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¿Para qué sirve la academia?

Por Rodrigo Chávez

Algunos sectores de la 4T han dedicado bastante tiempo a decir que los académicos suelen recetar soluciones desde un escritorio y que eso, en efecto, no es hacer política; un planteamiento que suena bastante fácil y al mismo tiempo muy verdadero sin embargo estas consignas se combinan muy bien a últimas fechas con la avanzada apolítica que también vierte sobre la academia la acusación de ser una esfera de privilegios, bastante aburguesada y blanca y, de nueva cuenta, esas acusaciones no distan de la realidad. Pero entonces, si la academia no sirve para hacer política, no es popular, no está deconstruida y no es accesible ¿para qué sirve la academia?

La respuesta más honesta es para poder vivir de ella, sí, que no todos pueden, hombre que se requiere de mucho y que es un privilegio pero siendo bastante honestos la academia es un medio de vida que pretende o que espera, al mismo tiempo de darnos de comer a los que estudiamos ciencias no productivas, que podamos dedicarnos a pensar. Y uno fácilmente puede decir “aaaah, pero si pensar no es tan complicado, ¿por qué pagar por pensar?” pero entonces uno estaría pasando por encima de la necesidad de los descubrimientos que la ciencia ha dado históricamente.

No trato con esto de convencer a nadie de que los académicos y los intelectuales merecen vivir en un mundo de privilegios creado a través de los favores políticos que sean capaces de cabildear, nada más lejos. Trato de, por ejemplo, pasar de la crítica a la acción. Dejar de señalar inquisitivamente con el dedo creyendo que eso es militar, que de algún modo eso va a cambiar las cosas; trato de generar la idea de que el problema no está en la idea de que alguien viva de investigar y de pensar, claro que urge reformar la manera en que se compone pero no deberíamos de desprestigiar tan a la ligera algo que es bastante útil. 

 

¿Qué sería de la revolución cubana si Fidel y Ernesto no hubieran acompañado el fusil de la pluma para sentar las bases ideológicas y teóricas del proceso de la revolución?¿Qué sería de la revolución rusa si Lenin no hubiera escrito y matizado los postulados de Marx? Vamos, hasta los capitalistas supieron que la academia era elemental y por eso fundaron centros de estudios y corrientes teóricas.

 

No digo, desde luego, que la academia haga por sí sola la revolución, tampoco hay que ser tan ilusos pero sí digo y grito que entender la importancia política e ideológica que tiene la ciencia y la academia permite profundizar los procesos de cambio, permite orientar y corregir los cursos de las dirigencias y sobre todo; abre el paso a que dichos procesos se sostengan en el tiempo, una revolución o un proceso que no se teoriza y no se estudia se pierde con el tiempo.

 

Necesitamos una academia que milite en las causas justas, que se posicione, que rompa con el minotauro y su neutralidad risible por falsa pero no podemos seguir creyendo que no necesitamos a los intelectuales y académicos, no podemos creer que renunciando a todo espacio de conocimiento le hacemos un favor a nadie. Ni Bakunin se atrevió a decir que la teoría y el pensamiento eran irrelevantes. Les propongo entonces que generemos una contra academia, que tomemos la teoría y los conocimientos por fuera de los formalismos y teoricemos y escribamos con la posibilidad de revolucionar desde las entrañas a este monstruo cooptado.

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