazadas, humilladas, irrespetadas, violentadas, desaparecidas y asesinadas por aquel que llamamos macho, Estado, sistema, historia. Graciela Hierro dice que el feminismo nace de aquellas mujeres que a la menor provocación cuentan su historia, y me parece real incluso hasta en la esfera personal, estas gafas violetas nos las ponemos a partir de vivencias propias o cercanas las cuales nos dimos cuenta que sólo nos pasaron por ser mujeres. Entonces, desde nuestros sentires, desde nuestras heridas en común, nos decidimos a un accionar colectivo, concordamos en que lo personal es político y nos aventuramos a la organización política entorno a nuestras inconformidades que no callamos más, a la reivindicación de nuestros derechos, de nuestras vidas y de nuestras cuerpas, constituyendo un movimiento social justo, pertinente y necesario. 

En ese sentido, comenzamos a ver movimientos de mujeres organizadas desde principios del siglo XIX, influenciadas claro, por el movimiento feminista occidental, y ojo que no estoy diciendo que se empezaba a ver un movimiento feminista en el país pues para ese entonces no estaba concretado ni en lo político ni en lo social. Es posteriormente que comienza a vislumbrarse a través de la diferencia sexual y este famoso lema entre nosotras de lo personal es político. Y una nota aquí, es que es bien importante desoccidentalizar nuestro conocimiento relacionado a la historia y teorías feministas y conocer la diferencia respecto a los sucesos cronológicos para no confundir en cuestión histórica porque no siempre las famosas olas del feminismo fueron paralelas en Europa y en América Latina.

Ahora bien, historiográficamente, hay ciertos aspectos a tener en cuenta para hablar de historia del feminismo en México, pues por un lado, trabajos históricos se han centrado en el feminismo que partió de los años 60, al que llaman “neo-feminismo mexicano”, y por el otro, el enfoque de las luchas de mujeres de clases bajas que residen en sitios rurales sobre todo a partir del levantamiento zapatista.

Los movimientos de mujeres como tal comienzan a aparecer a partir del siglo XVIII, pero es a finales del XIX y principios del XX, que comienzan estos movimientos por las exigencias mínimas: como a la educación, sufragio y trabajo. Y es hasta los años 70 que como dije al principio, las diferencias basadas en el sexo comienzan a ser el punto de encuentro organizativo, ¿y con esto a qué me refiero? Por ejemplo, a la desigualdad salarial basada en el sexo, también buscaban ser mujeres autónomas, es decir que sus decisiones y sus vidas no estuvieran al volante y control de otros hombres, como podían ser sus padres, maridos o hijos. Y justo nace el lema “lo personal es político”, ¿qué quiere decir? pues de esta manera se busca agrupar a las mujeres, a todas, en un único grupo que por igual está siendo oprimido y explotado. (Lo que nos suceda a ti, a mí y a ella en la esfera personal es político, porque sufrimos el mismo tipo de opresión que debe ser parado y denunciado).

Posteriormente comienza un desarrollo más profundo, en el que se dan cuenta que a pesar de que el feminismo tiene un objetivo en común, que es precisamente la liberación de las mujeres, que todas somos diversas, y que nos traviesan ciertas cosas que nos diferencian y que abren ciertas brechas en ese camino hacia la liberación. Claro que esto no quiere decir que las exigencias no siguieran vigentes, porque claro que hay luchas que nos incumben a todas, por ejemplo la lucha en contra de la violencia o por de la despenalización del aborto que son verdaderamente históricas.

Ahora, hay que tener presente que el feminismo también es una teoría política, por lo que a lo largo de su existencia también ha sufrido transformaciones que se ven reflejadas en la realidad material.

Quiero resumir el texto de Ana Lau Jaiven, quien divide la historia en tres etapas por décadas: del 70 al 82 que, del 82 al 88y la tercera del 90 al 2000 .

Lo que conocemos como feminismo mexicano surge a partir de los años 70, claramente es más o menos paralela con lo que conocemos como la segunda ola,  influenciadas directamente por el crecimiento del movimiento en los Estados Unidos y consecuencia claro de los movimientos de sujetos subalternos, sobre todo de los estudiantes, y del cambio de conciencia generalizada en el país y debo decir, en el mundo.

