top of page

Gordofobia

Elsa Flores

La primera vez que escuche la palabra gordofobia fue hace algunos años, cuando supe lo que era fue un alivio el saber como nombrar todo lo que he vivido, sin embargo, no pude compartirlo porque a diferencia de todos mis vínculos yo soy la única que no es delgada, no niego que tengan que pasar por algunos momentos incómodos con su cuerpa pero es diferente, se siente como cuando un blanco quiere venir a decirte lo que se siente el racismo. Pensé que podía sobrellevarlo sola porque jamás encontré círculos de mujeres donde pudiera hablar de eso, uno que otros post o alguna morra que compartiera algo al respecto en sus redes sociales pero no me atrevía hacer algo más, sería aceptar una parte de mí que ha marcado demasiado la persona que soy, así que intente seguir con otros temas pensando que la principal razón de mi opresión es la clase pero la semana pasada ha pasado algo que cambió completamente mi punto de vista.

La gordofobia nos ataca a todos pero especialmente a las mujeres, no necesariamente se necesita de otra personas para fomentar esa exclusión, nosotras mismas estamos tan domesticadas al capitalismo heteropatriarcal que desde niñas se nos enseña a reconocer de qué manera somos dignas de amor, entre ellas la forma que posee la cuerpa la cual ha ido cambiando en la historia.

El problema, una vez más, de esta estructura de violencia es que va de la mano con el amor romántico y el hecho de que se posea un cuerpo no hegemónico alimenta a las múltiples violencias que derivan de esta conjunción. Las mujeres lamentablemente nos han criado con la necesidad inhumada de amar a lo largo de nuestras vidas deberemos de pelear por conseguir a un varón a quien entregarse ciegamente, de por sí las relaciones heterosexuales son bastantes desiguales, violentas, destructivas, etc., pero cuando la mujer posee un cuerpo gordo aumenta el grado de sometimiento.

¿Por qué debería ser diferente ahora? Porque a las mujeres se nos enseña que no podemos ser amadas solo por el hecho de ser mujeres y mucho menos si eres gorda, los cuerpos anchos no son deseados sexualmente y si lo son es porque entran en la categoría misogina de lo extravagante, por ende, de lo que se puede sexualidarse para someter más salvajemente como las mujeres negras, las de medio oriente, las pelirojas, etc. Entonces, quienes poseen un cuerpo delgado o dentro de los cánones de belleza poseen opciones, las gordas no, nos hacen creen que si alguien se fija en nosotras entonces deberemos entregarnos el doble porque nadie más lo hará, volviendonos vulnerables y más propensas a la violencia sexual, emocional, psicologica y economica.

Vivimos con el miedo de no ser amadas y aceptadas nunca, por eso nos quedamos calladas, nos sometemos a dietas con las que lloramos deseando ser delgadas, estamos cansadas de escuchar a los médicos decir que nuestras enfermedades se deben al peso, al comprar ropa nos frustramos porque no hay tallas o porque la más grande no nos queda, basamos nuestra personalidad en ser amables porque bonitas no somos (¿en qué momento el tamaño de la cuerpa se convirtió en sinónimo de belleza?), nos comparamos con todas las que vemos terminando sintiendonos peor de como empezamos, pensamos que todo sería diferente si fuéramos delgadas y dejamos de hacer, usar y ser como realmente quisiéramos entonces nos conformamos con lo poco o mucho que tengamos, aunque eso signifique estar envuelta en violencias. Duele tanto la gordofobia que se vuelve un malestar emocional y psicologico, hasta físico porque con tal de ser delgada se  hace lo que sea.

Qué tan lastimada debe estar una sociedad para criticar a las infancias por su cuerpo, como si el comer fuera un castigo. La manera en que se crece con esta violencia tiene el efecto que desean: someternos, mantenernos agotadas, tristes y solas. Sin embargo, lo magnífico de las redes de mujeres y la virtualidad es que en algún momento aparece un post hablando sobre esto, nos damos cuenta que no somos nosotras las que estamos mal y nos trae esperanza en silencio porque se necesita de todo un proceso personal para cambiar nuestra percepción del mundo. Les mando un abrazo a todas las que nos hemos sentido mal con nuestra cuerpa y no vemos lo maravillosa que es por el simple hecho de permitirnos hacer tantas cosas, todas tenemos una realidad diferente y ninguna es menos válida pero lo importante de llevar estos temas a discusión es la empatía, se requiere de mucho valor compartir experiencias que duelen.

bottom of page