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¿Doble moral?

Por Bruno Rico Gómez

Esta semana inicia la temporada 2021 de la fórmula 1, uno de mis deportes favoritos, pero sin duda alguna este año pinta para ser uno muy especial y principalmente polémico. Sumidos en políticas todos los deportes han sido plataformas para encarar luchas sociales y así poder darles voz a esas personas que antes no la tenían.

A través de la historia los deportes han sufrido de manifestaciones que con el tiempo se han innovado pero su sentido se ha mantenido intacto. Entrando a la nueva temporada de la F1 han surgido varios movimientos sociales en contra de varias acciones que ha decidido la directiva del deporte.

El movimiento #WeRaceAsOne tiene como inicios el combatir el racismo y evitar la segregación, todo esto fue encaminado por la FIA de la mano de Lewis Hamilton para integrar los movimientos sociales como BLM con el fin total de generar conciencia en la incorporación de las diferentes razas en el deporte automotor. Se incorporó desde el inicio de la temporada pasada y desde ese momento genero polémicas pues en cada inicio de carrera al entonar los diferentes himnos algunos pilotos se arrodillaban mientras otros no, lo que termino generando discusiones y debates en línea con el puro fin de desprestigiar a los corredores que no se arrodillaron, similar a la situación de Colin Kaepernick que fue el cabecilla del movimiento BLM dentro de la NFL y sufrió de varios intentos de desprestigio social y profesional.

En las últimas semanas de la temporada pasada la escudería HAAS firmo a un piloto ruso polémico que tras festejar su firma realizo una serie de acciones que fueron reprochadas por toda la comunidad del automovilismo y aunque se esperó una respuesta contundente de la FIA y de la escudería HAAS ninguno de estos dos castigaron estas acciones aborrecibles.

En conjunto de estos dos casos, se anunció una expansión de la cantidad de Grandes Premios en el calendario, para generar un mayor ingreso y al mismo tiempo acumular aficionados en diferentes regiones del mundo. Y aunque hay GP´s en diferentes zonas conflictivas políticamente hablando, la semana pasada se revelo el autódromo para la carrera en Arabia Saudita. El autódromo Yedda es el circuito callejero más rápido de la historia de la Formula 1, con velocidad cercanas a los 250 km/hr, un ancho de carril en promedio de 10 metros y curvas de alta velocidad este circuito propone un ritmo de carrera sin igual.

Pero la llegada de este circuito a la categoría se polarizo por todos los movimientos que expuse anteriormente, es conocido que la vida femenina en Arabia Saudita es en extremo difícil sin mencionar la falta de derechos para la población en general siendo afectados principalmente la población LGBT y aquellos que no sean musulmanes. Esto va totalmente en contra del #WeRaceAsOne y muchos esperan esta carrera para ver qué sucederá con toda la propaganda de las marcas de alcohol como la cervecera Estrella Galicia patrocinadora de Ferrari.

El jueves empiezan las pruebas en Bahréin y hay mucho que esperar de esta temporada, sin duda alguna yo como muchos otros estaremos viendo el desarrollo de Checo Pérez en Red Bull y esperaremos que las situaciones social-políticas se esclarezcan y terminen en una buena situación. La innovación y tecnología dentro del automovilismo no debe de encaminarse totalmente a los vehículos y los equipos, sino que también debe de evolucionar socialmente y así generar cambios positivos como lo ha hecho el equipo Mercedes-AMG que en lo que va desde su reingreso a la F1 tiene una de las plantillas femeninas más grandes del mundo automotor.

“Si algún día tengo un accidente, prefiero morir. Soy una persona demasiado activa como para pasar el resto de mi vida en silla de ruedas”

– Ayrton Senna, piloto acaecido en el GP de Imola, 1994.

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