top of page

Volar, volar

Por Rodrigo Chávez

El pasado lunes 21 de marzo ocurrió algo realmente raro en el país, se estrenó una magno-obra prometida por un gobierno en tiempo y forma. Esto no debe ser raro para quienes me leen en otros países pero para el pueblo de México esto es realmente novedoso. La inauguración del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles es una promesa que Andrés Manuel prometió en el 2018 junto con la cancelación del proyecto NAICM que estaba construyéndose en el lago de Texcoco.

La planeación y construcción de este aeropuerto tomó 3 años y poco más de 3 meses en concretarse desde el diseño hasta la inauguración, una construcción en tiempo record que además contó con una inversión neta menor que el antiguo proyecto. El AIFA tuvo un costo total de 75,000 millones de pesos en su construcción hasta el inicio de operaciones mientras que el NAICM llevaba alrededor de 100,000 millones de pesos y solo consiguió un avance neto de 30% en los 3 años que estuvo construyéndose. El principal problema que tenía el proyecto del NAICM era el terreno sobre el que estaba construido pues al tratar de erigirse sobre el antiguo lago de Texcoco el terreno irregular presentaba un hundimiento de aproximadamente unos 15 centímetros al año, esto quiere decir que las bardas y estructuras que se construían un año al siguiente estaban 15cm´s abajo alterando la operatividad y complicando la construcción.

Esto desde luego aunado al despojo y las violaciones a los derechos humanos hechos por Enrique Peña para hacerse de los terrenos, desde el malbaratamiento de la tierra hasta las muertes, violaciones y presos políticos que dejó la necedad de la construcción sobre tierras que ya tenían dueño. No podemos sacar esto de la ecuación pues a pesar de que para la construcción del AIFA también se tuvo que expropiar terreno en este sexenio no hubo confrontaciones con los ejidatarios lo que representa un logro de la política federal en cuanto a estos temas.

La construcción del AIFA estuvo a cargo de la SEDENA lo cuál es uno de los puntos que pueden ser criticables pues es una de las razonas a través de las cuales se aceptó y justificó el aumento presupuestal que tuvo dicha secretaría en el ejercicio fiscal del año pasado e incluso el antepasado. En este espacio no estamos ni estaremos de acuerdo en darle poder económico ni social a las fuerzas armadas por sus probadas violaciones a los derechos humanos y por su pasado oscuro, no podemos olvidar las heridas del pasado como no debemos darles control sobre cuestiones que no competen a los militares tenerlo, sin embargo es cierto que la construcción en este tiempo tuvo mucho que ver con la decisión de hacer el aeropuerto a través de dependencias de Estado, esto permite una cadena de mando más directo, aminora costos y permite, como ya vimos, un resultado conforme a lo establecido. Sin embargo yo insisto en que es momento de dejar de usar la SEDENA como un ente de apoyo al proyecto de la 4T y apostar por el sector social-empresarial antes del de la fuerza bruta.

La inauguración representó para los votantes de Andrés y los opositores sensatos un logro y algo positivo para el país pues esta inauguración no solo permite resolver el problema de saturación del aeropuerto Benito Juárez sino el incremento en la capacidad de recepción turística y de mercancías de importación para el país. En el evento inaugural estuvo presente una parte importante del magno empresariado mexicano como Carlos Bremer, Carlos Slim, Emilio Azcarraga y otros grandes capitales que catalogaron la obra como una obra digna, de igual forma estuvieron presentes miembros del gabinete, la jefa de gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum y algunos diputados federales como fue el caso de Andrea Chávez y Maria Clemente García. Además estuvieron presentes el gobernador de Hidalgo y el del Estado de México.

Para los opositores poco sensatos, por no decir más reaccionarios, el AIFA no solo les representó la muerte del autodenominado buen gusto sino que fue su verdadero blue monday. La inauguración y la entrada en operación de este aeropuerto termina de enterrar las esperanzas de ver concluido el render (la proyección digital) que Peña Nieto les vendió por 3 años. Bueno, la entrada en operaciones del AIFA y el retorno del agua y la vida silvestre a los terrenos del proyecto del AICM, desde luego.

 

Como es costumbre las críticas se centraron en nimiedades que bien podrían ser anotaciones al margen de cualquier cuaderno o que podría no haberse emitido y nada habría cambiado verdaderamente, algunos se quejaron amargamente de que la estética del lugar no es la del aeropuerto de Shangai o de algún aeropuerto de los países del norte global, otros tantos lloraron amargamente pensando en que es lo que los extranjeros iban a decir como si verdaderamente uno se pusiera a analizar los aeropuertos en los que ha estado y no tenga urgencia en llegar a disfrutar o a trabajar a la ciudad a la que llega.

Pero hubo un caso particular que abrió una discusión importante, uno de estos opositores amargos decía que el uber para ir al aeropuerto saldría carísimo y que eso es casi un pecado imperdonable de la 4T. ¿Cómo se le ocurre a un gobierno hacer una obra en un lugar “alejado” de la CDMX (que en este punto deberíamos entender como las alcaldías Benito Juárez, Miguel Hidalgo y Coyoacán) sin pensar en los desamparados privilegiados de siempre? Los diputados y algunos personajes del PAN hicieron el viaje solo para demostrar lo horrible que es viajar al Estado de México, a un municipio cercano, y como esto no es tolerable para los extranjeros.

Lo que estas personas parecen ignorar y peor aún, ignoran de manera deliberada es que una gran parte de la fuerza laboral que se emplea en la Ciudad de México proviene precisamente de estos municipios; Tecámac, Zumpango, Ecatepec, Neza son solo 4 de los municipios que más trabajadores aportan a la ciudad, es decir que esta denominada “sufrible travesía” es hecha todos los días de ida y vuelta por decenas de miles de personas. Al parecer a estas personas se les olvida que hay vida fuera de la ciudad de México y así mismo se olvidan de que las personas que viven fuera de ciudad de México también viajan y tienen derecho al acceso a un aeropuerto digno que pueda permitirles la oportunidad de vacacionar.

A final de cuentas la inauguración del AIFA nos permite ver el desprecio o el olvido consciente que tienen ciertos sectores hacia todo lo que existe por fuera de su burbuja, quienes convencidos de vivir de la apariencia apuestan por una ilusión insostenible antes de aceptar lo que puede ser una solución a un problema, que es a final de cuentas la justificación de este aeropuerto como fue la justificación del NAICM.

El AIFA junto con la declaración de reserva ecológica del lago de Texcoco es un triunfo para la batalla ambiental que desde los pueblos del EDOMEX y el activismo en CDMX se dió en su momento, es una pequeña victoria en contra de un modelo que nos quiere asfixiar entre cemento y contaminación.

bottom of page