Cobertura
Por Bruno Rico Gómez
La Ciudad de México es una de las obras más grandes del ser humano, no por ser una urbe enorme, sino que la sola idea de construir toda una sociedad en un lago prehispánico es algo que ni los ingenieros o arquitectos más experimentados podrían procesar.
Pero no todo es lo que vemos pues antes de convertirse en lo que tenemos, la ciudad no eran más que 5 o 6 avenidas con un sistema complejo de canales y ríos por todo su territorio. Aunque ahora pareciera que toda la ciudad esta pavimentada y con alumbrado público, lamentablemente hay zonas en donde hasta la luz es un privilegio.
Poco se ha hecho para contrarrestar este tipo de injusticias sociales, ya que usualmente existen desvíos económicos o en especie dentro de los mandatos que realizan los proyectos. En la historia de la CDMX han existido megaproyectos para favorecer el acceso a una vida digna, desde campañas de alumbrado hasta sistemas colectivos de transporte.
El proyecto más importante es el del STC Metro, este sistema abierto desde el 4 de septiembre del 69 da transporte a cerca de 4.6 millones de usuarios diariamente. Es una red de transporte que tiene una cobertura general en la Ciudad de México, desde el norte al sur y del este al oeste, Todo esto por 5 módicos pesos mexicanos, que aunque para muchos es poco hay una gran población a la que este gasto les pega directamente en el bolsillo.
Junto al metro se tiene al Metrobús, otra red colectiva de transporte que brinda un servicio seguro y constante en diferentes partes de la ciudad. Pero no solo se tienen transportes articulados, sino que se cuenta con incontables rutas de transportes como camiones, peceras y camioneta, sin contar los taxis públicos y privados.
Recientemente se han colocados redes de cablebús tanto en el Estado de México como recientemente en la Ciudad de México. Estos transportes son ideales para zonas en donde el tráfico en las vías terrestres obliga a las personas a madrugar, la violencia en los transportes clásicos es imparable y sobre todo son ideales ya que dignifica la rutina de las personas que usen transporte para viajar.
Seguir estableciendo rutas y sistemas de transporte para cumplir con la cobertura total de la zona metropolitana generará una reducción en los traslados, una mayor eficiencia energética y sobre todo logrará una mejoría en la salud de la población.
Esperemos que la apertura de la línea 1 y 2 del cablebús no sean las ultimas estrategias para mejorar la cobertura de movilidad en la metrópoli y se vuelva posible el alcanzar las zonas más recónditas de la ciudad para así mejorar la vida de una mayor cantidad de ciudadanos.
