top of page

Vivir en resistencia

Por Melissa Cornejo.

El lunes 23 de agosto de 2021, publiqué una columna en la que relataba la resistencia de un grupo de jóvenes jaliscienses, estudiantes en su mayoría, y brindaba mayor contexto histórico y social sobre el predio que a raíz de lo acontecido llamaron “Parque Resistencia Huentitán”.

 

Debido a que dicha columna fue publicada en otro medio en el que ya no colaboro, he decidido retomarla aquí y partir de ahí para relatar lo que ha sucedido desde entonces hasta día de hoy, viernes 6 de enero de 2023.

 

Dejo entonces como primera parte, la columna titulada: “Disculpe las molestias: los jóvenes jaliscienses somos la resistencia”.

 

En el municipio de Guadalajara, sobre Periférico y Calzada Independencia, se ubica un predio de 13.6 hectáreas que desde hace 27 años ha sido codiciado por depredadores inmobiliarios entre opacidad e irregularidades.

En 1994, el gobierno de Guadalajara terminó de adquirir los terrenos en los que se suponía se ubicaría un parque metropolitano que tendría dos propósitos: que los ciudadanos tuvieran acceso a espacios verdes y que este sirviera como zona de amortiguamiento por su cercanía con la Barranca de Huentitán.

 

Sin embargo, la historia no tuvo un final feliz. En 2007, durante el gobierno del panista Alfonso Petersen, se estableció un convenio con la empresa Mecano, que durante la administración municipal de Enrique Alfaro cedió los derechos a la Hotelera Salamanca, y esta a su vez vendió a Hoteles Riviera, empresa que planea desarrollar el proyecto Distrito Iconia.

 

El megaproyecto constará de 18 edificios, un centro comercial, una arena de eventos, un hotel y un museo. Para que el proyecto avanzara, se realizó el cambio de las licencias de uso de suelo sin tomar en cuenta la opinión de los ciudadanos y el impacto ambiental que esto tendría, pues el predio colinda con el Área Natural Protegida Barranca del Río Santiago.

 

Las repercusiones se traducirían también a hundimientos y desabasto de agua, ya que las tuberías de la zona no sirven y se rompen, lo que provoca fugas que el Siapa ha tardado días en resolver. Sin embargo, en absoluto contraste con la problemática que enfrentan los vecinos, el Siapa resolvió entregar la factibilidad para el desarrollo inmobiliario.

 

El 29 de marzo, un grupo de estudiantes de la Universidad de Guadalajara, activistas y vecinos, decidieron tomar el predio e instalar un campamento al que llamaron Parque Resistencia Huentitán con la finalidad de proteger la zona mientras obtenían un amparo para detener la construcción de Iconia.

 

Durante los meses de resistencia, los jóvenes pasaron días y noches enteras en el predio con una organización sin precedentes; presentaron recursos legales para detener el despojo; plantaron y cuidaron más de 750 árboles con la intención de reforestar; organizaron cursos de verano, y lograron captar la atención de medios de comunicación y autoridades.

 

La madrugada del jueves el campamento fue desalojado con uso excesivo de la fuerza por antimotines, policías municipales y elementos de la Fiscalía del Estado vestidos de civiles y portando armas largas. Los estudiantes infieren que les pidieron datos personales, les tomaron fotografías y les amenazaron con desaparecerlos.

 

Enrique Alfaro se pronunció al respecto y, como era de esperarse, una vez más criminalizó a los jóvenes y catalogó lo ocurrido como “grilla y ruido que pretende someter al gobierno del estado”, por lo que una vez más le digo: disculpe las molestias, señor gobernador: los jóvenes jaliscienses somos la resistencia.

Actualización:

A día de hoy, 6 de enero de 2023, este tema sigue alarmando al país entero, pues el gobernador no ha cambiado de estrategia y sigue criminalizando las protestas y disidencias, y más grave aún, ha llegado al extremo de vincular a proceso y dictar prisión preventiva a tres estudiantes —Javier Armenta, Iván Cisneros y José Rojas—  por el delito de despojo con violencia de inmuebles y aguas.

 

En respuesta a esto, estudiantes de la UdeG y distintos sectores de jaliscienses, han anunciado que permanecerán fuera de Casa Jalisco hasta que los compañeros sean liberados.

 

Al inicio de la administración alfarista, los jóvenes resistíamos cada uno desde nuestra trinchera y veíamos esto como tema coyuntural, pero a cuatro años de resistir y sostener luchas cada vez más diversas, podemos asegurar que resistir se ha convertido en la forma de vida jalisciense por excelencia. 

bottom of page