Ahora bien, volvamos con estas mujeres de los años 70, ¿quiénes eran estas mujeres? En su gran mayoría jóvenes universitarias de clase media, quienes conformaron lo que llaman la “nueva ola del feminismo mexicano”, descontentas por no sentirse incluidas en los movimientos contraculturales de la década y por el común trato adultocentrista que siempre ha tenido el Estado con los jóvenes del país. El objetivo de estas mujeres era básicamente acabar con el sexismo, es decir, construir un país en el que imperara la equidad entre sexos, y alcanzar las mismas oportunidades de las que los hombres gozaban.

En general, los grupos feministas en México no surgieron de pronto, sino que fueron consecuencia de varios años de injusticia y de malestares acumulados, en realidad, al principio la participación de las mujeres en estos grupos era muy escasa, fue poco a poco que esta invisibilidad de lo evidente fue tomando forma, y fueron poniéndole nombre, y de esta forma fue que poco a poco se fueron sumando más y más mujeres volviéndola así, una lucha política, y es así como lograron un mayor ingreso al mundo laboral y escolar, acceso a métodos anticonceptivos, así como claramente logros en el campo jurídico y ser tema de la opinión pública.

Estas mujeres lograron establecer conexiones con mujeres organizadas de otras geografías, cosa que las ayudó a establecerse en otras posiciones de la vida social y política. En su gran mayoría, las mujeres que comenzaron a organizarse como grupos feministas, tenían una postura marxista, además salían de otras organizaciones sociales marxistas por la lucha de clases, y con ayuda de las feministas estadounidenses principalmente fue que se consolidaron creando grupos para estudiar, leer y conocer más sobre aquello por lo que luchaban. Otra cosa que caracterizó esta década es que no querían relacionarse con partidos políticos ni tener ningún tipo de relación con el poder gubernamental.

Posteriormente, en los años setenta, el feminismo que imperaba fue el resultado de la influencia de otros movimientos sociales, sobre todo los impulsados a partir del 68, además estaba profundamente influenciado por las ideas de las élites intelectuales, y de la expansión de las izquierdas. Paradójicamente, los grupos feministas comenzaban a tener grandes coyunturas por lo que el movimiento tuvo una época de gran dispersión. A pesar de esto, se organizaron múltiples encuentros, foros y reuniones en las que las mujeres podían intercambiar palabras y compartir conocimientos, cosa que provocó la creación de múltiples ONGs, esto no les pareció a otras feministas que eran completamente antiinstitucionales. Por otro lado, a partir del terremoto del 85 hizo que muchas mujeres trabajadoras tuvieran una relación mas cercana con el feminismo, por lo que benefició el trabajo de las feministas populares.  También comenzaron a aparecer mayores programas de estudio sobre las mujeres, consolidándose así el feminismo en la esfera académica.

Para los años 90 estuvieron presentes las diversas luchas para la desigualdad, sobre todo la económica, ya que cada vez más hogares mexicanos dependían económicamente de las mujeres, por otro lado las organizaciones feministas fueron sumando mujeres militantes, se abrieron mayor numero de centros que protegían a las mujeres víctimas de violencia doméstica y sexual: Las ONGs que protegen y promocionan los derechos humanos de las mujeres fueron en aumento, en su mayoría financiadas por países europeos. Lo que diferencia a esta década con la anterior es la relación cada vez mayor que tienen las feministas el gobierno, ya nos encontramos a alguien que está asesorando o legislando con perspectiva de género.

Además comienzan a existir espacios en donde únicamente hay organización entre mujeres, se comienza a hablar de una forma de hacer las cosas -No masculina- y buscar alternativas para ganar espacios en representaciones políticas, por lo que se buscaba que al menos el 30% de los puestos de representación popular fueran mujeres.

¿Qué pasa a partir del 2000? Creo que muchas nos hemos dado cuenta que en la últimas dos décadas, quiero decir, del 2000 a la actualidad el tema de las feministas aún era algo que parecía un tema muy lejano, sobre todo porque pienso, muchas de nosotras lo conocimos por ahí entre el 2014 y 2016 y todavía nos metíamos mucho en el papel de criminalizar e incluso demonizar a las feministas.

