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MENSTRUAR DIGNAMENTE

Por Elsa Flores

Hace unos días en la Cámara de Diputados, se votó la iniciativa del Colectivo Menstruación Digna México para reformar en el artículo 20 de la Ley del Impuesto del Valor Agregado deseando eliminar el 16% de iva que se aplica a toallas sanitarias, tampones, copas menstruales o cualquier otro producto destinado a la menstruación. Se descarto la propuesta con 218 votos en contra y 185 a favor, esto dado que la Secretaría de Hacienda recauda 3,400 millones de pesos anuales con la compra de los productos.

el impuesto de valor agregado se aplica a bienes y servicios en general. ¿Pero qué pasa cuando esos bienes son exclusivamente consumidos por personas menstruantes, acaso no es discriminación? Más si somos conscientes de la brecha salarial y pobreza que se vive en México.

México esta en el lugar más bajo de recaudación fiscal, según la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos). Y el problema no es que existan los impuestos, sino que estos van dirigidos, en su mayoría, a sectores específicos de la población que con salario mínimo apenas alcanza para la canasta básica, la cual cada vez se reduce más por esta alza de precios. Así que nosotrxs, los pobres, somos quienes pagamos para tener una mejor calidad de vida con las carreteras, hospitales, escuelas, etc. que se deberían estar gestionando, sin embargo, esta recaudación es invertida a favor de las grandes empresas y su pertenencia en el país, siendo que son las que más evaden impuesto y el Estado les permite darse ese lujo que nos cuestan derechos a los de abajo y la vida a nosotras que somos las de más abajo.

Esta iniciativa deja en descubierto un problema estructural, por un lado tenemos un iva altísimo de 16% aplicado en un bien que se consume diariamente por cientos de miles de mujeres y que no esta generando beneficio con el gasto de gobierno que carece de perspectiva de género, no existe institución alguna que se encargue de darle acceso a estos bienes gratuitos a los sectores más vulnerables de mujeres hablando de un país con 51.1% mujeres, de las cuales el 74% de nosotras es pobre. Tampoco existen hospitales o clínicas con ginecólogas especializadas que nos ayuden en nuestra salud sexual, ni tampoco existen reformas en la educación para que la menstruación y nuestro cuerpo dejen de ser un tabú. No existe esta sistematización que conlleva el menstruar dignamente, porque las que compramos toallas, tampones o poseemos una copa nos mantenemos en un privilegio, pero no nos salva de ser infravaloradas por menstruar. Están nuestras compañeras que se vuelven invisibles en esos días del ciclo, porque no les alcanza para adquirir los productos y entonces tienen que ausentarse durante ese periodo de su trabajo haciendo más grande la brecha de desigualdad y de violencia familiar, porque hablando de sectores pobres se siguen manteniendo roles machistas en la familia donde la mujer es la que se encarga de todo este trabajo doméstico, hay quienes de los cólicos nos doblamos de dolor o amanecemos con un mar en el pecho que nos dificultan más las cosas y al no ¨cumplir¨ somos golpeadas. Están nuestras compañeras que viven en las calles y tienen que acudir a trapos sucios que ponen en riesgo en su salud.

Por otro lado, el quitarles los impuestos a estos productos no está mal, pero si conlleva una reestructuración de todo el funcionamiento legal y económico del país.

Porque algo que sabemos es que no hay demasiado gasto de gobierno que nos asegure un aumento en nuestra calidad de vida como mujeres, entonces hay que ser conscientes de que cuando logremos eliminar este impuesto será trasladado a otros bienes y servicios para no perder esa recaudación, y tampoco nos asegura que se lleve acabo toda esta campaña para facilitar el acceso a los productos destinados a la menstruación ni mucho menos a la salud sexual. He visto en redes sociales campañas para regalar copas menstruales y a pesar de que yo apoyo la idea del uso de la copa se me hace una campaña bastante hueca, entendamos y respetemos el proceso de reconocimiento que llevamos cada una de nosotras con la cuerpa antes de meternos algo por la vagina que es super tabú en la sociedad mexicana, al contrario de las toallas sanitarias que hasta cierto punto son más normalizadas, sin embargo, siguen contribuyendo al cambio climático. A lo que quiero llegar es que no solo debemos ganar el 0% iva, sino ver también las herramientas que contamos para lograr llegar a más mujeres, considero que podría llevarse una campaña en las comunidades para que ellas mismas puedan hacer sus toallas sanitarias de tela junto con una campaña informativa para desmitificar la sangre y que a través de ella estas mujeres puedan ir poco a poco acercándose a su cuerpa para conocerse y entenderse dentro de diferentes entornos sociales, que su sangre menstrual sea la que les de voz y a sus hijas, también pueden generarse estos talleres en las ciudades para hacer las toallas y sean repartidas a las mujeres que viven en la calle, así mismo hacer un acuerdo con los centros comunitarios o los Municipios/Alcadias que habiliten un espacio seguro para que nuestras compañeras puedan acudir a poder limpiarse y mantener una higiene si lo requieren y desean.

La lucha siempre tiene que ir más allá pensando en todas, y lo más importante ya está planteado ante la Cámara de Senadores en la cual seguiremos insistiendo para que esto sea llevado acabo y no tengamos que pagar por ser mujeres, por menstruar. Porque el existir no debería darnos vergüenza ni ser causa de discriminación, esta sangre en nuestra y con ella damos vida.

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