Sin embargo, el nuevo siglo reflejó los logros de los anteriores años de lucha: era más o menos equitativa la asistencia de mujeres en cualquier nivel educativo  y actualmente, la matricula universitaria de las mujeres ha ido creciendo, además es importante mencionar el aumento de la presencia de mujeres en carreras que eran consideradas exclusivamente de dominio masculino, además también vemos mayor participación en la esfera política, claro que aún insuficiente pero ya de manera más notable, también hay más mujeres que optan por ser jefas de familia, sin embargo, en México la mayoría de mujeres se encuentran en trabajos informales, aún predominan como trabajadoras domésticas, ventas, preparación de alimentos, los hombres siguen predominando en la industria, transporte.

El tema de los 2000, es la imparable violencia y los abusos sistémicos, es decir, impera la lucha por destruir el sistema patriarcal que permite no sólo que las mujeres seamos violentadas por otros hombres sino que el mismo Estado lo permita, promocione e incentive, queremos reivindicar nuestros derechos humanos BASICOS como la vida misma.

Además hemos luchado por el paro a la promoción de pensamientos esencialistas que promuevan la creencia de que hay una esencia que nos caracteriza como mujeres u hombres, somos una construcción social, cultural y psicológica también, que nos ha colocado en roles a partir de nuestro ser biológico.

Ahora, es bien importante saber cuáles son las obligaciones del Estado en cuanto a nuestros derechos humanos, en primera claro, respetarlos, garantizarlos, promocionarlos y la obligación de satisfacción, es decir que existan las condiciones materiales para ejercer nuestros derechos. También es importante saber que los ciudadanos no violan los derechos humanos, nosotros cometemos delitos. El único que tiene los recursos y el poder para violarlos es el Estado a través de un servidor público o agente del estado. ¿Por qué? Porque el concepto internacional de los DH surgió para luchar en contra de las violaciones sistemáticas.

En este sentido, quiero citar a Francesca Gargallo: Sabemos que el irrespeto a los derechos humanos siempre involucra una autoridad, que el feminismo ha planteado que el sistema patriarcal es una autoridad consuetudinaria y que la violencia contra las mujeres ejercida en nombre de las reglas y costumbres de ese sistema es una violación a los derechos humanos de las mujeres.

¿Qué derechos humanos nos violan? Los más básicos, tristemente, desde el momento en el que no podemos vivir libres. En México no nos garantizan regresar a casa con vida, no nos garantizan estar seguras en la escuela, no nos garantizan que los varones de nuestra propia familia no vayan a abusar de nosotras o matarnos, sabemos que la culpa es del sistema patriarcal y del Estado que lo sustenta, y luchamos por la destrucción del primero. 

En México, no se respetan ni los derechos de las víctimas, empezando por el derecho a la verdad, nos aferramos al derecho a la memoria, pero ¿cuántas veces nos han querido silenciar? El derecho a la justicia, bueno, sabemos que el Estado protege a nuestros agresores, y a la garantía de no repetición. ¿Cuántas veces escuchamos que las mujeres que han sido victimas de feminicidio habían metido múltiples denuncias contra su agresor que ni siquiera procedían?

La actualidad es verdaderamente complicada, porque el Estado no cumple ni con su obligación de difusión de nuestros derechos, y es que estos famosos por el nombre pero desconocidos en profundidad “derechos humanos” están regidos por lo que me gusta llamar código masculino, es decir, la perspectiva no es tan amplia y universal como pretenden ser, derechos como la libertad de opinión o autonomía deberían también tener una perspectiva de género, porque no sólo luchamos por una individualidad, generalizada, porque eso no lo podemos obtener sin una perspectiva de género que apunte, que esa individualidad no va a ser posible hasta que se deje de reglamentar la vida entre los sexos.

En México la violación a los derechos humanos a las mujeres se escribe más de 14 veces al día a través de nuestras cuerpas victimas de feminicidio. Y vuelvo a citar a Gargallo: La teoría feminista de los derechos humanos tiene muy claro cómo la idea de una igualdad universal inalcanzable en las condiciones dadas nos ha sido propuesta como un objetivo a realizar para ser utilizada por los grupos de poder como criterio de discriminación.

Y finalmente, quiero de verdad agradecer a todas las chicas que ahora se encuentran aquí, porque participando en este tipo de espacios también es una forma de resistir y de gritar que a pesar de todas las situaciones que estamos viviendo, a pesar de estar confinadas, no descansamos y seguimos resistiendo.

Porque vivimos en un país que ha sido históricamente de violadores y asesinos, vivimos en un país que nos necesita.

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